El proceso de llegada de la población esclavizada al Río de la Plata se inscribe dentro de un proceso general denominado “La Gran Trata Atlántica”, que se extendió entre los siglos XVI y XIX (pese a que es difícil ponerle un fin, pues a pesar de la abolición el negocio continuó), donde desde África llegarían a América alrededor de 10 millones de personas vivas esclavizadas.
Fueron esos negros los que nutrieron con su sangre y sacrificio a los ejércitos libertadores, San Martín reconocería el valor de sus tropas negras y también el ambiente racista de la época ya que no logró unir los batallones negros con los de los mulatos y blancos. Los negros esclavos morirían en la lucha por la Independencia, “por separado”, es decir, en riguroso “apartheid”.
Con la firme intención de mantener viva la llama de la memoria, “Conclusión” (diario on line de Rosario) dialogó con Soledad Luis, guía turística de la ciudad de Chascomús y descendiente de afroamericanos. Una imprescindible charla sobre aquellas raíces negras que siguen vigentes gracias a una Capilla que guarda un sinfín de historias y vivencias.
En Chascomús, un maravilloso lugar, los primeros afros llegaron para darle vida a la creación del pueblo allá en 1779, ya que llegarían negros esclavos para la mano de obra que perseguiría tal fin. “Este lugar se crea por una cuestión política del virrey que trataba de hacer líneas de fronteras, así la llamaban, para llevar adelante la lucha contra los indígenas que ocupaban estas tierras, y lo que hacían era ir fundado fuertes y fortines siempre al lado de algún límite natural, ya sea el río o lagunas”.
“Todos aquellos ricos hacendados tenían sus estancias acá, estos mismos hacendados eran los que viajaban a la zona del puerto (Barracas, La Boca o Parque Lezama) a comprar en los tablados a negros esclavos para los quehaceres domésticos, mientras que otros eran trasladados a los campos, si bien esto último no era tan común”.
Así es como llegan, en cuanto al desarrollo, primero con la libertad de vientres y luego en 1860 con la declaratoria que abolía la esclavitud en una indispensable reforma de la Constitución, muchos de los negros que eran esclavos pasaron a ser propietarios de muchos terrenos y casas. “Esto sucedía ya que cuando el hacendado compraba al negro, lo bautizaba en la Iglesia y le ponía su apellido, no para que fuera parte de su familia, sino para denotar propiedad para con el negro. Pero que pasa, cuando estos “amos” ya no estaban, heredaban los negros, entonces toda la zona de la primera poblada de Chascomús alrededor de la plaza principal la que hoy llamamos “El casco histórico” hacia la laguna, habían quedado en su mayoría para los negros”.
Así fue como la comunidad negra en Chascomús se fue desarrollando, a la par de la ciudad y del pueblo. Fueron muy destacados por sus bailes, por sus candombes que se producían precisamente a una cuadra, cuadra y media del casco histórico, ya que allí vivía una mujer negra, Rosa Gorostizú, que fue esclava del cura párroco, ésta al heredar la casa del mismo, ese lugar se convertiría en el sitio de reunión y bailes.
Así llegamos a “La Capilla de los negros”; Allí se juntaban particularmente los días domingos para practicar el candombe y de esa manera poder participar de los carnavales de la ciudad.
“Al poco tiempo el lugar se convirtió en un lugar donde la gente acercaba estampitas, promesas y recuerdos entre otras cosas que hoy se encuentran dentro del lugar. La mayoría eran ofrendas religiosas, y de ahí surge el nombre de <Capilla de los negros>, ya que las mismas personas se apropian para denominarlo de alguna forma de este lugar. Cuando el edificio cumple 100 años en 1962, es nombrado Monumento Histórico Nacional por su estructura edilicia y el aporte cultural afro, ya que no hay en el país una construcción así levantada por negros esclavos y libertos”.
En el 2010 la Capilla pasa a estar dentro del programa “La ruta del esclavo”, esto pertenece a la Unesco y lo que busca es visibilizar la gran trata negrera que hubo en África hasta la llegada a las Américas, convirtiéndose de esta forma en uno de los cuatro sitios de memoria que tiene el país. “Junto a la Capilla de los negros están las iglesias de Córdoba (Alta Gracia), que aparte de haberla levantado Jesuitas, también la hicieron los negros, la ciudad de Buenos Aires donde se encuentra el puerto donde se vendía y compraba al negro como pieza de indias, y el tango y la milonga como instituciones musicales de raigambre negra. En Chascomús la Capilla se encuentra en el circuito turístico cultural, dentro de la misma se han hecho infinidades de cosas, en 1880 aproximadamente, mientras estaba la epidemia de fiebre amarilla y de cólera, se utilizó como lazareto (instalación sanitaria). En la actualidad hay talleres, gracias a su acústica la gente del coro mixto practica en la misma, también lo hace la orquesta escuela de Chasmocús, en definitiva, son muchas las actividades que se realizan. Mi abuela quien estaba a cargo fallece en 1990 y se hace cargo su hijo Antonio, hasta el 2015 en donde nos hacemos cargo tanto los nietos como los bisnietos de Eloísa y que le dimos una vueltita de rosca. Creemos que a través de la educación podemos conseguir la libertad, podemos elegir, podemos razonar y decidir, en definitiva, tiene que ver con el objetivo en el cual se fundó”.
La realidad es que nuestros antepasados fueron uno de los primeros en llegar a este país, y tiene mucho que ver con las características de nuestro pueblo y su historia. Se saben afro, se sienten afro, pero no hay un asentamiento activo de todo esto como si sucede en otras partes del país con distintas asociaciones”.
La dignificante tarea de hacer visible la presencia negra en nuestro país e ir contra los libros que la han negado, como el Facundo, por ejemplo, sigue firme y resiliente.” Yo siempre digo que nuestros antepasados no fueron inmigrantes afros, como los caboverdianos, los cameruneses o senegaleses, nuestros antepasados fueron extraídos de algún lugar de África que desconocemos, si bien muchos se decían caboverdianos porque era el último punto que se tocaba, ya que allí había un puerto desde donde salían los barcos negreros hacia las Américas. De allí el término de afrodescendientes, ya que no tenemos un lugar de nacimiento concreto”.
Gentileza:
Beatriz Genchi
Museóloga - Gestora cultural
Puerto Madryn – Chubut.





