San Rafael, Mendoza miércoles 23 de abril de 2025

Radio Liberty en las Islas – Por:. Beatriz Genchi

Radio Liberty (en español: Radio Libertad) fue una efímera radioemisora que existió en el transcurso de la guerra de las Malvinas. Transmitía en idioma inglés y tenía principalmente como objetivo “desalentar” las tropas británicas en las islas. También podía ser sintonizada en el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.

Además, el Reino Unido también creó una radio en idioma español con el mismo fin, la Radio Atlántico del Sur. Mientras que en las islas funcionaba LRA60 Radio Nacional Islas Malvinas.

El encargado de la transmisión era el Servicio de Inteligencia del Ejército Argentino. Entre sus locutores estaban Silvia Fernández Barrio y Enrique Alejandro Mancini, quienes formaban parte de un total de 14 personas. Transmitía noticias y música irlandesa, galesa, inglesa y hasta de Los Beatles.

Se grababa de mañana un rollo de 45 minutos en el piso 14 de lo que es el edificio de Radio Ciudad de Buenos Aires y se difundía por distintas frecuencias a las que a veces se sumaban la ondas cortas de la Radiodifusión Argentina al Exterior.

La transmisión se realizó desde la Planta de Pacheco Radio en Provincia de Buenos Aires y estuvo a cargo de personal de la Secretaría de Comunicaciones, del área de Comprobación Técnica de las Emisiones y personal directivo de la planta transmisora.

Siempre se cambiaba de frecuencia, en distinta banda de onda corta, para evitar la interferencia de la inteligencia británica. Los locutores hablaban en inglés británico y su identificación era la siguiente (traducido al español):

“Hola, soy Libertad. He decidido mostrarme al mundo, desde una tierra muy lejana para ustedes y muy cercana para nosotros. Yo soy las islas Malvinas, Sandwich y Georgia del Sur. Yo soy una voz, un espíritu, un país. Soy quien con orgullo puede hoy decir que el mundo escucha cuando Argentina habla”.

Inició sus transmisiones el 7 de junio de 1982, poco después del inicio de la guerra, con la idea de crear una radiodifusora similar a la La Rosa de Tokio para las tropas británicas en las islas. Cuentan que el relato era el de una voz suave, con un acento casi nativo, que no deja percibir que se trata de una periodista argentina.

«Un día me llaman del comité militar, y yo no entendía nada. Me piden que vaya a una oficina, a un lugar ya no recuerdo bien la dirección», relata Fernández Barrio. “Ahí me dicen que había un trabajo para hacer, algo que podría evitar la guerra. Me dijeron: ‘Necesitamos una periodista que hable inglés y que sea como la Rosa de Tokio’”, comenta

La misión, le explicaron, tenía como fin “bajar la moral de los ingleses”. Durante esa reunión con el comité, le dijeron que querían su participación y que era “la persona más confiable” para cumplir con la tarea. Ella lo asoció a que había estudiado el idioma desde chica y lo hablaba casi a la perfección, por lo que no le significó un problema interpretarlo. Cuando las transmisiones empezaron a sonar, los ingleses se referían a ella como “Argentine Annie”, y así identificaban a la mujer que estaba detrás de Radio Liberty: una operación secreta del Servicio de Inteligencia del Ejército.

Las emisiones de Liberty recordaban los pueblos de los que eran oriundos los soldados ingleses, enumeraban resultados de los equipos de fútbol locales, pasaban música de Los Beatles e incluso las campanas del Big Ben. A eso se le sumaban los mensajes que leía Fernández Barrio: «Querida Susan: soy Liberty y sé que tu novio está bien, ansioso por supuesto y algo desilusionado por tanta espera. La espera inútil lo que los está poniendo nerviosos, irritables, y por eso de noche no pueden pegar un ojo». Al leer los resultados deportivos, Argentine Annie comentaba a los soldados británicos: “¿No querrían poder estar ahí para alentarlos?”.

Cuando la convocaron para la tarea, la sensación era que las Fuerzas Armadas buscaban ocupar las islas, pero un conflicto bélico de gran escala se veía como algo lejano. La periodista luego entendió que la magnitud de los hechos era otra: “Te dabas cuenta que estábamos frente a Gran Bretaña, lo que era una locura. A medida que pasaban los días me daba cuenta que nos habíamos equivocado, que era una ilusa”, revela la periodista en diálogo con este portal.

“Yo estaba trabajando en 60 minutos – el noticiero de la emisora ATC, a cargo de la Armada Argentina en ese entonces- y decidí irme cuando ocuparon Malvinas, porque pusieron la foto de Galtieri en la oficina. Eso fue la gota que colmó el vaso”, cuenta Fernández Barrio.

Cuando le ofrecieron ponerle voz a la emisora Liberty, la periodista y conductora aceptó sin pensarlo demasiado: “En ese momento me pareció que no era nada fuera del otro mundo, porque todavía no estábamos en guerra. De hecho, teóricamente creo que no íbamos a llegar a la guerra hasta que se hundió el crucero general Belgrano. Yo leía y les hablaba a los ingleses, les hablaba jugando con la nostalgia, pero no era nada cruel”, explica. Al leer los guiones que le daban, intentaba excluir frases que pudieran resultar violentas o agresivas: “Se buscaba que quien estaba del otro lado no sintiera agresión, crueldad, ni mucho menos. Si había algo que salía de lo pacífico yo lo cambiaba. Nunca me dijeron nada”, sostiene.

“Yo sentía que estaba haciendo algo pacífico. Nunca sentí miedo: sentía que ponía un granito de arena para ayudar. Cuando me llegó la propuesta, fue al principio, cuando recién desembarcamos: pequé de ilusa en ese momento de pensar que era algo mucho más simple y que no íbamos a llegar a la guerra” confiesa Fernández Barrio

La actividad de Argentine Annie debía mantenerse en el más estricto secreto, por lo que nadie de su entorno sabía que estaba grabando esos mensajes: sólo sabían quienes intervenían directamente en la operación: “No podíamos contarle nada a nadie, era totalmente secreto. En la guerra la primera víctima es la información, si tenés un dato, no podes darlo”, manifiesta la periodista.

Consultada sobre sus recuerdos de las grabaciones, la locutora responde: “Fui y grabé las transmisiones durante varios días e iba sola. Tengo el recuerdo del novio de una amiga mía que trabajaba en ATC, que era piloto civil y también colaboraba con los escuadrones de soldados. Él había escuchado una transmisión y un día me contó: ‘Sabes que hay una radio en la que transmite una mujer que tiene la misma voz que vos’. Yo me quedé callada, sin decir nada”.

La operación se conoció años después de terminada la guerra. El primero que contó detalles fue Enrique Mancini, locutor y conductor, que participaba en radio Liberty coordinando la grabación y aportando material musical. “Todos dimos nuestra palabra en ese momento de que no íbamos a decir nada. Se habló muchísimo después, el que habló fue Mancini, que para mí era palabra santa, así que estaba todo bien”. sostiene la periodista.

Fernández Barrio asegura que no se arrepiente. «Al mirar las cosas a la distancia todo es diferente a cómo lo viviste en ese momento. No me arrepiento para nada, creo que hice lo correcto, hice lo que tenía que hacer”, expresa. Los recuerdos no desaparecen, aun muchos años después: “Todavía escucho la marcha de Malvinas y me conmueve”, concluye.

Las emisiones se prolongaron hasta 48 horas después de la caída de Puerto Argentino/Stanley. Ese día, se hizo una despedida bilingüe en inglés y en castellano diciendo: “Se perdió una batalla, pero no el propósito de recuperar las islas, porque las Malvinas han sido, son y serán argentinas”.

Gentileza:

Beatriz Genchi

Museóloga – Gestora cultural.

bgenchi50@gmail.com

Puerto Madryn – Chubut.

 

 

 

 

 

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