El comunicado de PSJ Cobre Mendocino se conoció luego de varios años de silencio empresarial y en los que la compañía estuvo concentrada en la actualización y adaptación de aquel estudio de impacto ambiental que había servido de base para el primer intento de explotación de la mina, en el 2011.

El nuevo, que se adicionará posteriormente a una nueva DIA, cumple, según informó la compañía, con los “más recientes estándares internacionales en materia minera” tales como nuevos “avances tecnológicos en los procesos de producción” en línea con la etapa de transición energética que ha encarado el mundo hacia los objetivos del 2030 y 2050, todos vinculados con la meta de carbono cero y el remplazo definitivo de los combustibles fósiles, básicamente el petróleo y el carbón, por las energías producto de fuentes limpias como la eólica y solar, por caso.

El cobre y el litio, ambos y en gran demanda, son los minerales críticos que el mundo comienza a requerir para dar cumplimiento con la transición. De acuerdo con lo informado por la empresa, PSJ Cobre Mendocino, en los últimos 13 años lleva invertidos 62 millones de dólares en estudios de investigación que han culminado en la nueva versión del informe ambiental.

Sólo la operación de sondaje a lo largo de ese tiempo, superaría por varios cuerpos de ventaja toda la tarea de exploración prevista para lo que se conoce como el Malargüe Distrito Minero Occidental, el polígono sureño en donde se ha comenzado a intervenir en el terreno para precisar la cantidad y calidad de cobre que puede albergar la zona, convertida en la última y más novedosa carta de presentación de Mendoza en el mundo minero internacional.

El proyecto de Uspallata demandaría una inversión de casi 600 millones de dólares. Una vez aprobada la DIA, se invertirían 15 millones de dólares para el primer año, y la construcción del yacimiento, que se realizaría en un plazo de un año y medio a dos, podría demandar alrededor de 4 mil empleos y una vez en operación activa de explotación unos 800 empleos directos más otros 2 mil indirectos según se calcula.

La vida útil de San Jorge ha sido estimada en 16 años, pero se cuenta con la posibilidad de proyectar los trabajos por 27 años sin tener en cuenta los sondajes adicionales que se podrían sumar para extender la vida útil del emprendimiento.

Este viernes la empresa confirmó que al calificar para ingresar dentro del Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), podría convertirse en el primer proyecto minero dentro del programa y, como está dicho, también en el primero en producción de los ocho proyectos de cobre que tiene el país. Los restantes son Josemaría, Pachón, MARA, Los Azules, Filo del Sol, Altar y Taca Taca.

Fuente:https://www.elsol.com.ar/opinion/en-mendoza-se-abre-el-camino-a-la-explotacion-nacional-de-cobre/