Al flamante ministro de Salud y amigo personal de Francisco Pérez le quedan poco menos de dos años para iniciar cambios profundos en una de las áreas públicas más conflictivas y complejas. Por eso Matías Roby se fijó por delante la misión de otorgarle agilidad al sistema de salud pública, a través del otorgamiento de turnos mediante un sistema on line y la programación de cirugías el día sábado.
Y si bien aclaró que tiene buena relación con las referentes gremiales Raquel Blas e Isabel del Pópolo, ya adelantó una iniciativa que dará lugar a la controversia: el pago por productividad a los médicos.
El médico deportólogo fue el último de los ministros con el que Pérez renovó su gabinete y con él se cierra el círculo de confianza con el que el gobernador ha buscado fortificar la gestión para la segunda parte de su mandato -junto a Rodolfo Lafalla, que asumió el viernes pasado en Gobierno-. Se trata de uno de los cambios más jugados por el mandatario: no sólo por la amistad personal de 34 años que mantienen entre sí, sino además porque se hace cargo de una cartera «caliente». Pérez ya le dio carta para avanzar. De hecho, el gobernador aseguró que «hace falta una reforma profunda» en el sistema de salud.
El discurso inaugural de Roby deja traslucir una crítica a la ineficiencia que tiene el sistema de salud estatal en varios aspectos. En lo presupuestario, por ejemplo, detalló que «es una locura» que el 78 por ciento se vaya en gastos corrientes. Por eso, entre las primeras medidas que anunció, figura la contratación del sistema de gestión Aquarius, implementado en otras provincias y que será costeado por la Nación.
Con este software, Roby quiere mejorar el otorgamiento de turnos y sacarse el lastre de las filas de madrugada en los efectores públicos a través de la atención telefónica y on line. La decisión final la tomará en 48 horas, según indicó el mismo funcionario. «Quiénes van a administrar los turnos, serán los pacientes», aseguró.
La productividad de los médicos
A su vez, quiere ponerse al día con las cirugías en los hospitales públicos y señaló que desde el sábado ya se realizan operaciones, que luego quiere trasladar al resto de los efectores. Roby destacó, precisamente, que quiere un cambio en la mentalidad del empleado público que trababa en Salud y explicó que buscará pagarle por productividad, más que por la cantidad de horas de trabajo.
«Tiene que ver con un cambio cultural, en cuanto a darse cuenta y asumir como propio que no importa tanto la hora a la que llegaste y a la que te vayas, sino lo que hiciste», aseguró.
Se tratará de un tema que Roby quiere debatir en una mesa provincial de Salud que incluirá a los gremios. Pero por lo pronto, agregó para la polémica: «Hoy se sabe que hay profesionales que cobran muy alto. Ahora, yo me pregunto ¿Son altos esos sueldos o están acordes a lo que producen? Porque si cobrás 60 mil pesos y operás a 30 pacientes, no es caro. Si cobrás 60 mil y operás a un paciente cada dos meses, es una fortuna. Se viene una etapa de sinceramiento», destacó.
Para ello, se elaborarán indicadores de producción que serán cotejados en el nuevo software que el ministro quiere implementar. «Uno puede, en tiempo real, saber qué está pasando en los centros de salud de la provincia, y qué está atendiendo cada profesional en la semana y en el mes», agregó.
La crítica de Roby, que arriba a la función pública desde el sector privado, apunta a la ineficiencia en varios aspectos. El deportólogo confió, por caso, que el recurso humano «está mal» distribuido. «Hay que redistribuir y ponerse la camiseta», aseguró pero luego baja un cambio: «No se trata de ir con el cuchillo en la panza, tenés que seducir».
En cuanto a los medicamentos, también recalcó que tiene que repensarse la logística. «Estoy convencido que no falta plata para comprar cosas, sino que están mal distribuidos los recursos. A veces, tenés que patear el tablero para hacer las cosas. Estoy convencido de que las pequeñas grandes cosas son las que complejizan el sistema».
Los hospitales serán gerenciados
Roby confirmó que habrá más cambios en el ministerio de Salud a partir de su arribo. Por lo pronto, confirmó que el subsecretario de Coordinación Administrativa será Diego Alvarez y que la subsecretaría de Gestión estará a cargo de Oscar Renna. Se trata de dos funcionarios que hereda de la gestión de Carlos Díaz Russo y que suben de puesto.
Renna era director de hospitales y Alvarez el jefe de gabinete del ministro saliente, su interlocutor.
Aunque confirmó al titular de la OSEP, Alberto Recabarren, el ministro adelantó que se vienen cambios en la obra social más importante de Mendoza. Por lo pronto, habrá reuniones de trabajo con el médico malargüino.
Entre los cambios que augura, se encuentran la dirección de los hospitales públicos. Con una impronta obtenida en la gestión privada, Roby quiere que los hospitales mendocinos sean conducidos por un director administrativo -con un perfil de contador o administrador de empresas- y un gerente médico.
Este es el modelo que ya gerencia el principal hospital mendocino, el Central, con Eduardo Alonso y Eduardo Batalla, respectivamente. También el Fleming, bajo la órbita de la Osep, será incluido en este nuevo perfil. Roby no dio nombres de los nuevos gerentes, pero aseguró que vienen del sector privado.
Por eso, el flamente funcionario insiste que quiere dar un «cambio cultural» y animar a los médicos. Hasta adelanta que habrá cursos de coaching, tal como se implementa en las empresas privadas. «Vamos a trabajar muy fuerte para que los hospitales públicos sean competitivos. Y que la gente elija de operarse en el Central y no en tal o cual clínica privada. Tiene que ver con un cambio cultural y no significa privatizar la medicina estatal», destacó.
Fuente: El Sol
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