Por normal general, somos conscientes de las consecuencias que puede tener en nuestra salud la contaminación del aire exterior. Pero, aún no hemos interiorizado que la contaminación del aire interior también puede tener efectos importantes y perjudiciales. Y debería ser todo lo contrario, porque la mayoría de personas pasa un 90% de su tiempo en entornos cerrados como las oficinas, el gimnasio, las consultas médicas o las escuelas.
Si nos viene a la mente una habitación de hospital, incluso un quirófano, seguramente lo primero que visualizaremos será su extremada limpieza. Y esto no solo hace referencia a los utensilios médicos, máquinas y sábanas.
También se incluye el aire que se respira en los hospitales o centros de salud. Y este es un tema clave porque, muchos pacientes llegan a estos centros portando diversos virus que pueden propagarse fácilmente si no se toman precauciones.
O, todo lo contrario: algunas personas acuden con un sistema inmune muy débil y, cualquier contacto con patógenos, puede empeorar su situación. Los gases, virus o contaminantes biológicos pueden causar dolor de cabeza, incluso agravar las alergias o el asma.
Pero ¿qué es una buena calidad del aire en interiores? Y ¿cómo se consigue que el aire de los hospitales esté libre de todas estas bacterias y virus? De entrada, fíjate: las ventanas en los hospitales no se pueden abrir. Con esta medida, por ejemplo, se intenta evitar que entre contaminación, polvo o virus de la calle y que esto perjudique a los pacientes. Pero no es suficiente.
Existen muchos factores relacionados con una buena calidad del aire como la temperatura, la humedad, el polvo o la contaminación. Aun así, la calidad del aire es difícil de medir. La forma más común es observar la concentración de CO2 existentes en las estancias.
Normativa rigurosa y diseño a medida
Para asegurar lugares cerrados confortables y saludables hay que apostar por aquellas innovaciones que permiten controlar mejor las condiciones de todos estos espacios. Y es que, en los hospitales y centros sanitarios es vital ir un paso más allá de, por ejemplo, cerrar las ventanas y mantener las superficies limpias.
Según las leyes que rigen el diseño de estos centros, hay que renovar el aire 12 veces cada hora para reducir al máximo las posibilidades de contraer una infección. Vital, porque el porcentaje de personas que contraen una infección en hospitales es del 6% y la vía aérea es uno de los principales medios de transmisión.
Es decir, ante tal contexto, la única solución definitiva para asegurar una correcta expulsión del aire interior es usar unidades de tratamiento de aire, como las de Systemair, que forman parte de los sistemas de ventilación forzada. Y es que muchos virus como la gripe o el resfriado se propagan a través de pequeñas gotitas respiratorias y partículas suspendidas en el aire. Equipos como los Geniox evitan que estos patógenos puedan acumularse y propagarse más fácilmente por la vía aérea cuando los espacios interiores están mal ventilados.
Las unidades de tratamiento de aire Systemair fuerzan dicha ventilación y se encargan de introducir aire del exterior, filtrarlo, introducirlo en el interior, y de expulsarlo de nuevo a la calle. Además, si el sistema de ventilación es de uso para uso en hospitales o centros de salud, estos equipos tienen unas características especiales.
Están hechos a base de materiales tanto con altas capacidades anticorrosivas como materiales plásticos que evitan la formación de moho. Por otro lado, cuentan con un interior sin recovecos. Esto es para que no se acumule suciedad y se tenga mayor accesibilidad a la hora de hacer revisiones y limpiezas profundas.
Las unidades de tratamiento de aire de Systemair diseñadas para actuar en los hospitales, y que no se transmitan virus y bacterias, pueden reforzarse opcionalmente con filtros virucidas como los DELTRI+ y así garantizar una salubridad máxima del aire.
Y es que esta gama de unidades de tratamiento de aire Geniox está certificada por las estrictas normas de clasificación de Eurovent y demuestra que la higiene es una prioridad de salud.
Fuente:https://www.elmundo.es/uestudio/2024/11/12/67336b26e9cf4ac0508b4579.html