El Gobierno decidió frenar la importación de tomates, algo que había anunciado el miércoles. El secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, se reunió esta tarde con representantes de la cadena productiva y les comunicó que no se importarán tomates de Brasil, algo distinto a lo que había expresado el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hace menos de 48 horas.

“Queremos aclarar que el Gobierno va a evaluar cualquier alternativa, entre ellas la posibilidad de importar algunos productos que puedan escasear por cuestiones estacionales o de cualquier índole. Pero, en la medida que el mercado local pueda cumplir con el abastecimiento y el precio de referencia acordado, no habrá necesidad de llevar adelante ninguna de estas medidas”, sostuvo Costa tras una reunión con los productores.

De esta forma, el Poder Ejecutivo cambió por completo su visión sobre las medidas que adoptará para mantener el precio del tomate. El miércoles, Capitanich expresó que “la Presidenta instruyó al ministro Axel Kicillof para que, a través del Mercado Central de la República Argentina, propicie la importación de tomates de Brasil para garantizar abastecimiento y precio a los consumidores”.

De acuerdo con estas afirmaciones, la importación era algo que el Poder Ejecutivo iba a concretar a la brevedad. Ayer, Costa, un protegido del ministro de Economía –Axel Kicillof– reconstruyó lo que había dicho Capitanich.

“El jefe de gabinete y el ministro de Economía anunciaron que a partir de la instrucción de la Presidenta el Gobierno iba a llevar adelante todas las políticas necesarias para garantizar el programa de “precios cuidados”, expresó el funcionario. “Una de esas alternativas era la posibilidad de importar el producto faltante que dado que que nos habían alertado sobre el tomate se menciona el tomate”, dijo. En lugar de un hecho a concretar, se pasó a sólo una posibilidad a barajar.

Fuente: Clarín