Este año se busca que exista apoyo de la lactancia materna a mujeres que sufren desigualdades, para que amamantar funcione como igualador y cierre brechas en la sociedad.
En la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el Ministerio de Salud y Deportes adhiere al lema Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones. La consigna se centra en la importancia de que todas las madres que así lo deseen puedan amamantar con éxito a sus hijos, independientemente de las circunstancias diversas de cada mujer y cada familia.
Este año se busca que exista apoyo de la lactancia materna a mujeres que sufren desigualdades. Asimismo, que amamantar funcione como igualador para cerrar brechas dentro de la sociedad. De modo tal que el objetivo será que personas y organizaciones se comprometan a realizar acciones a favor de los grupos vulnerables, para reducir desigualdades.
La Alianza Mundial por la Lactancia Materna (WABA es la sigla en inglés de World Alliance for Breastfeeding Action), entidad que trabaja conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef, destaca la importancia del trabajo en red para apoyar a madres lactantes. Afirma la importancia del acompañamiento familiar, social y comunitario en las primeras semanas de la lactancia, ya que las mujeres pueden generar intención negativa ante el amamantamiento.
Varios estudios apuntan a que el índice de abandono de la lactancia durante las primeras tres semanas es excesivamente alto y señalan como causas más probables la falta de información y apoyo.
Los factores subyacentes en la desigualdad de la lactancia tienen que ver con que vivimos en un mundo donde la mayoría de las mujeres eligen amamantar. Sin embargo, pocas pueden hacerlo durante todo el tiempo que desean, ya que, en muchos casos, mientras más pobres son, menos probabilidades tienen de alcanzar sus objetivos de lactancia, por tener que cumplir tareas que brinden sustento económico al hogar. Esta desigualdad tiene determinantes estructurales, interpersonales y comunitarios.
Las mujeres con bajo nivel de ingresos podrían tener dificultades para acceder a una nutrición adecuada, atención sanitaria, información y apoyo durante el embarazo y el posparto, incluida la lactancia. Por otra parte, carecen de recursos para comprar sucedáneos de la leche materna. Aunque también, en el caso de las de mayores ingresos, el no amamantar a sus bebés muchas veces está relacionado con estar expuestas a información errónea.
En el caso de mujeres que padezcan afecciones de la mama o algún tipo de discapacidad, debe recibir acompañamiento de profesionales idóneos como también de grupos de lactancia. Es por eso que los bancos de leche humana para atender a niños prematuros y enfermos cumplen una función primordial.
Por todo ello, hay que apoyar a las madres trabajadoras implementando sitios laborales amigables con a la lactancia materna. También, generar grupos comunitarios de apoyo entre iguales y acompañarlas en las primeras semanas de posparto para que pueden resolver las dificultades que se les presenten. Esto ayudará a cerrar la brecha en las tasas de lactancia materna.