Aníbal Greco / Enviado Especial – LA NACION
Serán 136 atletas los que emprendan una nueva aventura olímpica desde este miércoles; el deseo de recuperar el oro perdido y tres equipos con grandes chances de podio
Son los “protegidos”, los que se mantuvieron exentos de cualquier cimbronazo de presupuesto por una decisión de política deportiva. Los 136 atletas argentinos (103 varones y 33 mujeres) que participarán desde este miércoles en París 2024 quedaron resguardados en una burbuja, en medio de un escenario preocupante para esta área, al punto que el Cenard –la denominada “casa del deporte argentino”- continúa en un estado deplorable y no tiene agua caliente, según denunció el voleibolista Luciano De Cecco, uno de los dos abanderados de la delegación.
Por fuera de este grupo de “excelencia olímpica” –así se denomina la beca que reciben-, una buena parte de los deportistas que luchan desde abajo afronta un panorama bastante sombrío. Las urgencias económicas siempre están latentes para los de menos cartel, en medio de sus avances y retrocesos en el alto rendimiento. Las autoridades de ese triángulo que componen la Secretaría de Deporte, el Comité Olímpico Argentino y el Enard saben que la gran deuda cuando terminen estos Juegos será atender las necesidades de las clases “media y baja” de los deportistas albicelestes, aquellos que no llegaron a París. Los dirigentes son conscientes de que el presupuesto asignado en 2024 de 11 mil millones de pesos no es suficiente para atender todas las necesidades.
Ahora, con la mira en la agenda más caliente, estos 136 olímpicos “cuidados”, que participarán en 22 deportes de París 2024, conforman una expectativa moderada a la hora de ubicarse en el medallero universal. Por lo pronto, el principal desafío de la delegación será recuperar el oro perdido en Tokio 2020, si se considera que la Argentina se había acostumbrado a subirse a lo más alto del podio desde Atenas 2004 y hasta Río 2016, de la mano de grandes candidatos (La Generación Dorada, la selección de fútbol o la judoca Paula Pareto) y de algún atleta que no estaba en los planes, con el taekwondista Sebastián Crismanich como máximo ejemplo.
Las perspectivas del Comité Olímpico Argentino son discretas y van a tono con un mensaje realista, sabiendo que no es tiempo de ilusionarse por demás. Su presidente, Mario Moccia, mencionó a La NACION: “Es difícil hablar de medallas, pero estimo que vamos a tener chances de obtener tres o cuatro. Veremos qué pasa en cada evento con los cruces en las instancias decisivas. No tenemos una gran figura mundial, excepto algunos futbolistas, los jugadores del rugby seven y las Leonas, que es un equipo consagrado. Y los del voleibol, con algunos muy experimentados y de cuatro Juegos Olímpicos, como De Cecco y Facundo Conte, que seguro van a dejar la vida”.
En una entrevista con LA NACION realizada en marzo pasado, Diógenes de Urquiza, responsable del ENARD y recientemente nombrado subsecretario de Deporte en reemplazo del eyectado Julio Garro, proyectaba: “A pesar de que es muy difícil, seguro que los Pumas 7s tienen posibilidades. En el yachting… no los quiero quemar, pero Eugenia Bosco y Mateo Majdalani están trabajando muy bien en el Nacra 17. En hockey, veo a las mujeres con más chances que los hombres, pero a ellos los miro entrenarse todos los días muy, muy fuerte. En judo y en taekwondo puede haber alguna sorpresa. Y al tenis le tengo mucha fe en algún dobles”.
Hay que empezar hablando de los deportes de equipo para entender un posible envión ganador de la Argentina. El fútbol sería un candidato lógico al oro, si se contempla a Julián Alvarez como estandarte, más otros dos campeones del mundo como Nicolás Otamendi y Gerónimo Rulli, sumado a un plantel de jerarquía. Sin embargo, genera dudas la gestión del DT Javier Mascherano, que viene teniendo un ciclo errático, con más frustraciones que éxitos.
En el rugby 7s, las expectativas son enormes porque existe una base sólida y grandes resultados: los dirigidos por Santiago Gómez Cora terminaron subcampeones en la temporada del Circuito Seven que se cerró en Madrid y, además, el plantel recuperó a su principal estrella, Marcos Moneta, tras recuperarse de una fractura de peroné. En tanto, las Leonas están siempre cerca de dar el zarpazo pero, una vez más, resultará un trabajo arduo arrebatarle el cetro a Países Bajos, el gran dominador entre las mujeres.
Hasta allí –fútbol, rugby 7s y hockey sobre césped- los tres conjuntos nacionales con posibilidades ciertas de oro. Y en un segundo escalón, dos equipos capaces de aspirar alto: el voleibol –bronce en Tokio 2020- suele aparecer en momentos cruciales y Los Leones pueden perfilarse si pisan fuerte en el debut ante el muy complicado Australia. Restan Los Gladiadores del handball, en teoría la selección con menos chances de avanzar debido a un grupo infernal, casi imposible, animado por potencias como Francia, Noruega, Dinamarca, Francia y Hungría.
Desde las aguas del Mediterráneo pueden llegar buenas noticias con la pareja del Nacra 17 integrada por Mateo Majdalani y Eugenia Bosco. Instalados desde hace meses en Marsella, los “bendecidos” por Santiago Lange, oro junto a Cecilia Carranza en Río 2016, se sienten candidatos y medirán habilidades en el trimado de las velas frente a Italia, el gran favorito.
Ninguno de los tenistas ofrece garantías, pero Sebastián Báez, ganador de dos títulos ATP este año y el que más triunfó en polvo de ladrillo en el ATP Tour en 2024, es el que llega con mejores antecedentes. Y Tomás Etcheverry fue cuartofinalista el año pasado en Roland Garros, escenario de la acción olímpica. El coach Guillermo Coria tomó una decisión polémica e inexplicable desde lo deportivo al prescindir de Horacio Zeballos, el doblista N°1 del mundo, y en cambio apostó por una pareja experimentada como Machi González y Andrés Molteni.
El taekwondista Lucas Guzmán llegó a pelear por el bronce en los últimos Juegos y Agustín Vernice es un canotista de clase mundial que enhebró una trayectoria siempre ascendente en su prueba de K1 1000, mientras que será interesante conocer la evolución de Fernanda Russo en tiro (rifle de aire 10 metros) en su tercera incursión olímpica. No sería ilógico que Emiliano Grillo y Alejandro Tosti, dos miembros del PGA Tour, se metan en la pelea en el campo de Le Golf National. Y uno de los tapados puede ser José “Maligno” Torres, el primer argentino en obtener la medalla de oro en BMX freestyle en los X Games y ganador de la medalla dorada en los Panamericanos de Santiago 2023.
Argentina está cada vez más lejos en los deportes madre: en el atletismo se perseguirá mejorar marcas personales, en la gimnasia artística no hay representantes, mientras que la natación se explicará solo por una apuesta a futuro, con Ulises Saravia (18) y Agostina Hein (16), más allá de la primera participación olímpica de Macarena Ceballos (29). En este contexto, la delegación tiene una ausencia que duele: no hay representantes en el boxeo, el deporte que más alegrías le dio a nuestro país en la historia, con 7 medallas de oro, 7 de plata y 10 de bronce. Llegó el momento de competir.
Gastón Saiz
Fuente:https://www.lanacion.com.ar/deportes/suenos-y-expectativas-a-que-va-a-jugar-la-delegacion-nacional-en-los-juegos-olimpicos-2024-nid23072024/