El champiñón (Agaricus campestris) es el hongo más conocido, dado que fue el primero en consumirse en Occidente, concretamente en Francia en el siglo XVII. Tiene múltiples propiedades para la salud y se puede encontrar fresco y en conserva durante todo el año.
Las principales características que lo hacen fundamental en nuestra dieta son que refuerza las defensas inmunológicas y previene el cáncer, debido a su alto contenido en selenio. Además, presenta una concentración en vitamina D óptima. Esta vitamina tiene una función reparadora del ADN e impide mutaciones malignas que derivan en cáncer.
Otra de las bondades que presenta es que contribuye a la mejora de la diabetes. Su alto contenido en fibra favorece especialmente a los diabéticos que, con su ingesta, regulan los niveles de azúcar e insulina en sangre.
Propiedades del champiñón
En lo que se refiere al aporte nutricional, el champiñón es un alimento con un importante aporte de agua y vitamina B2.
- Agua (93,35%). Favorece la hidratación de nuestro organismo, al que debemos abastecer, incluyendo el consumo a través de los alimentos, con una cantidad de agua que oscila entre los 2,7 y los 3,7 litros, dependiendo de cada constitución, de la actividad física.
- Vitamina B2 (o riboflavina). Favorece la actividad oxigenadora intercelular, mejorando el estado de las células del sistema nervioso y colaborando en la regeneración de tejidos como piel, cabello, uñas y mucosas, y de forma especial en la integridad de la córnea, contribuyendo de esta manera a mejorar la salud visual. Esta vitamina interviene además en la transformación de los alimentos en energía, y complementa a la vitamina E en su actividad antioxidante, y a las vitaminas B3 y B6 en la producción de glóbulos rojos, ayudando a mantener el sistema inmune en buen estado.
- El resto de nutrientes presentes en menor medida en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: vitamina B3, yodo, potasio, sodio, selenio, fibra, fósforo, vitamina B9, vitamina B, hierro, magnesio, proteínas, vitamina C, vitamina B6, ácidos grasos poliinsaturados, cinc, calcio, calorías, grasa, vitamina E, ácidos grasos saturados, hidratos de carbono y ácidos grasos monoinsaturados.
Beneficios para la salud
- En general las setas se componen en un 90% de agua, tienen entre un 3 y un 5% de hidratos de carbono, entre un 2,5 y un 6% de proteínas y aportan aproximadamente unas 45 calorías por cada 100 g.
- Entre sus beneficios, desde el punto de vista nutricional, destaca principalmente su elevado aporte en proteínas consideradas de alto valor biológico al contener altas concentraciones de aminoácidos esenciales.
- Lo más interesante de los alimentos ricos en estas proteínas completas es que permiten al organismo fabricar sus propias proteínas y estimulan así un interesante proceso muy necesario mientras que las otras, incompletas, no realizarían esa función.
- Otra de las virtudes que aportan es su riqueza en sales minerales esenciales: hierro, fósforo y potasio, mientras que son bajas en sodio, por lo que son adecuadas para dietas bajas en sal.
- Asimismo suponen una excelente fuente de oligoelementos entre los que destaca el cinc, tan necesario en nuestro organismo. Este oligoelemento es muy importante dado que refuerza el sistema inmunitario, ayuda al crecimiento de las células y, sobre todo, a la cicatrización de heridas.
Aporte Nutricional 100 gr (Agaricus bisporus)
- Energía 27,47 Kcal
- Potasio 255,50 mg
- A 0,00 µg
- Proteínas 3,81 g
- Fósforo 97,00 mg
- B1 0,06 mg
- Hidratos 0,31 g
- Fibra 1,70 g
- B2 0,25 mg
- Agua 93,35 g
- Grasa 0,85 g
- B3 4,11 mg
- Calcio 14,90 mg
- B6 0,08 mg
- Hierro 0,90 mg
- B9 15,50 µg
- Yodo 8,85 µg
- Magnesio 13,60 mg
- C 2,85 mg
- Cinc 0,38 mg
- Selenio 7,90 µg
- E 0,13 µg
- Sodio 163,45 mg
Gentileza. www.susanaperucca.com.ar