La arquitectura y el cine es una relación de larga data. El cine muestra y recorre espacios y más que espacios “lugares”. Muchos edificios emblemáticos nos contextualizan en el tiempo también o ciertos monumentos, como el Obelisco, nos sitúan inmediatamente en temporalidad y lugar.
En nuestra región, la arquitectura de las bodegas y viñedos invita a visitar la producción insignia de nuestra tierra. Por su parte, el Departamento General de Irrigación posee una fuerte identificación con Mendoza a través de sus cauces y embalses. En este caso, el protagonista espacial de una producción cinematográfica, hecha en la provincia, fue el edificio de Sede Central del organismo.
La película “El Tormento”, dirigida por Mariano Cócolo, y protagonizada por el mendocino Walther Daine, Luis Ziembrowky y la cordobesa Eva Bianco se filma íntegramente en Mendoza. En coproducción con Chile y México se filmó en el puesto Las Lajas de Valle del Sol (Las Vegas), en el Cine Teatro Plaza y en casas particulares del Gran Mendoza. El equipo es de 17 personas y comenzó el 14 de mayo.
Los escenarios elegidos en el edificio de Irrigación de calle Barcala y España de la ciudad de Mendoza se establecieron en tres ámbitos: la sala de mantenimiento del edificio, el archivo general, que tiene documentos de 1885, y la División Documentación, Patrimonio y Cultura del Agua que alberga la biblioteca de Irrigación. Estas locaciones se ubican en el subsuelo del edificio, lo que otorga una perspectiva alejada de las exigencias estéticas y morales que imponen el mainstream y resignifica la idea del contexto sociocultural y económico de la Argentina de los años ’90 que pide el relato.
El edificio
En 1943, en el Departamento General de Irrigación se iniciaron distintas acciones para dotar a la institución de un edificio con espacio suficiente para contener todas las oficinas a cargo de la administración del recurso hídrico en Mendoza. De este modo, se acudió a la experiencia y profesionalismo de un pujante grupo de arquitectos que se consolidó en Mendoza en la década del ’30.
Fue así que, con el apoyo de los ingenieros de Irrigación para los cálculos de estructura, el arquitecto Ewald Weyland, director de la Dirección Provincial de Arquitectura, firmó como aprobados en 1944 los planos realizados por su equipo. Según consta en publicaciones de la época, se constituiría el primer edificio, para una repartición del gobierno provincial, proyectado como “una fiel expresión de la arquitectura moderna”.
El 31 de mayo de 1945, autoridades provinciales junto a una gran concurrencia, realizaron el acto de colocación de la piedra fundamental que marcó el inicio de obras. La obra del edificio se terminó en agosto de 1947 y con un gran acto se inauguró el 2 de octubre del mismo año.