El debate se cerró esta semana sin dictamen, con lo cual se agotó el tiempo reglamentario para votar la norma antes del 25. La Rosada acudió en ayuda de la vicepresidenta y se aproxima un fin de semana de negociaciones intensas. Ahora apuntan al martes.
El sueño de la Casa Rosada de llegar al Pacto de Mayo con la “ley bases” sancionada por el Congreso quedó este jueves definitivamente enterrado. Al cabo de tres rondas informativas en el Senado donde solo se oyeron críticas al proyecto emblema de Javier Milei y al paquete fiscal que lo acompaña, el oficialismo no logró cerrar los acuerdos para dictaminar y se agotaron los tiempos para sesionar la semana próxima.
Con el sabor amargo de una gesta incompleta, el Gobierno jugó una carta tardía y empoderó a Victoria Villarruel para terminar de destrabar las negociaciones con la oposición no kirchnerista. La vicepresidenta había sido apartada de las tratativas, pero ante el escenario crítico que enfrentan las leyes empezará a militar los votos que faltan.
En búsqueda de ese auxilio fue que desembarcaron en el despacho de Villarruel el ministro del Interior, Guillermo Francos, el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzábal. La vicepresidenta también recibió, posteriormente, a su par de Diputados, Martín Menem, para comenzar a aceitar el “operativo retorno” de los dos proyectos en segunda revisión.
Al cónclave con funcionarios se sumó, una vez empezado, una senadora del PRO que hace punta en el debate: la porteña Guadalupe Tagliaferri. A contramano del apoyo incondicional que muestra el jefe de la bancada, el cordobés Luis Juez, Tagliaferri trabaja para corregir los proyectos y fue la encargada de comunicarle a los enviados del Poder Ejecutivo la noticia que no querían escuchar: este jueves no habría dictamen.
Dado que el reglamento del Senado establece una ventana temporal de siete días entre la firma de un dictamen y su tratamiento en el recinto, al no haber despacho esta semana quedó técnicamente desechada la posibilidad de sesionar la próxima, como alentaba La Libertad Avanza en un plan que pecó de optimista.
Ahora, el oficialismo apunta a dictaminar el próximo martes, pero para eso deberá atender un aluvión de pedidos de modificaciones de la UCR y los bloques minoritarios que son clave para la votación. Varios de estos senadores advierten, con preocupación y desconcierto, que aún no hubo respuestas concretas a sus planteos. Se aproxima un fin de semana con teléfonos abiertos.
Entre los que aguardan señales del Ejecutivo están la cordobesa Alejandra Vigo, el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos “Camau” Espínola, que integran el bloque Unidad Federal. El apoyo de Vigo y Kueider es clave porque tienen firma en las comisiones que intervienen, y el oficialismo necesita reunir la mitad más uno de adhesiones en cada una de ellas.
Otros senadores determinantes para la votación son los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano. Son dos legisladores que accedieron a sus bancas a través de un acuerdo con el gobernador Claudio Vidal, pero no le obedecen directamente.
Hoy por hoy, ni Carambia ni Gadano (que votarán en tándem) están dispuestos a acompañar las leyes así como están. Además, reclaman que la “ley bases” y el paquete fiscal se traten en dos sesiones separadas, y amenazan con no dar quórum si Villarruel no se los concede. De hecho, ya sondearon a otros senadores para que se sumen a la estrategia.
Según supo este medio, ambos tienen decidido votar en contra de todo el paquete fiscal, porque lo reducen a la restitución del impuesto a las Ganancias, rechazada por todos los patagónicos. Tampoco acompañan las facultades delegadas, las privatizaciones ni la reforma laboral, y quieren cambios al RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones).
Por su parte, la UCR quedó en una posición incómoda porque, en pleno tratamiento legislativo, el Gobierno solo destrabó giros presupuestarios para la UBA (Universidad de Buenos Aires) y no para todas las universidades. “No es lo que se había acordado”, lamentó una fuente cercana al titular del partido, Martín Lousteau, quien se había reunido a solas con Francos.
Mientras tanto, se desarrolló en el Salón Azul el último plenario informativo de las comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda, donde pasaron casi veinte nuevos expositores. El oficialismo amagó con tratar este mismo jueves el paquete fiscal en Presupuesto, pero tuvo que levantar esa reunión por la prolongación de la otra, que duró más de diez horas.
Una de las disertantes de este jueves fue Estela De Carlotto. Invitada por Unión por la Patria, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo pidió a los senadores que intervengan en defensa del Banco Nacional de Datos Genéticos, uno de los organismos que quedarían a tiro de ser suprimidos si no se lo incorpora en un listado de excepciones que el Gobierno tuvo que incluir a la fuerza en el artículo 3 de la “ley bases”.
Asimismo, autoridades de las cámaras de tabaco de Salta y Jujuy se expresaron a favor del capítulo que introdujo la oposición en Diputados para aumentar la tasa del impuesto interno sobre los cigarrillos del 70% al 73% y elimina el impuesto interno mínimo, con el fin de terminar con la distorsión generada por las cautelares que benefician a Tabacalera Sarandí, la empresa del “Señor Tabaco” Pablo Otero.
«Principio de revelación» para el Pacto de Mayo y veto a la Ley Bases: el último plan de Milei
El Presidente se mostró optimista por la marcha de la economía y habló de levantar el cepo. La convocatoria al acto por el Pacto de Mayo y una estrategia para la ley que trata el Senado
Un clima de euforia y optimismo extremo se apoderó de la Casa Rosada en estos días por los datos favorables de la economía y el presidente Javier Milei empezó a armar una estrategia definida de cara a un Pacto de Mayo ampliado. En ese contexto, se evalúa el fantasma del veto presidencial ante la Ley Bases y se fijó un horizonte donde la salida del cepo -«cada vez más cerca», dicen- ayudará a sumar inversión extranjera.
Con los datos de la inflación del 8,8% a la baja en la mano y una disminución del riesgo país, Milei se animó a desafiar a la dirigencia política: por más que el Congreso no logre aprobar antes del 25 de mayo la Ley Bases y el paquete fiscal, el Gobierno realizará el acto en Córdoba y una vez que se aprueben las leyes se firmará el Pacto de Mayo ampliado.
En el primer piso de la Casa Rosada se elaboró lo que Milei y sus colaboradores cercanos llaman el «principio de revelación». Es decir, exponer o revelar ante la sociedad el nombre y apellido de aquellos dirigentes que no quieren acodar los diez puntos de entendimiento para la Argentina que viene y que se proponen en el Pacto de Mayo.
El Senado y Córdoba
Esto es: que el «principio de revelación» será en la práctica «dejar en evidencia el funcionamiento de la casta«, según las palabras de un estrecho asesor del Presidente.
En la práctica, el Gobierno cursará invitaciones a gran parte de la dirigencia política, a los gobernadores aliados, empresarios e incluso a los sindicalistas para el acto del Pacto de Mayo en Córdoba. Más allá de que no se firme ese día el documento con 10 puntos de acuerdo que propone Milei ampliados a otros relacionados con educación y producción, la idea de la Casa Rosada es dar una muestra de coherencia en el llamado presidencial.
Milei se guarda la herramienta del veto presidencial
En paralelo a esto el Senado trabajará por aprobar la Ley Bases con cambios que deberá aprobar después la Cámara de Diputados. El Poder Ejecutivo se resigna a esto.
Sin embargo, fuentes calificadas del Gobierno admitieron ante El Cronista que no temen que haya cambios en la Ley Bases porque Milei se guarda la herramienta del veto presidencial.
«Esperemos no tener que usar el veto presidencial porque es una herramienta de la cual no hay que abusar y menos en la primera ley que va a sacar el Gobierno. Pero si hay modificaciones que escapan por mucho al espíritu de la ley original el veto a algún articulado estará disponible«, explicó ayer un encumbrado funcionario del Gobierno.
Optimismo y plan de gobierno
Ayer Milei se mostró extremadamente optimista en el almuerzo del CICyP en el Hotel Alvear: defendió su plan de gobierno, rechazó la idea de un atraso cambiario y adelantó que el levantamiento del cepo «está cada vez más cerca».
El Presidente se mostró exultante con el 8.8% de inflación y la baja del riesgo país. «Estamos recomponiendo precios relativos. Los que le pifiaron es más fácil decir que no hay plan de estabilización», dijo en una arenga dura contra los economistas que preveían un panorama más oscuro y hablaban de devaluación.
«Somos solventes. Y de eso el mercado se dio cuenta. El riesgo país de 2900 puntos cayó a 1200 puntos. Los bonos que costaban 18 dólares cuando ganamos ahora cuestan 60«, arremetió el Presidente ante los empresarios.
Así, el jefe de Estado deslizó los próximos pasos a dar: el levantamiento del cepo puede darse en «capas» como se le escuchó decir al jefe de Gabinete, Nicolás Posse en la última reunión de Gabinete. Será la «llave maestra» para atraer inversores, se entusiasman en la Casa Rosada. También Milei adelantó que «no voy a ser un intervencionista. Voy a ser un liberal libertario», dijo.
El clima de euforia que hay en el Gobierno le da pie a Milei para avanzar con un acto por el Pacto de Mayo, amenazar con el eventual veto parcial a una Ley Bases que haya modificado el Senado
Fuente Diario Los Andes