El Proyecto Andes agrupa 55 campos maduros en 13 clusters. Hay más de 60 empresas interesadas. El pago “en especias” avanza como opción.
El cartel de “en venta” ya está puesto en 55 yacimientos de YPF en la Patagonia y Mendoza, repartidos en 13 clusters y con inversores nacionales e internacionales mirándolos con atención. Para la empresa controlada por el Estado nacional, el proceso no está cerrado y podrían ponerse a disposición más bloques y negociar un modelo de pago “en especias”.
YPF confirmó que ya hay al menos 60 compañías que se interesaron en el Proyecto Andes, tal el nombre de este plan de desprendimiento de campos maduros. El número podría crecer. Hay interés genuino de muchas firmas especializadas en el segmento convencional, aunque hay otras gigantes que “se metieron de chismosas”, cuentan por lo bajo en la industria. El proceso lo lleva adelante el banco Santander.
El contexto: YPF quiere dar un salto en productividad y caja, por lo que enfocará sus inversiones en Vaca Muerta, donde tiene sus yacimientos más importantes y el potencial es enorme tanto para el petróleo como para el gas. Es así que busca desprenderse de áreas que son de baja productividad o que quedaron en un segundo plano en los últimos años en distintas provincias, particularmente en Chubut, Santa Cruz y Mendoza.
El Proyecto Andes es, según se describe en el documento de Santander, «uno de los pilares del Plan 4×4 definido por YPF», como parte de su estrategia de crecimiento a futuro para la que avanzará «en un proceso de cesión del 100% de su participación en ciertos grupos de concesiones de explotación convencional».
Mendoza y la cuenca neuquina
En Mendoza, hay tres clústers: Mendoza Norte (Barrancas, Río Tunuyán, Ceferino, Mesa Verde, La Ventana y Vizcacheras), Mendoza Sur (El Portón, Chihuido de la Salina, Altiplanicie del Payún, Caladón Amarillo, Chihuido de la Saluda Sur y Confluencia Sur) y Llancanelo (compuesto por Llancanelo y Llancanelo R). Si bien todavía no trascendieron empresas, hay interés local e internacional por la cercanía a la refinería de Luján de Cuyo y su poliducto.
La provincia cuyana tiene un programa de incentivos fiscales que podrían utilizar los nuevos operadores para sus planes de inversión, dado que Mendoza está buscando hace algunos años fortalecer su industria hidrocarburífera. De hecho, YPF está perforando pozos con objetivo en Vaca Muerta, la parte de la roca que llega al sur de esa provincia.
Neuquén y Río Negro tienen dos clústers cada una. En el primer caso, Neuquén Norte (Señal Cerro Bayo, Volcán Auca Mahuida, Don Ruiz y Las Manadas) y Neuquén Sur (al norte de la Dorsal, Octógono y Dadín); en el segundo, en Río Negro YPF ofrece el cluster que integra Señal Picada-Punta Barda y otro con Estación Fernández Oro, un yacimiento que tuvo su apogeo con tight gas, un tipo de recurso no convencional.
De acuerdo a las fuentes de la industria consultadas por el portal Letra P, muchas de estas áreas tienen baja productividad pero existen indicios de que pueden levantar su curva con planes de exploración y retomando algunos proyectos que quedaron truncos por el auge de Vaca Muerta. La cuenca tiene varios exponentes de la producción convencional como la mencionada Aconcagua, Oilstone (encabezada por Diego Garzón Duarte y otros socios con más de 30 años de experiencia en compañía de primer nivel) y President Energy, de capitales británicos.
Volviendo al principio, YPF buscará empresas con espalda financiera y experiencia para transferirle la operación de las concesiones, venderá por clusters (todavía no está cerrado, e incluso podrían ser más de 55 yacimientos) con una transición hasta el fin del contrato o revirtiendo completamente (hay algunas áreas que vencen en 2047) y hay proyectos con alto potencial exploratorio.
Fuente;https://entornoeconomico.com/entorno-economico/que-empresas-pujan-para-entrar-en-los-yacimientos-convencionales-que-deja-ypf-en-mendoza–20245310470