A partir de mayo puede visitarse esta área natural, que integra la Red Mundial de Reservas de Biósfera de la Unesco. Está abierta al turismo en general y a las escuelas. La entrada es gratuita para jubilados y personas con discapacidad.
Ñacuñán es la cuarta reserva de biósfera declarada a nivel nacional. Con más de 12 mil hectáreas, está ubicada en Santa Rosa, a 188 kilómetros de la ciudad de Mendoza. En 1986 fue incorporada a la Red Mundial de Reservas de la Biósfera de la Unesco.
En lo que respecta al turismo y visitas educativas, se puede realizar avistaje de flora y fauna autóctona. Con más de 150 especies de aves, Ñacuñán es el lugar para la fotografía de naturaleza, practicar senderismo y conocer las actividades científicas dirigidas por el Conicet.
Flora y fauna
La vegetación de Ñacuñán crece sobre suelos arenosos y arcillosos, lo que determina dos comunidades diferentes: los algarrobales y los jarillales. Además, hay arbustos como llaullines, verbena áspera, zampa, piquillín y atamisqui.
La fauna se compone principalmente de aves, ya que provee refugios para la nidificación y alimentación. También hay abundancia de otros animales, como cuises, piches, ratones de campo, vizcachas, maras, zorros grises, hurones, zorrinos, gatos monteses y del pajonal.
Visitas educativas
Las escuelas interesadas deben enviar un correo electrónico a nacunan@mendoza.gov.ar para recibir la documentación necesaria. No es recomendable ir en días muy calurosos y sí es imprescindible llevar ropa adecuada, protector solar y agua.
Para el turismo en general, el boleto de ingreso se obtiene aquí.
Integrante de la Red Mundial de Reservas de Biósfera
La Reserva de Ñacuñán es la primera área protegida del territorio de Mendoza y es la más estudiada y conocida. Fue creada en 1961 por la Ley Provincial 2821, y desde 1986 pertenece al Programa MAB “El Hombre y la Biósfera” de la Unesco, integrando la Red Mundial de Reservas de Biósfera, que tiene como objetivo principal mejorar las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza.