San Rafael, Mendoza 22 de diciembre de 2024

Estados Unidos vuelve a la Luna medio siglo después del programa Apolo, en directo

El artefacto de Intuitive Machines, ‘Odiseo’, aspira a convertirse en el primero de una empresa privada en lograr el alunizaje

Medio siglo después de la misión del Apolo 17, una nave de Estados Unidos llegará este jueves a la Luna. Se trata del módulo Odiseo, que fue lanzado con éxito la semana pasada por un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX. En caso de culminar la misión con éxito, se trataría del primer alunizaje logrado por una empresa privada, Intuitive Machines, del multimillonario empresario estadounidense de origen iraní Kamal Ghaffarian. La NASA calcula que la llegada se producirá a las 00.24 del viernes, hora peninsular española (18.24 en la costa Este de Estados Unidos y 17.24 en el área central de México). Aquí puede seguirse la señal en directo emitida por la compañía y por la NASA.

El nuevo intento se produce tras unos meses accidentados para otros competidores en la carrera espacial y tras el reciente fiasco de una misión japonesa y otra estadounidenseOdiseo transporta seis aparatos que la NASA quiere colocar sin sustos sobre el polvo gris. El módulo de aterrizaje de Intuitive Machines encendió este miércoles su motor en la cara posterior de la Luna mientras estaba fuera de contacto con la Tierra. Los controladores de vuelo de la sede de la empresa en Houston tuvieron que esperar a que la nave emergiera para saber si el módulo de aterrizaje estaba en órbita o se alejaba sin rumbo, en uno de los momentos más delicados de la misión.

Odiseo va siguiendo su posición mediante cámaras, comparando los patrones de los cráteres con los mapas almacenados y midiendo su altitud con rayos láser sobre la superficie. A unos 1,2 kilómetros del lugar de aterrizaje, la nave pivotará en posición vertical y los sensores buscarán un lugar seguro donde tomar tierra. Durante los últimos 15 metros del descenso, dejará de utilizar la cámara y el láser de medición de altitud para no dejarse engañar por el polvo levantado por el escape del motor. El láser original ha fallado, de modo que la nave tiene que usar un instrumento experimental de la NASA que llevaba como carga. Eso ha provocado un retraso de dos horas en el alunizaje.

Colaboración privada

La NASA ha pasado a subcontratar con empresas privadas gran parte de sus misiones y planea seguir haciéndolo. Intuitive Machines es uno de los 14 proveedores seleccionados para llevar cargas útiles a la Luna a través de su iniciativa CLPS (siglas de servicios comerciales de carga útil lunar). Con ese programa busca que empresas estadounidenses lleven cargas científicas, de exploración y tecnológicas a la superficie y la órbita lunar.

La agencia espacial pretende así obtener nuevos conocimientos sobre el entorno lunar para apoyar futuras misiones tripuladas en el marco de la campaña Artemis. Por ahora, la NASA ha tenido que posponer sus planes de regresar con personas a la Luna, precisamente por la acumulación de problemas técnicos con varias de las empresas implicadas. La última vez en que los astronautas estadounidenses pisaron la Luna fue en diciembre de 1972, con el Apolo 17. Medio siglo después, la aventura espacial continúa.

En esta misión la NASA es el principal cliente, con la mitad de las 12 cargas útiles que transporta Odiseo. Ha pagado a Intuitive Machines 118 millones de dólares por llevar a la Luna sus instrumentos de trabajo. Se trata de una cámara estereoscópica para observar el penacho de polvo que se levanta durante el aterrizaje; un receptor de radio para medir los efectos de las partículas cargadas en las señales de radio; un experimento con funcionalidades para la navegación autónoma en apoyo de futuras operaciones en superficie y orbitales; un conjunto de ocho retrorreflectores que servirá de marcador de posición permanente en la Luna durante décadas; un sensor de descenso y aterrizaje basado en Lidar, un instrumento que funciona según los mismos principios que el radar, pero con láser, y un medidor que utiliza ondas de radio para determinar cuánto combustible propulsor queda en los depósitos en un entorno de baja gravedad.

Tres intentos anteriores no gubernamentales fracasaron. Uno correspondió a una empresa estadounidense, otro a una japonesa y un tercero a una iniciativa privada israelí sin ánimo de lucro. La estadounidense Astrobotic Technology intentó enviar un módulo el mes pasado, pero ni siquiera llegó a la Luna debido a una pérdida de combustible. Ese módulo regresó en caída libre a través de la atmósfera y se incendió hasta desintegrarse sobre el Pacífico. Todos los aparatos que viajaban a bordo, de distintas instituciones de todo el mundo, se perdieron con la nave. La sonda Hakuto-R, que lo intentó en abril del año pasado, no dio señales después de la hora prevista para el contacto, lo que se interpretó como que se había estrellado. Un intento similar lanzado por un grupo de israelíes se estrelló en 2019.

Japón se convirtió en enero en la quinta nación que consigue aterrizar en la Luna, pero su nave lo hizo de lado. La sonda japonesa SLIM se posó con los propulsores mirando hacia arriba y los paneles solares volcados hacia un lateral, por lo que sus funciones quedaron seriamente comprometidas. Los otros países que gracias a iniciativas gubernamentales han llegado al satélite son EE UU, la antigua Unión Soviética, China y la India.

Fuente;https://elpais.com/ciencia/2024-02-22/estados-unidos-vuelve-a-la-luna-medio-siglo-despues-del-programa-apolo.html

 

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