Cada vez que te suscribís a un servicio o usás una aplicación hay una gran cantidad de datos personales que viajan de un sitio a otro sin que lo sepas; mirá qué información tuya es compartida por estas páginas web
Es tentador entrar al nuevo sitio de moda o descargarse la aplicación más divertida para celulares y que para suscribirse sólo baste hacer un click en Aceptar cuando nos pide acceso a nuestro perfil de Google o Facebook o Twitter. Y es que parte del encanto es precisamente la simpleza y la velocidad que esto permite (y no tener que recordar contraseñas nuevas para casa sitio).
Hasta hace algunos años, para poder hacer lo mismo había que cargar nuestros datos personales, escribir dos veces nuestro futuro password, esperar a que nos llegue el mensaje de confirmación y de nuevo volver al sitio en cuestión. Un par de pasos más de los que cualquier usuario de Internet hoy en día está dispuesto a esperar.
Enteradas de lo engorroso de estos procesos, las redes sociales desarrollaron una solución perfecta: ellos se encargan de todo el proceso de carga de datos (con toda la información nuestra que ya tienen) y nosotros sólo leemos los términos y condiciones y aceptamos sin más remedio. Pero esta solución simple no es gratis. Este acuerdo entre las grandes redes sociales y los sitios o las aplicaciones que aceptan esta solución habilita el intercambio de información que se da entre ambas partes y del que el usuario pocas veces tiene noción.
Por ejemplo, cuando uno ingresa a un juego con su usuario de Facebook, el juego le pedirá a la red social que le brinde datos como la dirección de correo electrónico del usuario o su lista de contactos, mientras que la red social pedirá a cambio cuánto tiempo jugó a ese juego el usuario o con cuántos amigos lo compartió u otro tipo de información.
Este intercambio está mucho más extendido de lo que uno suele considerar. Cuando entrás a un sitio, mientras estás activo en tu cuenta de Facebok o Twitter o Google+, estas redes sociales brindan información a esa página web a cambio de datos de comportamiento del usuario. Los botoncitos de «Me Gusta» o «Compartir en» son mecanismos para hacer visible esta información para las redes sociales que, a cambio de este servicio, permiten a los demás sitios, recibir algunos de los datos que los propios usuarios brindan en Facebook o Twitter.
Esta transacción de información, que se da a través de las API (Interfaz de programación de aplicaciones, del inglés Application Programming Interface), lejos está de ser secreto. La información que cada sitio va a intercambiar con los demás se encuentra siempre a disposición antes que el usuario apruebe la conexión. Y, en general, está destinada a brindar contenido personalizado a cada persona o para generar perfiles más definidos y acotados a los pedidos de los potenciales anunciantes. Sin embargo, no es muy usual que se le preste atención a qué tipos de datos los sitios que usamos habitualmente comparten entre sí.
Atenta a este desconocimiento, la revista New Yorker desarrolló una infografía interactiva que te permite ver qué datos personales comparten y recaudan las principales redes sociales de sus usuarios: Facebook, Twitter, Google+, LinkedIn, YouTube, Tumblr e Instagram. La infografía se puede ver acá, http://www.newyorker.com/sandbox/infographics/api/, e incluye qué películas dijiste que te gustaban en Facebook, qué gente seguís en Twitter, etcétera.
Fuente: La Nación
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