Con la destitución, aprobada por seis votos contra uno, Bento perdió sus fueros. Cuando este mediodía el Jurado anunció la decisión que había tomado, estaba claro que le quedaba poco tiempo en libertad. Ya podía ejecutarse la prisión preventiva ordenada en su contra por la Justicia federal de Mendoza, que lo investiga por graves delitos, que incluyen cobro de sobornos, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.

Votaron por la destitución el camarista Javier Leal de Ibarra, los senadores Daniel Bensusán (FDT) y José Torello (Pro), las diputadas Anahí Costa (FDT) y Ana Romero (Pro), y el abogado Alfredo Barrau. En contra de la remoción votó el juez Javier de la Fuente. Oficiaron de acusadores en el juicio político el presidente de la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, Miguel Piedecasas, la diputada Roxana Reyes (UCR) y el senador Eduardo Vischi (Eco+Vamos Corrientes).

“Bento, desde el momento en que tomó conocimiento de la existencia de una investigación penal a su respecto, realizó diferentes maniobras tendientes a la interferencia y entorpecimiento del accionar judicial, inadmisibles en cabeza de un juez federal de la Nación”, dijo el Jurado.

Fragueiro Frías anticipó que no va a pedir la prisión domiciliaria para su Bento, pese a que dijo temer que lo ataquen en prisión. “No voy a pedir domiciliaria. Voy a presentar un recurso extraordinario y la nulidad del arresto, porque se trata de una privación ilegal de la libertad”, dijo el letrado, pero luego advirtió: “Si lo matan es responsabilidad de los jueces. Y temo que eso ocurra. No debió ser detenido. Es un circo”.

Nombrado en 2005 por Néstor Kirchner, Bento era un juez muy poderoso en Mendoza porque además de ser juez, era el único magistrado federal con competencia electoral en la provincia. En un primer momento, Bento fue trasladado a un calabozo de la Unidad 32, en el edificio de los Tribunales. Según supo LA NACION de fuentes policiales mendocinas, lo llevaron por el ascensor oficial para evitar la exposición.

Bento sabía que tenía muchas chances de ser removido y de que se ejecutara su prisión preventiva. Por eso, en lugar de presentarse a escuchar su veredicto en la sala del Jurado de Enjuiciamiento, en Buenos Aires, se quedó en Mendoza y se presentó esta mañana en la mesa de entradas del tribunal que lo juzga. Si se ordenaba su detención, no tendrían que trasladarlo preso. Cuando se conoció el fallo, estaba con uno de sus abogados, Gustavo Gazali, y con el jefe de la custodia del edificio de los tribunales.

El TOF 2 pidió cupo al complejo VI, de Cacheuta, para trasladarlo allí, aunque previamente pasó varias horas en la delegación de la Policía Federal mendocina, en calle Perú de esta ciudad, informaron fuentes con acceso al caso.

La situación del hijo

Bento había hecho una presentación ante el Jurado de Enjuiciamiento por la situación de su hijo Facundo, que tiene una discapacidad grave y desde que el juez fue suspendido no contaba con obra social. Hoy, en la resolución que decidió la remoción de Bento, los jurados exhortaron a la obra social del Poder Judicial a que le mantuviera la cobertura a Facundo para que pudiera seguir su rehabilitación. En Mendoza advertían desde hace varios días que con fundamento en la situación de su hijo, Bento pediría a la justicia mendocina que su arresto fuera domiciliario.

El proceso para la destitución de Bento había comenzado en el Consejo de la Magistratura, que lo suspendió y envió su acusación al Jurado de Enjuiciamiento. El diputado Pablo Tonelli (Pro), autor del dictamen contra Bento en el Consejo, celebró hoy la remoción y dijo que, con este veredicto, quedó ratificado “que las instituciones funcionan”.

Quién es Bento

Bento tiene 56 años y una carrera como juez federal electoral que corrió en paralelo con el kirchnerismo. Quien avaló su postulación fue Juan Carlos “Chueco” Mazzón, operador del peronismo histórico durante décadas. Bento tuvo siempre una relación cercana con la jueza María Romilda Servini, que, como lo era él, es jueza federal con competencia electoral. En 2011, tuvo su actuación más rutilante cuando en plena guerra del kirchnerismo contra Clarín, extendió su competencia mas allá de Mendoza para ordenar un allanamiento con la Gendarmería Nacional en Cablevisión.

A pedido del grupo Vila-Manzano, decidió la intervención de Cablevisión en favor de Supercanal. La Corte determinó la nulidad de las actuaciones y cuestionó el accionar de Bento. El juez fue denunciado, pero en 2012 el pedido de juicio político fue desestimado con el auxilio del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura.

Antes de asumir en el juzgado federal N°1 de Mendoza, Bento trabajó en una casa de cambios en Buenos Aires. Durante un viaje a Chile conoció a su esposa, Marta Isabel Boiza, hoy investigada junto a él. En 1992, el matrimonio decidió radicarse en Mendoza y, a partir de ese momento, comenzó la carrera judicial de Bento. Su vida cambió en 2005, cuando se hizo cargo del juzgo federal electoral mendocino.