La falta de consensos políticos pone en jaque la actividad legislativa en Argentina. En este 2023 electoral, el Senado va camino de un récord negativo: desde que comenzó el año legislativo, el pasado 1 de marzo, sólo ha celebrado cuatro sesiones. Este miércoles estaba convocada la quinta, pero el oficialista Frente de Todos (FdT) no logró reunir a los 37 legisladores necesarios —es decir, la mitad más uno de los 72 totales— para que comenzase el debate en el hemiciclo. La manzana de la discordia eran los 75 pliegos de jueces propuestos por el oficialismo. En especial uno de ellos, el que buscaba mantener a la magistrada Ana María Figueroa, considerada afín al kirchnerismo, en el tribunal que tiene en sus manos dos de las causas abiertas contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Los 33 senadores de la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC) ya habían anticipado que se ausentarían del recinto si en el orden del día se incluía la designación de jueces. El oficialismo, con 31 senadores desde que en febrero cuatro de ellos abandonaron sus filas para fundar un nuevo bloque, necesitaba seis aliados para tener quórum, es decir, para dar inicio a la sesión. Le faltaron tres.
“El objetivo final era Figueroa y tuvimos éxito en bloquearlo”, declaró el presidente de JxC en la Cámara Alta, Alfredo Cornejo, tras la sesión frustrada. “Tenemos el objetivo de bloquear los nombramientos de jueces del kirchnerismo”, agregó Cornejo en una improvisada rueda de prensa tras caerse la sesión.
Figueroa integra la Cámara de Casación Penal, el máximo tribunal de Argentina por debajo de la Corte Suprema. El mes que viene cumple 75 años y si no es autorizada antes por el Senado deberá jubilarse. La oposición quiere impedir que se mantenga en el cargo ya que da por descontado su voto a favor de Kirchner en las dos causas que la involucran: la conocida como Hotesur-Los Sauces y la del Memorándum de Irán. Por ese motivo, de convocarse una nueva sesión que trate su pliego, JxC volverá a hacer lo posible por frenarla.
En la causa Hotesur-Los Sauces, Kirchner había sido imputada junto a sus hijos Máximo y Florencia por presunto lavado de activos y asociación ilícita a través de la inmobiliaria familiar Los Sauces y de la empresa administradora de los hoteles propiedad de los Kirchner en la provincia patagónica de Santa Cruz, Hotesur. La Cámara de Casación debe decidir si mantiene el archivo del expediente judicial dictado por un tribunal de primera instancia el año pasado u ordena que se reabra y se realice un juicio oral y público.
La cámara debe expedirse también sobre el sobreseimiento de Kirchner en la causa del Memorándum de Irán. El año pasado, en un fallo unánime, un tribunal decretó la inexistencia de delito en el acuerdo firmado entre Argentina e Irán en 2013 en relación a la causa que investiga el atentado contra la mutual judía AMIA, que causó la muerte de 85 personas en 1994. La expresidenta fue denunciada por el fiscal Alberto Nisman como presunta encubridora de los iraníes acusados de ser los autores ideológicos del atentado. Cuatro días después, Nisman fue hallado muerto en su departamento de Buenos Aires.
La caída de la sesión fue un importante revés para Kirchner, titular también de la Cámara Alta. La expresidenta estaba en el Senado, pero evitó bajar al recinto al asumir que no iban a llegar al número de legisladores necesarios para el quórum.
“Si quieren que Figueroa no siga siendo jueza que vengan y lo digan acá”, dijo la senadora oficialista Anabel Fernández Sagasti. “Tal vez les moleste que haya jueces honrados que no transen con los poderes económicos”, continuó ante los escaños vacíos de la oposición. El jefe del interbloque FdT en la Cámara Alta, José Mayans, criticó la falta de “responsabilidad institucional” de la oposición ante la negativa a tratar nombramientos de jueces en puestos vacantes. “Hay una necesidad imperiosa de que la justicia funcione”, lamentó. Durante la sesión estaba previsto también que se votasen cinco proyectos de ley, que tendrán que esperar una nueva ocasión.
En Argentina es habitual que la actividad legislativa se ralentice en los años en los que se celebran elecciones presidenciales. Sin embargo, aún en estos hay una tendencia decreciente. De las 18 sesiones celebradas en 2015 se pasó a 14 en 2019. En este 2023, las grandes diferencias entre las dos coaliciones que dominan la política argentina —FdT y JxC— y el enfrentamiento del kirchnerismo con la justicia tienen casi paralizado al Senado, la cámara responsable de aprobar las designaciones de magistrados. De mantenerse la falta de consenso, este año se establecerá un nuevo mínimo.
Fuente:https://elpais.com/argentina/2023-07-13/cristina-kirchner-sufre-un-duro-reves-en-el-senado-argentino.html
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