La historia del teléfono es sin duda polémica, ya sea por  el primer mensaje que se logró transmitir en los prototipos rústicos o por quién realmente fue el creador de este grandioso invento.

 Graham Bell fue considerado por 143 años el padre del teléfono, su trabajo revolucionó el mundo y la forma en que hoy en día nos comunicamos, sin embargo, su aportación no fue la primera para construir un aparato capaz de transmitir mensajes. El 11 de junio de 2002 la historia se reescribió, el Congreso de los Estados Unidos reconoció a Antonio Meucci como el inventor del teléfono a quien él llamaba telettrofono un aparato que lo comunicaba de su taller al cuarto de su esposa. Meucci público sus avances en 1854, sin ser reconocido debido a no poder pagar los 10 dólares para su patente, a causa de la gran escasez económica en la que se encontraba.

Tan increíble como ajustada es la historia del teléfono que los nombres de Graham Bell y Antonio Meucci no son los únicos en  esta compleja ecuación, también tenemos que tomar en cuenta a Elisha Gray un ingeniero que curiosamente patentó su prototipo un 14 de febrero de 1876 el mismo día que lo hizo Bell, de aquí nace una curiosa sospecha de plagio entre ambos trabajos que llevó cientos de veces el tema a las cortes de justicia.

 “Señor Watson, venga aquí. Quiero verle” fueron las primeras palabras reconocidas que se escucharon por una línea telefónica el 10 de marzo de 1876 dichas por Graham Bell a Thomas Watson, en una llamada de habitación a habitación. Sin embargo existe una frase más extravagante que quedó registrada para las curiosidades de este objeto y se generó por Johann Philipp Reis  “El caballo no come ensalada de pepino” al igual que la pelea por el reconocimiento oficial del creador del teléfono, existe una fuerte pelea por cuál de estas dos frases es la primera en ser transmitida, lo que sí es oficial es que Johann Philipp Reis acuñó el nombre de “teléfono” por primera vez, sin embargo su trabajo y trasmisiones perdieron importancia por su prototipo incompleto.

 Es increíble cómo pasamos de teléfonos rústicos a complejas máquinas para comunicarnos, la distancia y el tiempo fue aumentando hasta crear dispositivos portátiles con características maravillosas, hablamos de los smartphones, que forman parte de la historia actual del teléfono y que sigue transformándonos y superándose año con año.

En 2020, en el planeta existían cerca de 5.500 millones de teléfonos celulares. Es decir, el 70% de la población del mundo posee, al menos, uno de estos aparatos. Hoy es una tendencia, y este tipo de dispositivos móviles forman parte de la normalidad y hasta resulta difícil imaginar cómo era la vida cuando no existían. Pero no hay que remontarse mucho para averiguarlo, ya que el teléfono móvil es un invento relativamente reciente.

La primera llamada realizada desde un teléfono móvil ocurrió el 3 de abril de 1973, hace 48 años. El protagonista fue el ingeniero Martin Cooper, que para aquel hecho histórico utilizó un Motorola DynaTac 8000X. «Medía unos 25 x 5 x 10 centímetros y pesaba más de un kilo, y solo podías hablar durante 20 minutos antes de que se le acabara la batería. La gente se ríe de él, pero era lo mejor que se podía hacer en esa época», explica Cooper en una entrevista con la BBC.  El ingeniero trabajaba para Motorola en esa época. Pese a que llevaban varios meses realizando las gestiones para esa ansiada primera llamada, una vez que llegó el momento, no supo bien a quién llamar.

Luego de pensarlo, decidió contactar a un representante de la competencia, AT&T, así que telefoneó a su colega Joel Engel. «Pues marqué su teléfono y fue un milagro que me contestara él mismo, así que lo saludé y le dije: ‘Soy Marty Cooper y te estoy llamando desde un teléfono celular: un teléfono de mano, portátil y personal’», relata en la misma entrevista.

Por supuesto, en aquel momento ni el ingeniero ni el resto de la compañía se imaginaban el alcance que iba a tener aquella primera llamada histórica, ni mucho menos en lo que se iba a convertir el celular a futuro. Lo veían más bien como una frenética competencia con AT&T, más preocupada de estrenar un teléfono móvil, pero para ser usado en los automóviles.

Era tan poca la expectación que se generó en torno a aquella primera llamada, que cuando llegó el momento de presentarla ante la prensa, apenas llegaron cerca de quince periodistas. La opinión de los comunicadores cambió cuando una reportera consiguió llamar desde la misma conferencia a su madre que vivía en Australia con un teléfono que Cooper le facilitó.

Eso sí, aún faltarían varios años para que esta innovadora tecnología comenzara a ser usada de forma masiva entre la población. «La mayoría de las personas pensaron que nunca podrían darse el lujo de tener un teléfono como ese. Costaba más de u$s 4.000 dólares y el servicio era extraordinariamente caro. Así que, al principio, realmente era un juguete  solo para ricos.

 

Gentileza:

Beatriz Genchi

Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

beagenchi@hotmail.com

Puerto Madryn – Chubut.