Maria Shipakina
Mitos y verdades de esta bebida destacada y protagonista de los desayunos; todo lo que hay que saber sobre su consumo
Aunque cada vez hay más opciones de batidos de frutas, verduras o smoothies saludables para comenzar el día, el jugo de naranja sigue siendo una de las bebidas predilectas para “empezar con todo”. Los tiempos están cambiando, la cultura sobre la importancia nutricional y el conocimiento sobre cómo influyen en la salud los alimentos que se consumen es cada vez mayor. Sin embargo, en el caso de este popular jugo cítrico, la costumbre de tomarlo se remonta a décadas atrás e incluso, atraviesa generaciones.
¿Se puede dejar una bebida cuyo consumo fue inculcado por los padres desde la niñez? Suena difícil. Y lo cierto es que existe un gran cuestionamiento acerca de los beneficios del jugo de naranja ; el tema, de por sí, genera discordia entre entre los profesionales de la salud y la nutrición. Están quienes fomentan su consumo y por otro lado, quienes advierten que puede ser perjudicial para la salud.
“Si hablamos de los nutrientes que aporta la naranja como fruta entera al cuerpo encontramos muchos, pero se destacan principalmente los hidratos de carbono simples y la vitamina C “, explica la licenciada en Nutrición, Juliana Gimenez (M.N. 10.553). En la misma línea, añade que la naranja contiene grandes cantidades de fibra y en menor cantidad aporta potasio, folatos y calcio.
Relacionado con esto, Gimenez detalla que, gracias a estos nutrientes mencionados, la naranja tiene beneficios como: aumento de la función inmunológica debido a la vitamina C, mejora de la digestión por el alto contenido de fibra y produce mejoras a nivel cardiovascular por su alto aporte de compuestos antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo. No obstante, aclara que estas propiedades son efectivas cuando dicha fruta es consumida entera y no como líquido.
Según destaca la profesional, lo principal a tener en cuenta es que al consumir la naranja en forma de jugo, se consumen dos o tres unidades de la fruta por lo que hay una mayor concentración de azúcares y esto termina afectando los niveles de glucosa en sangre, convirtiéndose en algo peligroso, principalmente, para personas con diabetes. Asimismo, añade que en personas con acidez frecuente se debe evaluar la tolerancia ya que como esta bebida presenta grandes cantidades de ácido cítrico, aumenta la acidez del estómago y puede generar síntomas de malestar.
Sumado a esto, la licenciada en Nutrición y directora de Nutrim, Mariana Patrón Farias explica que existen dos grandes diferencias entre consumir el jugo de una naranja o la fruta entera diariamente. Como punto principal destaca la saciedad. “El jugo no requiere masticación como si lo requiere la fruta entera, por ende, tomarlo no brinda saciedad. En cambio, si uno pela y come la fruta va a sentirse lleno gracias a su rico aporte de fibra”, dice.
Como segundo punto, la Lic. Patrón Farias destaca el índice glucémico. “El jugo concentra aproximadamente un 10% de azúcares provenientes de la fruta, un aporte similar al que tiene una gaseosa regular, aunque de diferente origen y con exceso de aditivos en este último caso”, advierte. Sucesivamente, justifica que al desperdiciar la fibra de la naranja una vez que se la convierte en jugo, hay un incremento de las glucemias -glucosa en sangre- tras su consumo.
Coincide con esto un estudio publicado en JAMA Network que pone de manifiesto que al no tener ningún nutriente saciante y que ralentice la digestión, el jugo de naranja puede provocar un pico y una caída del azúcar en la sangre, que a largo plazo provoca un aumento de peso.
Y como si estas declaraciones no fuesen suficientes, el doctor estadounidense y experto en obesidad, Robert Lustig, autor de Fat Chance: The Bitter Truth About Sugar, establece en su libro que un jugo de frutas es peor que tomar gaseosa. Según Lustig, al desechar la fibra de la fruta tras exprimirla, aumenta la absorción de la fructosa y disminuye la presencia de los nutrientes, especialmente de la vitamina C.
Respecto de si es conveniente reemplazarlo por jugo de otra fruta, la Lic. Gimenez advierte: “contemplando el tema de la pérdida de fibra y los picos de azúcar en sangre, esta situación sería la misma con otras frutas; por eso lo que debe cambiar es el modo de consumo”.
Y por último agrega que, en caso de consumir este popular jugo cítrico de vez en cuando, se lo debe tomar instantáneamente tras ser exprimido ya que, al entrar en contacto con el oxígeno, se oxida y se produce una pérdida de nutrientes.
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