Si bien Mendoza no presenta casos autóctonos, recibe importados de otros países y de provincias argentinas. El mosquito tiene actividad diurna y los principales brotes se dan en zonas urbanas. La máxima cantidad de ejemplares circula en época otoñal. Cualquier recipiente hasta con una mínima cantidad de agua puede ser un criadero.
Antes procedían del exterior y ahora de otras provincias. Mendoza recibió personas sospechosas de dengue del Norte argentino y también de Santa Fe.
Hasta el momento, todas las jurisdicciones de la Región Centro, 5 de las 6 provincias de la región NOA (todas, excepto La Rioja) y tres de la región NEA (todas, excepto Misiones) confirmaron la circulación viral autóctona de dengue, sumando un total de 13 y son: Buenos Aires, CABA, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Formosa, Chaco, Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.
Objetivamente, se trata de un alerta, porque las provincias argentinas presentan casos de dengue autóctonos. Por lo tanto, Mendoza debe estar preparada. Hoy, la provincia tiene una condición epidemiológica de tipo 2, es decir que está el mosquito pero no hay circulación viral hasta ahora, es decir que no hay casos autóctonos.
“El dengue en Mendoza no es endémico por situación geográfica ni climática. De todos modos, como en todas las enfermedades transmitidas por vectores, tomamos las prevenciones necesarias y solicitamos el compromiso de las familias para mantener espacios libres de recipientes, que son criaderos del mosquito”, señaló la ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes, Ana María Nadal, quien reforzó que los casos de dengue que hubo en Mendoza son importados”.
A la vez, el jefe del Departamento Provincial de Enfermedades Zoonóticas y Vectoriales del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, Horacio Falconi, informó que, por motivos climáticos, este es uno de los momentos del año (fines del verano y principios de otoño) en el que pueden aparecer la mayor población de mosquitos Aedes aegyptis, mosquito transmisor del dengue al ser humano.
El mosquito tiene actividad diurna de 7 a 9 y 16 a 19, es decir que solo pican en estas horas, pero son solo las hembras las que se acercan al ser humano.
De toda la población de mosquitos que podrían transmitir el dengue, solo las hembras son las que pican y, además ellas, al igual que los machos, se alimentan de néctar y jugos de frutos de la flora.
Pero entonces, cuando pican al ser humano, las hembras están en el momento de su reproducción, que en nuestra región comienza en enero y finaliza con los primeros fríos.
Casos y seguimiento
La Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de Mendoza realiza el seguimiento de casos semana tras semana (ver el último informe aquí ). Para profundizar sobre el tema, hay información disponible en la red con la descripción de tipo de caso, alertas y boletines epidemiológicos.
Solo en zonas urbanas
Es una problemática solo de zonas urbanas o semiurbanas. Sobre todo donde se acumula agua estancada o existen reservorios que puedan contener agua sin circulación. Cualquier recipiente con una mínima cantidad de agua puede ser un criadero, desde una tapita de gaseosa hasta un piletón. En el caso de Mendoza, surgen en mayor cantidad en floreros, botellas, damajuanas o frascos, entre otros envases acumulados a la intemperie.
Contexto y prevención como único recurso
Sabemos que los únicos reservorios del virus son las personas y el mosquito, o sea, no se conocen otros animales con dengue. Hasta 2019 había indicios de que se podía complicar la situación por el virus del dengue, pero al disminuirse la movilidad poblacional por la pandemia de COVID-19, la curva se estancó.
El mosquito es autóctono de Asia, de las zonas tropicales y subtropicales, aunque la especie Aedes aegyptis se fue adaptando a distintos climas. El Aedes albopictus es la otra especie que, si bien llegó a Argentina, no prolifera por ser de zona con características selváticas.
Mientras los investigadores trabajan en posibles formas de neutralizar al insecto para que no contagie a los humanos y también en las vacunas, hoy lo que debemos hacer todos es prevenir.
Prevención y síntomas
Prevenir es simple: uso de repelente, tela mosquitera, uso de prendas de manga larga o pantalones en lugar de bermudas o shorts.
Si aparecen síntomas, debemos aislarnos y consultar inmediatamente al médico de cabecera o el centro asistencial más cercano. Evitar la automedicación del síndrome febril porque puede empeorar el cuadro.
El ABC de la prevención se basa en que, cuantos menos mosquitos haya, menos riesgo de transmisión y para prevenir su multiplicación es necesario:
- Tapar tanques y depósitos de agua.
- Poner boca abajo todos los recipientes que puedan contener agua.
- No arrojar basura en calles o baldíos.
- Cambiar el agua y limpiar todos los días los floreros y bebederos de animales.
- Vaciar y limpiar con esponja los colectores de desagüe del aire acondicionado o lluvia.
- Limpiar canaletas, desagües y rejillas.
- Desmalezar, podar y despejar las áreas verdes alrededor de la vivienda.
Sobre picaduras
Cuando un mosquito pica a una persona enferma, puede contagiar, luego de unos días, a cualquier persona a la que pique posteriormente.
Las medidas preventivas para evitar la picadura de mosquitos son:
- Usar mangas y pantalones largos.
- Aplicar repelente siguiendo las instrucciones del envase. Mucho cuidado: hay productos que no deben utilizarse en bebés o en pequeños, por lo cual conviene consultar al médico previamente.
- Proteger cunas y cochecitos con telas mosquiteras.
- Usar espirales, tabletas u otro tipo de repelentes en cada habitación.
- Colocar mosquiteros en las ventanas.
- En lo posible, evitar estar a la intemperie durante las primeras horas de la mañana y al atardecer.
A la vez, el Ministerio de Salud recomienda vigilar la aparición de síntomas: fiebre de comienzo rápido (38° a 40°) acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel; picazón y/o sangrado de nariz y encías. Si se presentan, hay que acudir a la brevedad al centro asistencial más cercano o al médico. Es importante no tomar aspirina ni ibuprofeno, porque pueden empeorar el cuadro.
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