Hay una imagen que ha circulado en redes sociales y lleva consigo la siguiente leyenda: “Los gatos marinos que hasta mediados del siglo XX viajaban en los barcos para encargarse de las ratas, tenían pasaporte y firmaban con la patita”.
La historia real es un poco diferente.
De acuerdo con el foro del Instituto Naval de los EE.UU., los gatos si han tenido esta clase de ocupación, y se remonta a miles de años atrás, donde los antiguos egipcios fueron probablemente, los primeros marinos en darse cuenta de la utilidad y el valor de llevar gatos como compañeros de barco, pues brindan protección contra las alimañas. Sin su presencia, podrían encontrar su barco invadido por roedores que se comerían las provisiones, masticarían las cuerdas y propagarían enfermedades.
Algunos marineros supersticiosos creían que los gatos traían buena suerte, mientras que otros pensaban que por su agudeza visual los ayudarían a guiar durante un naufragio, otros los llevaban simplemente como mascotas.
La fotografía que conocemos hoy, apareció en una microficha del New York Times el 15 de enero de 1943, con el título de “Historia de un caso de nueve vidas”. La imagen muestra que la fecha de emisión del documento fue del 12 de enero de 1943, y lleva consigo una X para firmar y una huella de pata de gato impresa digitalmente.
La leyenda de texto en la parte inferior explica las circunstancias precisas bajo las cuales el gato Herman, con el título de «Experto Ratonero», recibió su credencial:
«Debido a las precauciones del puerto, incluso el gato debe tener su tarjeta de identificación, por lo cual esta credencial oficial, incluye las huellas de las garras, fue emitido para la mascota de una unidad de la Guardia Costera de Baltimore».
En conclusión, el gato Herman recibió una «credencial oficial», no un pasaporte. El texto en la parte inferior del artículo del New York Times, fue recortado y no circula en la imagen que se ha compartido en redes. Este deja en claro que el documento fue emitido para «la mascota de una unidad de la Guardia Costera de Baltimore», no que todos los gatos marinos requirieran pasaportes.
Se vivían muchas situaciones entre tripulantes y mascotas. Hay fotos de los tripulantes en la cubierta USS Olympia (C-6) que usan un espejo para jugar con sus gatos en 1898. El Olympia sirvió como buque insignia en la Batalla de la Bahía de Manila durante la Guerra Hispanoamericana. El barco actualmente está atracado en Filadelfia y es el buque de guerra de acero flotante más antiguo del mundo.
También de los aprendices a bordo del USS Pensacola posan con perros y gatos en febrero de 1888. El Pensacola era un barco de vapor que participó en la conquista de Nueva Orleans por el contralmirante David Farragut en 1862 durante la Guerra Civil.
Tripulantes del USS Texas posan con un perro y un gato en la boca de uno de los cañones en el año 1900. Construido en 1892, el Texas fue el primer acorazado de los EE.UU., y se ganó la reputación de estar maldito debido a una serie de accidentes.
La veterana de guerra ‘Pooli’, una gata que posee tres cintas de servicio y cuatro estrellas de batalla, demuestra que todavía puede ponerse su antiguo uniforme durante su cumpleaños número 15. La gata sirvió a bordo de un transporte de ataque durante la Segunda Guerra Mundial. Los Ángeles, 1959. Pero… no tenían pasaporte.
Gentileza:
Beatriz Genchi
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.
Puerto Madryn – Chubut.
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