El crédito es por 20 años con 5 años y medio de gracia. La tasa de interés a aplicar es la SOFR (Secured Overnight Financing Rate), actualmente en 3,8% anual.

Este financiamiento se dirige a apoyar la capacidad de planificación climática, el impulso a las finanzas verdes y a la economía circular.

Implica un estímulo al compromiso de la Argentina con las políticas de combate al cambio climático, se interpretó en ámbitos gubernamentales.

Por ejemplo, se puede aplicar a la enorme sequía, pero también a las inundaciones y otros graves fenómenos naturales.

Según el BID, el cambio climático amenaza con reducir significativamente el PIB de América Latina en el 2050.

El crédito fue aprobado por unanimidad en el directorio de la institución.

Dadas las características de esta línea, los US$ 500 millones se desembolsarán en un solo pago a principios de diciembre, fortaleciendo así las reservas internacionales del país

Los dólares que ingresan van al Tesoro Nacional para compensar gastos que ya se realizan para la mitigación del impacto del cambio climático.

Fue la primera operación crediticia de la nueva conducción del BID para con Argentina desde que el brasileño Ilan Goldfajn reemplazó al estadounidense Mauricio Claver-Carone al frente de la entidad, postergando así las aspiraciones argentinas de que fuera designada Cecilia Todesca Bosco que la negativa de México a dejarle vía libre frustró.