Para mostrar a los visitantes la historia del cine hasta la década del 60, el Museo Interactivo Audiovisual (MIA) funcionará en la misma nave del nuevo set de filmación del Distrito 33. A principios de 2023 podrá ser visitado por mendocinos y turistas, y por primera vez tendrá su sede fija.
El espacio pondrá poner al alcance del público los resultados de años de investigación y permitirá articular historia, turismo y patrimonio, y mirar al futuro fomentando la actividad cinematográfica en la provincia de Mendoza.
Fue itinerante y se inauguró en Buenos Aires, estuvo Rosario, Cosquín, San Juan y en varios lugares de Mendoza. Por primera vez tendrá su sede fija.
El MIA es una experiencia que ofrece conocer la historia y el patrimonio audiovisual de una provincia de forma entretenida e interactiva. Aplica conceptos modernos de museografía, diseño expositivo e iluminación, como linternas mágicas del siglo XIX y prototipos de cámaras televisivas de mediados del siglo XX. La interacción del visitante es permanente, ya que todo el recorrido está apoyado por una aplicación de realidad aumentada. Ver más en: https://youtu.be/p5yoqa3oMH4
Una de las colecciones más variadas del país
Desde 2004, un grupo de realizadores locales se abocó a la tarea de rescatar el patrimonio fílmico de la provincia de Mendoza. La iniciativa fue denominada Proyecto Celuloide y hasta la fecha se han recuperado 150 mil pies de película.
Para el rescate de las imágenes hizo falta rehabilitar la antigua tecnología que permitiera la proyección en distintos formatos. Con el paso del tiempo, la variedad de objetos de Proyecto Celuloide se transformó en una de las colecciones más variadas del país. De forma paralela, los integrantes del proyecto realizaron un exhaustivo trabajo de investigación, que permitió contextualizar y datar el cine hecho en Mendoza entre 1908 y 1978.
El Fondo Nacional de las Artes propuso a Proyecto Celuloide la creación de un museo o muestra itinerante que permitiera dar a conocer al resto del país el desarrollo de la industria cinematográfica mendocina.
La muestra se presentó por primera vez en la casa de Victoria Ocampo, en Buenos Aires. Fue inaugurada el 12 de agosto de 2008.
Un recorrido por el D33
Como al cine hay que entenderlo desde sus fundamentos, la muestra comienza con un módulo universal: el período histórico denominado precine, que se remonta al 900 de la era cristiana para conocer qué es el WayangKulit (teatro de sombras proyectado sobre una pantalla), considerado el primer antecedente de una imagen proyectada sobre una pantalla. También está previsto exponer una muñeca javanesa original (especie de títeres utilizados en el teatro de sombras), varias fotografías relacionadas con el espectáculo y a través de la aplicación de realidad aumentada, donde se aprecian videos con el trabajo de los artistas de sombras.
En un salto temporal de casi un milenio, llegamos al antecesor del proyector cinematográfico: la linterna mágica. Se exhibe un aparato original Ernest Plank del siglo XIX y seis diaporamas también originales.
A continuación el antiguo concepto de la persistencia de la visión es explicado a través de juguetes ópticos del siglo XIX. A la vez, hay una exhibición de un zootropo y un praxinoscopio: juguetes ópticos del siglo XIX que usaban el fenómeno phi para recrear una ilusión de imagen en movimiento a través la secuencia de imágenes fijas. Y el visitante puede jugar con réplicas de estos aparatos.
Continuando con la línea de tiempo, aparece la fotografía, soporte fundamental para la creación del cinematógrafo. Se exhiben obras de Niepce y Daguerre y se expone una cámara de placas.
En el módulo siguiente, la primera sección muestra la llegada del cine a Mendoza. A través de fotografías y recortes periodísticos de comienzos del siglo XX, conocemos la costumbre local de ver cine en bares y confiterías. Y en ese contexto aparece un proyector de 35 mm Ernemann Krupp a manivela que, durante las visitas guiadas, proyecta fragmentos de películas mudas.
Un panorama de la Mendoza de principios del siglo XX es el eje de la próxima estación. Captada en imágenes por una cámara de cine (circa 1925), introduce en la historia de nuestros pioneros: Nicolás Ferrari, Diab Raue, cinematografía Payén. Una cámara Kodak B 1925 y un proyector Pathé KOK de 28 mm a manivela intergran esta parte de la muestra.
El recorrido lleva ahora al capítulo más importante de nuestra historia cinematográfica con la empresa Film Andes. Una extensa exposición fotográfica explica por qué Mendoza era conocida como la California argentina. Se exhiben también documentos únicos: afiches, acciones de la empresa, informes anuales y sinopsis de películas que no llegaron a filmarse. También hay proyección de fragmentos de distintos largometrajes producidos en Mendoza con una selección de seleccionado 10 fotografías que muestran el trabajo de los equipos de rodaje y se han intervenido con realidad aumentada. El visitante, a través de su dispositivo, podrá ver y escuchar un video con el fragmento de película que se estaba filmando durante la toma fotográfica.
En contraste con las grandes producciones, la próxima sección está dedicada al cine amateur y a la importancia de las filmaciones familiares en la reconstrucción de nuestro pasado. Hay cámaras, moviolas y proyectores de 8 mm, súper 8, 9,5 y 16 mm.
El módulo siguiente está íntegramente dedicado a la televisión. En la primera sección se recrea el ambiente de un estudio televisivo a mediados de 1960: cámaras, consolas de audio, osciloscopios y aparatos de iluminación. También se exhibe una de las joyas del museo: nuestra cámara Dumont, uno de los aparatos de generación de imagen electrónica más antiguos que existen.
El museo ofrecerá, además, muestras itinerantes, ciclos de cine, charlas y conferencias, instalaciones, espectáculos multimediales y otras actividades culturales que vinculen el pasado y la historia con las tendencias más modernas en materia audiovisual.
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