La historia del automóvil en la Argentina cuenta con muchos ejemplares inolvidables que marcaron a fuego distintas épocas. Hace 60 años atrás, la industria automotriz argentina comenzaba a dar sus primeros grandes pasos en procesos masivos de producción de vehículos en serie. Hasta ese momento, las compañías que marcaban el ritmo eran Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), con el Rastrojero como estandarte, e Industrias Kaiser Argentina (IKA), que había lanzado el Jeep IKA y la Estanciera.
Las grandes como Ford, General Motors, Fiat, Chrysler (Fevre y Basset Limitada) y Mercedes-Benz, ya se habían instalado hacía rato, aunque sus producciones aún no eran tan importantes.
El momento bisagra para la industria automotriz argentina se produjo en 1959 durante la presidencia de Arturo Frondizi. Ese año se sancionó el decreto 3.693 que establecía la promoción del sector. En ese momento se presentaron más de 20 proyectos de radicación, aunque muchas de las empresas no lograron instalarse.
A los pocos meses, las inversiones en el Régimen de Promoción de la Ind. Automotriz mostraron los primeros resultados: las tres estadounidenses comenzaron a fabricar pickups; Fiat construyó una nueva planta en El Palomar de la que salieron los modelos 600 y 1100; se instalaron Citroën y Peugeot, esta última de la mano de la licenciataria Industriales Argentinos Fabricantes de Automotores (IAFA); y Renault se asoció junto a IKA para comenzar a fabricar sus vehículos en la planta cordobesa de Santa Isabel.
Por otra parte, también hubo lugar para empresas argentinas que apostaron a la fabricación de vehículos bajo licencia. Algunos ejemplos fueron SIAM, que comenzó a fabricar el Siam Di Tella 1500 con licencia de la British Motor Corporation; Industria Automotriz Santa Fe (IASFSA), que hizo el famoso Auto Unión 1000S; y Dinborg, el Borgward Isabella.
También hubo compañías ajenas al gran radar industrial que se dedicaron a fabricar vehículos bajo licencia, y otras que lo hicieron de forma artesanal, con desarrollo local. Estos autos se caracterizaron por sus particulares y originales diseños; la mayoría perteneciente al segmento de microcupés.
Entre los vehículos raros: El Bambi producido por la Fábrica de Automotores Utilitarios S.A.I.C.Y.F. en su planta de Ciudadela, Buenos Aires, fue la versión criolla del Fuldamobil S-7 alemán, de 1959.
El conocido BMW argentino, el sedán de dos puertas fue fabricado por la compañía Metalmecánica, bajo licencia de la automotriz alemana. La firma bonaerense con sede en José C. Paz había comenzado su actividad en la década del 50, produciendo motocicletas de baja cilindrada. mientras que su primer auto (De Carlo 600) fue lanzado en 1959, luego de acordar su vínculo con la marca bávara.
El Hansa alemán fue fabricado en el país por la empresa santafesina Goliath Hansa S.A, bajo licencia de la Goliath Werke GMBH de Alemania. Estuvo compuesto por una familia de cuatro modelos: Hansa 1100 sedán Superlujo, Hansa 1100 sedán de Lujo, Combi y la furgoneta Express 1100. Un dato curioso fue que antes de comenzar su producción, la casa matriz había invertido 3.350.000 dólares en la edificación de una planta industrial de 19.000 m2 en la localidad de Empalme Villa Constitución, Santa Fe, (durante 1960 y 1961 los vehículos fueron ensamblados en Rosario). La nueva planta se terminó de construir en 1962.
Uno de los vehículos de perfil deportivo más pequeños del mercado nacional fue el Isard. Más grande que una microcupé y más chico que un auto estándar, comenzó a fabricarse a principios de la década del 60 por Isard Argentina, bajo licencia de la firma alemana Hans Glas Gmbh. Fue el tercer modelo lanzado por la marca, detrás de las microcupés T-300 y T-400.
“La galerita” fue un apodo que recibió en nuestro país por el diseño de su carrocería. Para quienes no conocen su historia, el NSU fue lanzado en 1960 por Automotores Argentinos (Autoar), firma que en 1959 había sellado un acuerdo con la alemana NSU Motorenwerke Aktiengesellschaft Neckarsulm para fabricar un pequeño sedán de dos puertas con capacidad para cuatro pasajeros.
Y el Dinarg D-200 fue una de las fieles muestras del exotismo de 1960. Fue obra de Dinámica Industrial Argentina (Dinarg), una compañía creada por un grupo de ingenieros que querían producir un vehículo pequeño y económico para los sectores más populares del mercado. Fabricado en la provincia de Córdoba, los primeros Dinarg D-200 aparecieron en 1961.
Alcre S.A, una compañía que hasta 1959 había estado dedicada a la producción de motores, dínamos, generadores, equipos de refrigeración y aire acondicionado. A partir de ese momento, Don Credidio Alcre se involucró en el rubro automotor mediante un acuerdo con las firmas alemanas Heinkel, para la provisión de motores, y Bellino, fabricante de carrocerías. Instalan la fábrica en la localidad de Bajada Grande, provincia de Entre Ríos. El plan: la producción de dos vehículos, el Alcre Susana 500 y el Alcre 700 Luis tal los nombres de los hijos del fabricante.
Una autoneta fue una de las propuestas más original de aquella época. Fue diseñada por Industrias Platenses Automotrices, una firma de la ciudad de La Plata liderada por Guillermo Leeds. La principal característica de este vehículo era su capacidad de transformarse en anfibio mediante la incorporación de una hélice de tres aspas que se ofrecía como equipamiento opcional.
El Zunder 1500 de buen porte fue el resultado de otro desarrollo ideado en la provincia de Córdoba, específicamente de la empresa Industria del Transporte Automotor S.R.L. (ITA).
Vehículos que han dejado una huella profunda y recuerdos imborrables. Pero sobre todo una industria nacional en marcha…
Gentileza;
Beatriz Genchi
Museologa-Gestora cultural.
bgenchi50@gmail.com
Puerto Madryn-Chubut.
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