Durante años las campañas de concientización apuntan a tratar un problema que afecta a la humanidad, ¿qué hacemos con nuestros residuos? Algunos municipios han avanzado con la tarea de separación de residuos y su tratamiento, ya hemos hablado de eso en otras ocasiones. Pero, todavía falta mucho en esta materia y seguimos arrojando basura en cualquier lugar, especialmente acequias y cauces de agua.
Un argentino promedio produce 1,15 kilos de residuos por día aproximadamente, según cálculos oficiales. Aunque parece poco, esta cifra resulta en alrededor de 45 mil toneladas diarias de basura en el país. En la provincia cada uno de nosotros desecha 420 kilos lo que multiplica enormemente la problemática.
La mayoría de los desperdicios termina en acequias, canales o cauces de riego provocando serios inconvenientes y ampliando la posibilidad de contaminación en distintas actividades como la agrícola.
Desde el Departamento General de Irrigación lanzaron recientemente una campaña, “Cambiá tu actitud”, que más que un pedido es un clamor de Irrigación para que no tires basura al agua.
El objetivo es concientizar y sensibilizar a la comunidad acerca del perjuicio que genera la basura que se arroja en los ríos, canales y acequias afectando gravemente la calidad de vida y el desarrollo sostenible de la provincia.
A diario, tomeros de las Inspecciones de Cauce recorren canales para quitar residuos que impiden la circulación del agua que riega los cultivos, que luego consumimos, y también del agua que ingresa a las plantas potabilizadoras.
La jefa de gabinete de Irrigación, Marité Badui dio más detalles del programa en “Juntos de mañana”, el matinal de radio Jornada (FM 91.9) y dijo “es una continuación de la que iniciamos el año pasado que denominamos la basura que tiras en los cauces vuelve y adherimos a la importancia que tienen todos los canales que distribuyen toda el agua para las distintas actividades y en la que nos acompañan los municipios del Gran Mendoza. En esta oportunidad volvemos a hacer hincapié en donde pedimos el cambio de actitud y que tiene básicamente ese sentido, interpelar a la población para que realmente cambie de actitud a cómo es su comportamiento con la basura”, señaló.
En ese marco la funcionaria señaló, “la llegada de la basura a los cauces es fruto de un hábito concreto cuando tiramos el papel, cuando sacamos la basura en horarios que no corresponde y los perros rompen las bolsas y siempre hay un cauce cerca y el impacto negativo en la calidad del agua es alto y en la operación y mantenimiento del sistema. Esta situación habla mucho de nosotros y de esa actitud que tenemos respecto a la basura pensando que con esa acción ya se despojó y no le va a volver y es todo lo contrario porque con eso regamos las hortalizas y verduras, es agua para potabilizar para consumo humano o lo que le trasladamos a gente que hace uso del agua de riego que antes de abrir las compuertas deben empezar a limpiar la basura que le ingresa a su propiedad”, señaló.
Agregó que “esa cantidad de basura se transforma en un costo enorme, las inspecciones de cauce destinan más del 40% de su presupuesto a tratar el tema de la basura ya sea a limpieza como a hacer infraestructura como las trampas para evitar que eso ingrese finalmente en las fincas, por ejemplo. En el agua va de todo, hasta donde la imaginación nos dé, todo va a parar a los canales distribuidores. Pensemos que la provincia de Mendoza tiene una red de riego de más de 12 mil kilómetros que se transforman en canales conductores de esa basura”, afirmó.
“También debemos pensar en generar menos residuos. Los mendocinos generamos una media de 420 kilos por persona al año cuando el promedio mundial es de 270 lo que marca que hay que hacer un trabajo en el reciclado de los residuos”, finalizó.
Es notorio el problema y cuando lo vemos, cuando tomamos dimensión, nos agarramos la cabeza. Es que el agua que circula por canales y acequias arrastra alimentos, botellas, pañales, pilas, partes de electrodomésticos e incluso chatarra. Cientos de objetos y materiales impensados que impiden el paso del agua libremente. En su mayoría, estos cauces llevan el agua que riegan más tarde las frutas y verduras que a diario se consumen. Todo para pensar pero, principalmente, para ejecutar.
Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Fuente:https://jornadaonline.com/por-luis-martinez/inconciencia-colectiva-el-lugar-donde-dejamos-nuestros-residuos-20227923340
Sé el primero en comentar en «Inconciencia colectiva, el lugar donde dejamos nuestros residuos»