Las perspectivas para los próximos meses no son optimistas y desde distintas consultoras señalan que la inflación «erosiona» la capacidad de compra de las familias.
La aceleración de la inflación de los últimos meses encendió las alertas e hizo mella en el consumo. De hecho, tal como difundió INDEC el martes, en marzo las ventas en los supermercados se contrajeron (0,1%) de manera interanual por primera vez en diez meses. De todas formas, de cara a los próximos meses, las perspectivas no lucen muy alentadoras. Es por eso que distintas consultoras señalaron que el estancamiento en el consumo podría resentir el crecimiento de la actividad económica.
“Me parece que el consumo se va a mantener estancado. La baja del 0,1% no es muy significativa, pero sí es un estancamiento que impide que el consumo siga creciendo. Y eso me parece que se va a mantener. Quizá sea más volátil: en los meses que en algún sector se otorgue refuerzo de ingresos, aumento de salario mínimo vital y móvil o una actualización de paritaria fuerte, ahí se va a reactivar fuerte el consumo. Porque además no se puede saber cuál puede ser la inflación dentro de dos o tres meses. Por eso, imagino que será una evolución más parecida a un ‘serrucho’, con tendencia a estancarse, que a un crecimiento sostenido”, analizó a Ámbito Nicolás Pertierra, Economista Jefe en el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
Este estancamiento en el consumo puede condicionar el crecimiento de la actividad que se había previsto para este año. Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central, se estima un crecimiento de 3,5% del PBI para este año. El programa con el Fondo, de hecho, prevé una expansión de entre el 3,5% y el 4,5%.
En marzo, la economía se contrajo 0,7% mensual, según difundió el INDEC. Para abril, de acuerdo al Índice General de Actividad que elabora la consultora Orlando Ferreres, se podría esperar un avance del 0,5%. “En cuanto a las perspectivas para los próximos meses no podemos ser optimistas”, remarcaron desde la firma, y explicaron: “La inflación sigue carcomiendo los ingresos y la capacidad de consumo de las familias, y el Gobierno no logra aplicar políticas económicas efectivas para enfrentar la escalada de precios, ni está logrando acumular reservas de dólares, y las metas acordadas con el FMI lucen ya de difícil cumplimiento. En los próximos meses podríamos ver mayores restricciones sobre las importaciones y tensiones en cuanto a la disponibilidad energética. En este contexto es natural anticipar que la actividad entrará en un período de estancamiento”.
En la misma línea, desde LCG señalaron que, “puesto que el consumo representa en promedio 70% del PBI, con una inflación que se acelera, difícilmente esta variable sea el motor de crecimiento durante 2022; especialmente en un contexto donde los incrementos salariales son rápidamente erosionados por la suba de los precios”. Es por eso que desde la consultora proyectan una desaceleración de la actividad en la segunda parte del año, que redundará en un crecimiento de la economía de “no más del 2%” este año. Cifra que respondería, aclaran, al “arrastre estadístico” que dejó 2021.
Se “debilitan” los drivers
En la misma línea, desde la consultora Ecolatina analizaron que de cara a los próximos meses “crecen los riesgos de que se debiliten los drivers que explicaron la recuperación del poder adquisitivo y, por ende, del consumo».
“Para empezar, la marcada aceleración inflacionaria, que desde el segundo semestre de 2021 fue contrapesada en materia de ingresos por la reapertura de paritarias, posiblemente comience a hacer mella en el poder adquisitivo en adelante: el salto de inicios de año y las perspectivas de registros elevados para los próximos meses, puede poner en jaque la continuidad en la recuperación del ingreso disponible”, señaló la firma, que destacó: “Pese a los holgados acuerdos paritarios y los recientes bonos a sectores de menores ingresos, la suba de precios hace más factible un escenario donde se trunque la recuperación real de los ingresos y salarios iniciada a finales del año pasado”.
Además, destacaron que la instrumentación del acuerdo con el FMI también “obturará” los drivers que impulsaron el consumo en el último tiempo, por “cuatro vías”. Por un lado, el ajuste de las tarifas energéticas le pone un piso elevado a la inflación, golpeando el ingreso disponible; la meta de déficit fiscal “acota al sesgo expansivo de la política fiscal para impulsar la demanda”; además, la suba en las tasas de interés encarece el crédito al consumo y la inversión; y, finalmente, la meta de acumulación de reservas “le pone un tope al nivel de importaciones que se pueden pagar con el actual nivel de oferta de divisas, sumado al salto de la inflación global, el encarecimiento de los fletes y el recalentamiento del déficit turístico”.
Consumo masivo
En ese contexto, el consumo masivo también podría verse afectado en los próximos meses, aunque la caída del poder adquisitivo no golpeará de la misma manera a todos los canales. “Creo que lo que van a permitir las paritarias, los bonos y los refuerzos que se van a dar, incluso el aumento de las jubilaciones, van a permitir que en el caso de los mayoristas y las grandes superficies comerciales crezca el consumo. Y va a desacelerar un poco en los autoservicios y comercios de cercanía. Va a depender también mucho de la aceleración de precios que veamos en las categorías de consumo masivo. Pero lo que vemos es que se erosionó mucho el poder adquisitivo”, señaló a Ámbito Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
De hecho, según el informe que realiza la firma vía Scanntech (lector de código en 670 puntos de venta de todo el país), el consumo masivo cayó en abril 8,7% interanual, para acumular en el primer cuatrimestre una contracción de 3,1% frente al mismo periodo del año anterior.
Fuente;https://www.ambito.com/economia/consumo/advierten-que-el-estancamiento-del-condicionara-el-crecimiento-la-actividad-n5447811
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