PARÍS.- Después de Polonia y Bulgaria, Finlandia también se quedará sin gas ruso a partir de este sábado. Moscú decidió castigar a su vecino por negarse a pagar la factura en rublos y sin duda por haber presentado su solicitud de adhesión a la OTAN.

“Es muy lamentable que la entrega contractual de gas natural sea suspendida. Pero nos habíamos preparado con mucho cuidado para esta situación”, anunció el director general del grupo energético finlandés Gasum, Mika Wiljanen, en un comunicado. “No habrá interrupciones en la red de distribución de gas”, afirmó el texto.

“El periodo invernal será más complicado, pues la capacidad del gasoducto no alcanzará para cubrir el conjunto de nuestras necesidades”, estimó Olga Vaisanen, vocero de Gasum.

Esta no es la primera vez que el Kremlin utiliza su energía fósil como arma de guerra, el fin de semana pasado, Moscú suspendió parte de la electricidad exportada a Finlandia, después que ese país y Suecia anunciaron su decisión de adherir a la Organización de la Alianza Atlántica.

“De aquí a fines de año, 12 bases militares y unidades serán desplegadas en el distrito militar del oeste”, declaró el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, hablando a responsables de su ministerio y de las fuerzas armadas. Shoigu destacó “el aumento de las amenazas militares en las fronteras rusas”, acusando a la OTAN y a Estados Unidos.

Teniendo en cuenta la difícil situación de sus fuerzas armadas, los expertos militares reciben con escepticismo esos anuncios de Moscú. Según el ministerio de Finanzas ruso, Rusia gastó más de 300 millones de dólares por día el mes pasado, más del doble que antes de la invasión a Ucrania. Mientras tanto, con un sueldo de unos 3000 dólares mensuales, los soldados reclutados para ir a combatir al país vecino deben comprar sus equipos personales, como el calzado, el chaleco antibalas y hasta las vendas y otros insumos médicos, según el periódico independiente The Moscow Times.

Por otra parte, y en plena crisis de reclutamiento, cuando las oficinas consagradas a esa actividad son atacadas con bombas molotov cada vez con más frecuencia, Moscú estudia la posibilidad de ampliar la edad límite para incorporar al servicio militar, que ahora podría superar los 40 años. Según un comunicado difundido este viernes por la Duma (Parlamento ruso) legisladores oficialistas introdujeron una enmienda en ese sentido, con el objetivo de superar la falta de especialistas en las fuerzas armadas, como médicos e ingenieros.

Ciberguerra

En el terreno de la ciberguerra, Vladimir Putin ordenó este viernes “romper con las tecnologías extranjeras para reforzar las defensas de Rusia ante los ataques informáticos”. El líder del Kremlin aseguró, no obstante, que sus servicios detienen con éxito graves “ciberagresiones”.

“La activa digitalización en curso en el seno del gobierno y la economía rusas debe ser protegida al máximo de toda acción potencialmente negativa llegada del exterior”, dijo Putin. “El camino evidente para llegar a ese objetivo es asegurar la transición hacia equipamientos, tecnologías, programas y productos nacionales”, agregó durante una reunión de su Consejo de Seguridad. Según el autócrata ruso, su país debe enfrentar un número creciente de ataques informáticos de “diferentes Estados”, que son “finamente coordinados”. La decisión del Kremlin de “nacionalizar” la actividad informática se produce en momentos en que, desde que comenzó la invasión a Ucrania, gran número de proveedores occidentales dejaron de colaborar con el gobierno de Moscú.

“Pero puedo decir que esa ciberagresión y las sanciones contra Rusia han fracasado pues, en general, estábamos preparados”, concluyó.

Rendición en Mariupol

Tras semanas de combates en la planta siderúrgica, los defensores ucranianos de Azovstal recibieron este viernes la orden de Kiev de cesar los combates, según su comandante.

“El comando militar superior dio la orden de salvar las vidas de los militares de nuestra guarnición y abandonar la defensa de la ciudad”, declaró Denys Prokopenko, comandante del regimiento Azov, una de las unidades presentes en la planta. Más temprano, fuerzas rusas anunciaron que más de 1900 ucranianos se habían rendido.

“Los nacionalistas bloqueados en la fábrica comenzaron a rendirse. Actualmente, 1908 entregaron las armas”, declaró el ministro Shoigu.

Kiev quiere organizar un intercambio de prisioneros de guerra. Pero las autoridades rusas insisten en que consideran a una parte de esos hombres, no como soldados, sino como militantes neonazis. Con esa rendición, Moscú también afirmó haber casi “concluido” la conquista de la región ucraniana de Lugansk (este).

Después de haber desbloqueado 40.000 millones de dólares suplementarios para ayudar a Ucrania, Estados Unidos previno este viernes que, a pesar del éxito de las fuerzas ucranianas en la ciudad de Kharkiv, el ejército ruso refuerza su control en el este y el sur del país. Esto significa que el conflicto podría durar aún mucho tiempo.

No obstante, una alta fuente del Pentágono confirmó también que las fuerzas rusas siguen teniendo problemas de cohesión, de moral de sus tropas y de logística. La fuente se negó a ratificar, sin embargo, las eventuales purgas dentro del comando militar ruso, evocadas por Londres.

“Preferimos ser extremadamente prudentes en nuestras predicciones”, advirtió.

Apoyo del G7

Por su parte, los países del G7 prometieron este viernes movilizar 19.800 millones de dólares para sostener las finanzas de Ucrania. Así lo declararon los ministros de Finanzas del grupo tras una reunión en Alemania.

Italia propuso a la ONU la constitución de un “grupo internacional de facilitación” para intentar lograr “paso a paso” una tregua en Ucrania, según el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Luigi Di Maio. Según el funcionario, ese grupo debería estar compuesto por organizaciones internacionales, como la Unión Europea, Naciones Unidas o la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.

Vivamente criticado por continuar en funciones después de la invasión a Ucrania, Gerhard Schroeder, excanciller social-demócrata alemán y amigo personal de Putin, decidió finalmente renunciar a su puesto de presidente del consejo de administración del gigante estatal ruso del petróleo, Rosneft. El anuncio -comunicado por la empresa- se produjo un día después que el comité parlamentario alemán encargado del presupuesto le retirara más de 400.000 euros anuales de privilegios en su calidad de excanciller.