La actual titular del Fondo Monetario Internacional reflexionó que el mundo se está enfrentando «a una crisis sobre otra crisis»: la pandemia, la guerra y la fragmentación del mundo en bloques, en circunstancias de elevada inflación.
¿Los hitos que menciona la funcionaria de organismos financieros transnacionales hegemonizados por EE.UU. eran altamente improbables? ¿Son crisis o manifestaciones de una crisis subterránea?
El cisne de la guerra
Distintas teorías, como la de Keynes y Minsky, por un lado, y la marxista, por otro, sostienen que el ciclo económico y las crisis como un momento de éste se explican por las fluctuaciones de la rentabilidad del capital. Podría decirse que la rentabilidad es la mano invisible del ciclo: con la disminución de la rentabilidad se reduce la inversión y con la reducción de las inversiones, cae la economía. No obstante, con la depresión económica no todos pierden: las fusiones y adquisiciones centralizan y concentran el capital.
Mucho se ha dicho sobre las advertencias de Kennan, cuadro norteamericano cuyo pensamiento estratégico se mostró acertado para los intereses de EE.UU. durante la Guerra Fría. Insistió en que sería un error cercar militarmente a la Rusia post soviética debido a que no le dejarían otra alternativa para evitarlo que una maniobra defensiva.
El cisne de la fragmentación
Desde finales de la década de 1970, mientras comenzaba a acentuarse el descenso de la rentabilidad de los capitales con casas matrices en las naciones desarrolladas, China introducía un cambio de modelo. Con el Estado como protagonista económico, le permitiría en pocas décadas sacar a una inmensa parte de la población de la pobreza, multiplicar más de 15 veces el salario real, desarrollarse y pasar a tener autonomía en el diseño y producción de bienes de capital en casi todos los rubros, incrementando la productividad. Hoy es la segunda economía del mundo.
Las características actuales del sistema financiero están estrechamente vinculadas a la ruptura del patrón monetario oro-dólar en 1971, que había comenzado a regir desde 1945. A la salida de la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. era indiscutiblemente la mayor potencia en el mundo: poseía la mayor parte del oro monetario del mundo, los niveles de productividad más elevados, producía bienes de capital y de consumo. Pero tenía un límite a la emisión de dinero: el respaldo en oro. El 15 de agosto de 1971 rompió unilateralmente este patrón y pudo emitir dólares de manera casi ilimitada.
En la actualidad, con el dólar se realizan entre el 80 y el 90 por ciento de las transacciones en el mundo. En buena medida, el dólar es la referencia para todos los activos, mediado por tasas y tipos de cambio. Pero su economía ya no es la más pujante.
Un punto a tener en cuenta es que la mayor inflación en EE.UU. en las últimas cuatro décadas está erosionando el poder adquisitivo del dólar. La Reserva Federal ha elevado las tasas de interés y planea hacerlo en mayor proporción, luego de años de tasas reales negativas y planchadas. Por un lado, valorizaría al dólar, pero, por otro, podría reducir el crecimiento y detonar una crisis de deuda de empresas y naciones.
El intento de continuar la globalización para pocos a punta de pistola está forzando a Rusia y China a profundizar su alianza, por un lado, y distanciarse de EE.UU., por otro.
Las distintas sanciones económicas a Rusia llevadas adelante por EE.UU. y países europeos por la conflagración con epicentro en Ucrania, generó un comienzo de desconexión relativa del sistema monetario y financiero de Rusia, China y otras naciones, que comienzan a vincular sus dineros nacionales a la productividad de sus economías a través de cantidades ingentes de oro, petróleo, gas y otras materias primas.
¿Qué rumbo es el más conveniente en Argentina para la mayoría de la sociedad en este mundo de cisnes negros cotidianos?
Por pablo ferraripablokikeferrari@yahoo.com.ar
Fuente:https://www.ambito.com/economia/fmi/el-kristalina-y-la-era-los-cisnes-negros-cotidianos-n5418054
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