Habla de las razones de la derrota ante el radicalismo y menciona también la inseguridad, los candidatos y los vaivenes de la campaña. Dice que el escenario es y seguirá siendo peronista antes que kirchnerista, con Cristina “desde otro lugar”.
Igual, entiende que tan mal no les fue y hasta se muestra satisfecho por haber mejorado algo frente a lo ocurrido en 2009, cuando su partido también fue derrotado por “la gente de Cobos” por amplio margen.
Y a diferencia de lo que pensaba hace apenas 14 meses, cuando en una entrevista con Los Andes reconocía en Cristina Fernández a la única líder y se desvelaba por su re-reelección, hoy habla más de “peronismo” que de “kirchnerismo”, apuesta a la “liga de gobernadores” y se ve como el “articulador” de ese nuevo grupo que busca un líder para recoger la herencia K.
-¿Cuáles fueron los motivos de la derrota?
-Es difícil puntualizar uno. Hay responsabilidades del Gobierno nacional, del provincial, de los municipales, en las contradicciones del comando electoral, en el diseño de campaña, en el candidato y en el mensaje. Está claro que no captamos el voto joven, que era algo que esperábamos lograr. Es difícil desmembrar el voto, como también es difícil analizar por qué perdimos la segunda banca por 8 mil votos con el Frente de Izquierda.
-¿Qué esperaban que pasara?
-Que entraran los dos diputados nacionales. En lo local esperábamos algo parecido a lo que logramos. Vamos a tener una mejor performance en el Senado y en Diputados. Y mejoramos en algunos departamentos, como Malargüe.
-¿Cuáles son las razones nacionales que mencionó?
-Está claro que lo que más le afecta a la gente es la inflación. Todas las elecciones, desde 1983 a la fecha, han sido marcadas por el bolsillo de los sectores más vulnerables o de la clase media.
-¿Y las provinciales?
-La inseguridad. Aunque hay un conjuntos de causas. Para detallarlo habría que hacer una distribución geográfica. En Alvear a lo mejor fue porque a los productores los afectó la helada. En otro departamento por el desempleo, como en Malargüe por Vale.
-¿Su adhesión al modelo nacional no influyó?
-No. Yo no era candidato y la gente vota candidatos. Si no, yo no hubiera podido ser gobernador… (como parte del gobierno de Jaque por la derrota de 2009). En ese año yo era ministro y terminé siendo candidato y luego gobernador. Ahora mejoramos cuatro puntos aquel resultado.
-En 2009 el voto se analizó como un castigo a Jaque en parte…
-No creo que haya sido así. Ustedes evalúan 2009 desde lo local. Yo desde lo nacional. Esta vez fue un mix: el diseño, el comando de campaña, los candidatos, el mensaje, las políticas…
-Después de la derrota, ¿cómo queda la cuestión interna?
-No nos hemos podido juntar, salvo cuando vino Scioli. Creo que es bueno tomar un respiro para después reunirnos todos los sectores y aunar esfuerzos para un 2014 de transición, pensando en 2015.
-¿No le teme al pase de facturas que pueda haber?
-No. Uno tiene vocación de participación, se retroalimenta. No es motivo de miedo. Sí me parece que habrá una discusión necesaria.
-¿Cómo está la relación con el vicegobernador Ciurca?
-Muy bien. Reuniéndonos de forma permanente.
-Pero hay críticas. Él dice que debe mejorar la gestión y usted apunta al comando de campaña…
-Eso es algo que algunos usan para presentar un “dimes y diretes” que han querido generar desde que asumimos. Los dos tenemos claro que eso no va a suceder.
-Pero existen diferencias…
-Con todos. Con los intendentes, los candidatos, los legisladores. Cada uno tiene un posicionamiento. Lo que se busca es que desde esa diferencia podamos construir los consensos necesarios.
-¿La cuestión interna influyó en los errores que llevaron a la derrota?
-Seguro. Y que algunos militantes no hayan querido estar. Pero no es todo. Quizá la elección se perdió por mirar demasiado hacia adentro. Y se perdió afuera. El electorado es mucho más que el PJ. Nosotros sacamos el voto histórico, y eso no alcanza. Para ganar se necesita superar los 38 puntos.
-Para 2015 se dice que el sector Azul quiere imponer un candidato, como Adolfo Bermejo. Miranda quiere ser. Y también se habla de que el Gobierno tendría un candidato…
-Lo veremos en 2015, falta mucho. Yo no puedo perder un segundo de distracción de la gestión.
-¿Cree que hay que modificar el esquema de poder del PJ?
-El armado político para 2015, no sólo en lo provincial sino también en lo nacional, tendrá que ser generoso, incluso incorporando a dirigentes o sectores que hoy no tienen pertenencia o participación en el proyecto local y nacional. Esa es un poco la función que le queremos dar a la Liga de Gobernadores.
-¿Cómo va eso? Scioli vino el otro día como candidato a presidente…
-No. Habló como gobernador de Buenos Aires. La liga se reunirá el 21 de noviembre en Jujuy. Si bien está el instituto Gestar, que tiene que ver con la formación de nuevos cuadros, la liga es un espacio propio de los gobernadores para discutir lo coyuntural y el proyecto político hacia donde vamos.
-El proyecto sin Cristina
-No, con Cristina desde otro lugar. Y con los gobernadores. Todos estamos en la misma situación. Ninguno tiene reelección. Eso le da un condimento distinto a 2015.
-No queda claro si el escenario seguirá siendo kirchnerista o poskirchnerista.
-Peronista, como siempre lo fue. Siempre se discute si el peronismo es un movimiento o un partido. La base estructural es el peronismo. Y este proyecto, desde 2003 a la fecha, nos ha devuelto banderas peronistas, como la movilidad social, la política por encima de la economía, la unidad latinoamericana, con lo hecho por Néstor y Cristina. Con mucho por modificar y profundizar, pero en base a lo hecho.
-Es un cambio fuerte de discurso, porque hasta hace poco era kirchnerismo…
-No. Siempre fue peronismo. Antes de reunirnos en San Juan tuvimos un encuentro de la Gestar, que preside precisamente Scioli.
-Parecía que el kirchnerismo buscaba mayor independencia del peronismo, al sumar a otros sectores…
-Nunca se trató del justicialismo solamente. Desde el principio fue el Frente para la Victoria, en el que un partido mayoritario, el PJ, dio lugar a otros. A partir de 2003 aparecieron agrupaciones como Kolina, La Cámpora, el movimiento Evita, la Tupac, que vinieron a aggiornar el proyecto y a asociarse al peronismo. Pero desde lo constitutivo, en lo federal se sustenta en el poder de los gobernadores. Y la mayoría de ellos son justicialistas.
-¿Esa nueva etapa quién la puede encabezar, Scioli?
-En vista a 2015 habrá gobernadores que querrán. Scioli es uno, Urtubey (Salta) es otro. Como también Capitanich (Chaco). O Urribarri (Entre Ríos).
-¿Y Francisco Pérez?
-Yo me veo como articulador de todos. Hay gobernadores de mucha experiencia, como José Luis Gioja o Eduardo Fellner (Jujuy), o Gildo Insfrán (Formosa), que también estarán en la discusión. O Alperovich (Tucumán). No se ve tanto un proyecto de la individualidad, sino colectivo. Porque además, no es que el justicialismo o la militancia lo necesiten. La etapa de transición que el país está viviendo necesita un proyecto colectivo que dé estas garantías.
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