Los restos del auxiliar de 25 años, José María Muñoz, fueron velados y sepultados ayer en el cementerio central. Imágenes de profundo dolor se vivieron cuando su esposa embarazada y su hija de apenas tres años lo despedían.

 José María Muñoz era sanrafaelino aunque desempeñaba labores en el norte provincial. El miércoles ante el aviso de un robo al 911 cerca del dique Cipolletti, junto a la auxiliar Claudia Roxana Otondo (24)comenzó el desplazamiento cuando por causas que se investigan, el móvil policial cayó al canal que los arrastró más de 30 kilómetros provocándose la muerte por ahogamiento a ambos efectivos.

 Otondo fue sepultada en Valle de UCO, de donde era oriunda, mientras que Muñoz tuvo su sepelio y posterior inhumación en San Rafael. En la mañana de ayer se vivieron momentos de extremo dolor en el momento del traslado del féretro al cementerio central con un cortejo encabezado por una guardia de honor conformada por motos de la UMAR. Sus compañeros aunque lo intentaban, no podían contener las lágrimas.

 En el cementerio la banda de música de la policía recibió los restos y el padre José Antonio Álvarez ofició una ceremonia religiosa.