San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Cuáles son los riesgos de que la Argentina mantenga tasas reales negativas, según el mercado

Cuáles son los riesgos de que la Argentina mantenga tasas reales negativas, según el mercadoEl país lleva más de un año con tasas de interés en pesos negativas en términos reales. Economistas advierten que el contexto de aceleración inflacionaria, acá y en el mundo, y la aparente corrección del «crawling peg», obligan a repensar la estrategia para evitar mayor dolarización.

Argentina lleva más de un año con tasas de interés en pesos negativas en términos reales. Si bien el Gobierno y el Banco Central (BCRA) tienen sus razones para mantener las tasas en estos niveles, lo cierto es que el contexto de aceleración inflacionaria, acá y en el mundo, y la aparente corrección del «crawling peg», obligan a repensar la estrategia si se quiere evitar una mayor salida de pesos del sistema financiero.

Desde marzo de 2020 el BCRA mantiene intacta la tasa de referencia, en 38% en términos nominales, y en torno al 45% en términos efectivos. Durante los primeros meses de pandemia, el rendimiento real de los instrumentos de ahorro en pesos fue positivo. Sin embargo, desde octubre del año pasado, cuando la inflación comenzó a asentarse por encima del 3% mensual, los retornos comenzaron a perder atractivo.

«La tasa real negativa no es competitiva pero tampoco tiene instrumentos contra los cuales competir. La única razón por la cual un plazo fijo sigue siendo una opción de ahorro es la falta de alternativas, y eso viene de la mano del cepo y la represión financiera. Mientras restringas el acceso a otros instrumentos podés tener una tasa negativa. Al Gobierno le sirve además, entre otras cosas, para ir licuando los pasivos del Banco Central», explicó a Ámbito el director de la consultora EPyCA, Martín Kalos.

Cabe recordar que en sus primeros tres meses de mandato, el Gobierno bajó 25 puntos el retorno de los instrumentos en moneda local, con el principal objetivo de facilitar el accesó al crédito por parte de las empresas. Esta política se sostuvo tras la llegada de la pandemia de Covid-19, que obligó a aumentar los esfuerzos para asistir a las firmas con financiamiento subsidiado.

No obstante, por el lado del ahorro las tasas están quedando muy rezagadas. «Tener tasas reales positivas es una de las herramientas básicas para llevar una política monetaria sana. No podés pretender que la gente se quede en pesos cuando ya de entrada está perdiendo 17 puntos (anuales) contra la inflación», sostuvo el analista financiero Christian Buteler.

El problema se acentúa ante la expectativa de aceleración en el ritmo de ajuste del tipo de cambio. La semana pasada el presidente del BCRA, Miguel Pesce, dijo que la autoridad monetaria planea una mayor corrección del dólar oficial cuando el proceso inflacionario lo permita. Tras esos dichos, esta semana el dólar mayorista registró su mayor avance desde fines de abril y la tasa de devaluación mensualizada parece ir convergiendo de a poco con la tasa de inflación.

En este mismo sentido, las consultoras y entidades financieras que participaron del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el Central proyectaron un aumento mensual promedio del 4% para el tipo de cambio, entre diciembre y mayo.

«Una aceleración del ritmo devaluatorio, aunque sea para empatar la tasa de inflación y mantener estable el tipo de cambio real, llevará la tasa de devaluación por encima de la tasa de interés», remarcó Kalos. Por ende, sostuvo que la suba de tasas es necesaria para evitar una mayor dolarización.

En esto coincidió la consultora Equilibra en un informe publicado esta semana. «La tasa mínima para plazos fijos de personas humanas por hasta un millón de pesos se ubica actualmente en 43,98%, es decir que la tasa mensual efectiva es de poco más de 3,08%. Esto significa que, bajo el esquema actual de tasas, el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial tiene poco margen para seguir acelerándose sin ubicarse por encima de la tasa de interés en pesos. Si esto último ocurriera, los ahorristas tendrían incentivos a dolarizarse, impulsando un mayor ritmo de corrección cambiaria para evitar una pérdida significativa de reservas o una mayor brecha cambiaria», expresó en el trabajo.

Por su parte, la consultora 1816 aseguró en su informe semanal que «para que un crawling peg funcione, es necesario que la tasa de interés esté consistemente arriba de la tasa de devaluación».

Desde la entidad advierten que esto es condición necesaria para compensar el riesgo de devaluación abrupta «en algún momento», que genera demanda de dólares en el mercado oficial de cambios o en la bolsa, o de instrumentos atados a la evolución del tipo de cambio, como los bonos «Dólar Linked».

Las consultoras contemplan que una suba de tasas implicaría un incremento de los pasivos remunerados del BCRA (Leliqs y Pases), que ya se encuentran en máximos de las últimas décadas.

Para evitar esta mayor exposición, podría ser el Ministerio de Economía quien convalide mayores tasas en sus licitaciones. Aun así, aclaró 1816, si la autoridad monetaria sigue sin mejorar los retornos reales, persistirían incentivos a tomar deuda en pesos en lugar de conseguir esos pesos liquidando dólares.

En este escenario, en Equilibra estiman una suba de tasas de política monetaria, «en principio de 2 puntos porcentuales, para principios de 2022». «De esta manera, las letras de liquidez a 28 días pasarían a pagar una tasa efectiva anual del 48,3%, que deberá seguir ajustándose para acercarse a las expectativas de inflación y devaluación para el año próximo, que superan el 52% y 55% respectivamente, según el REM», acotaron.

Gustavo Neffa, director de Research for Traders, también pronosticó en diálogo con este medio un aumento de tasas para «enero o febrero», o bien «después de un acuerdo con el FMI». El economista enfatizó sobre la importancia de ajustar los rendimientos en pesos si se acelera el crawling peg, teniendo en cuenta que el dólar viene fortaleciéndose en el mundo y que probablemente los precios de los commodities no estén tan altos como este año en el futuro cercano.

Mientras tanto, Buteler agregó que «la política monetaria implica un conjunto de medidas, un plan integral, que contemple rendimiento real positivo en pesos, pero también un dólar que no se atrase, un bajo déficit fiscal y una política que incentive la creación de nuevas empresas y la generación de empleo».

Todo esto se da en un contexto de aceleración de la inflación a nivel mundial, que está llevando a varios bancos centrales de la región a subir sus tasas, como los casos de Brasil, México, Chile, Colombia, Perú y Uruguay.

El caso más emblemático fue el de Brasil, que en lo que va de 2021 subió la tasa desde el 2% hasta casi el 8%, mientras que en el resto de los países mencionados se vienen verificando ajustes más suaves, aunque sostenidos.

Argentina, con una dinámica inflacionaria muy singular y una economía golpeada desde hace más tiempo que sus pares de la región, no da señales de seguir el mismo camino en cuanto a su tasa de política monetaria.

Fuente:https://www.ambito.com/economia/tasas/cuales-son-los-riesgos-que-la-argentina-mantenga-reales-negativas-segun-el-mercado-n5333325

 

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