El Partido Demócrata se quedó sin representantes en la Cámara de Senadores. Con la nueva composición, la pelea por las votos será tarea de todos los días, en especial en Diputados donde UCR y FPV empatan 21 a 21.
Para obtener las leyes que el gobernador Francisco Pérez necesitará a partir de mayo próximo y durante sus últimos dos años de gobierno, los legisladores oficialistas no sólo tendrán que moverse con una cintura muy flexible sino que deberán establecer alianzas muy finas para sancionar las normas pedidas por el oficialismo.
Es que el radicalismo -el partido que más bancas ponía en juego por la buena elección que había hecho en 2009- mantuvo y ganó lugares, mientras que el justicialismo no perdió legisladores propios pero sí se quedó sin aliados importantes. En tanto, a la par que los demócratas perdieron todo lo que pusieron en juego, el Frente de Izquierda ganó más de lo esperado y se convertirá en la fuerza decisoria en la Cámara de Diputados donde la UCR y el Frente para la Victoria (FPV) tendrán la misma cantidad de representantes: 21 cada uno.
Así, de los 38 senadores, 16 serán radicales, 19 justicialistas, 1 del Pro, 1 del Peronismo Federal y 1 del Frente de Izquierda; un dato llamativo ya que en la historia de la democracia reciente es la primera vez que un candidato de esta fuerza forma parte de la Legislatura.
En esta cámara, además, el Partido Demócrata se queda sin representantes y este hecho no solo muestra la mala elección que hizo esta fuerza, sino que también marca un punto de inflexión ya que en los últimos años siempre había habido un “ganso” en la cámara alta mendocina.
En tanto, de 48 diputados, 21pertenecerán al radicalismo, 21 al justicialismo, dos al PD, uno al Peronismo Federal y tres al Frente de Izquierda. Otra novedad para la cámara baja local.
Al cierre de esta edición, estaba el 80 por ciento de las mesas escrutadas.
De la primera sección electoral – Capital, Guaymallén, Las Heras y Lavalle- se renovaban ocho diputados y seis senadores. El segundo distrito, conformado por Maipú, San Martín, Junín, Rivadavia, Santa Rosa y La Paz, debía cambiar seis diputados y cinco senadores. En la tercera (Godoy Cruz, Luján de Cuyo, Tupungato, Tunuyán y San Carlos) y cuarta sección (San Rafael, Gral. Alvear y Malargüe) se recambiaban cinco diputados y cuatro senadores en cada región.
Ganadores y perdedores
En la Legislatura, el radicalismo es el que más ganó en este “juego”. No sólo porque mantiene las bancas que ponía a disposición sino porque también recupera casi todos los lugares que había ganado en 2009 con legisladores de otros partidos, que entonces se habían aliado en lo que fue el Frente Cívico Federal (que en esa oportunidad había obtenido el 48% de los votos), pero que más tarde pasaron a votar en sintonía con el Frente para la Victoria.
En el Senado, en donde la UCR contaba con pocos legisladores, ahora queda a sólo tres bancas del PJ. En concreto, ponía en juego ocho escaños propios -incluidos dos del iglesismo que el año pasado habían partido el bloque-.
Al sumar 11 nuevos senadores, los radicales no sólo recuperan los dos cargos que en 2009 había ganado el Frente Cívico y que pertenecían a Alejandra Naman -entonces miembro del ARI y ahora del monobloque Nuevo Encuentro- y Guillermo Amstutz del partido Unidad Popular quien, después de algunos años siendo oposición, había regresado en los hechos y en los votos al partido que lo vio nacer: el peronismo.
De este modo, a las diez bancas ganadas en 2009, el partido que lideró Julio Cobos se quedó con una más: 11 en total. El resultado acorta las diferencias en el Senado provincial debido a que -hasta ahora- la proporción era de 13 a 21 en favor del partido gobernante mientras que desde el próximo año será de 16 a 19 en el mismo sentido.
En Diputados, la lista 3 también gana lugares, lo que complicará bastante (por ser moderados en el calificativo) la discusión. Es que, literalmente, radicales y justicialistas empardan 21 a 21 en la Cámara por la que suelen entrar proyectos claves para el Ejecutivo como Presupuesto o Avalúo e Impositiva.
De 12 legisladores que aquí ponía en juego (también incluidas las dos diputadas iglesistas), la UCR ganó uno.
No obstante, respecto de lo que había obtenido hace cuatro años, también perdió uno ya que la banca que dejará Patricia Gutiérrez del partido Unidad Popular -quien junto a Amstutz había llegado con el Frente Cívico y luego se abrió para manejarse libremente- queda para los justicialistas.
Con ocho diputados adentro, el justicialismo, en tanto, gana una banca propia pero seguirá funcionando igual que hasta ahora cuando, con siete miembros propios contaba ocho votos gracias a un aliado clave como Néstor Piedrafita. Él, al igual que Naman, había logrado una reelección de la mano de la 503 que aglutinaba al Frente Cívico como miembro del ARI, pero hacía rato que apoyaba los proyectos del FPV como miembro del kirchnerista Nuevo Encuentro.
Batacazo y decadencia
El segundo gran ganador de anoche y la sorpresa confirmada fue, claramente, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que lidera el debutante Nicolás Del Caño. Gracias a este resultado, este partido va a tener -por primera vez en la historia reciente- un senador provincial y tres diputados provinciales.
En la cámara alta, el cambio será notorio. Es que el partido demócrata perdió las dos bancas que ponía en juego y, de este modo, el conservador partido mendocino se quedará sin ningún representante en este recinto.
En Diputados, el Frente de Izquierda será la tercera fuerza en discordia ya que, con tres diputados, tendrá más representantes que el PD que se quedó con dos bancas. Se trata de las dos que continuaban hasta 2015, ya que las tres que el PD puso en juego en esta elección las perdió a manos de la izquierda.
En esta cámara, el peronista federal Daniel Cassia quedó como el único monobloque. Aunque Cassia se postulaba para diputado nacional por Compromiso Federal, aún le quedan dos años en la Legislatura.
Debutantes
La nueva composición del segundo poder provincial contará con varios debutantes; entre los que se destacan los candidatos del Frente de Izquierda. Así, Héctor Fresina, Martín Dalmau, Cecilia Soria y Noelia Barbeito tendrán su primera experiencia en la Casa de las Leyes y llevarán la voz de los trabajadores. Los tres primeros en Diputados y la última en Senadores.
Pero el espacio que lidera Del Caño no será el único con debutantes entre sus filas ya que -a pesar de que la política suele repetir nombres y reciclar cargos (ver aparte), tanto el radicalismo como el justicialismo se han animado a sumar representantes que nunca habían tenido ni un cargo electivo ni uno ejecutivo.
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