Conocido con el nombre de alcachofa, tiene pocas calorías, muchas propiedades curativas y vitaminas esenciales. Cómo preparar deliciosas ensaladas y tartas.
Llegaron los alcauciles a las verdulerías mendocinas: en primavera se pueden consumir frescos, con todas sus propiedades intactas y a buen precio.
Llamada también alcachofa, esta flor tiene apenas 50 calorías y muchas vitaminas. Se cultiva en el cinturón verde de Mendoza, por lo que su sabor, consistencia y frescura es óptima cuando llega a las góndolas.
El alcaucil crece en climas templados y se consume cuando su flor está a pleno y se inicia la cosecha. Además de ser delicioso, contiene minerales como el calcio, hierro, potasio, fósforo y magnesio. Aporta vitaminas A, C, E y del grupo B como la B1, B3 (niacina), B9 (ácido fólico)
Antes de comprarlos y para que estén ricos, hay que mirarlos bien. Las hojas deben estar bien comprimidas y con aspecto fresco, bien verde.
Una medicina natural
El alcaucil tiene tantas propiedades medicinales que es muy utilizado en la industria farmacéutica, sobre todo como remedio hepático. Con solo comerlo, conseguimos todos estos beneficios:
Favorece la función hepática y es digestiva.
Estimula la producción de bilis para facilitar la digestión de las grasas.
Ayuda a evitar las dolencias cardiovasculares.
Mejora las hemorroides.
Favorece la eliminación de líquidos acumulados.
Al ser rico en fibra, regula el azúcar en sangre y evita el estreñimiento.
Fortalece el sistema inmune.
Tiene acción antiinflamatoria debido al cinarósido.
Ayuda a eliminar las toxinas debido a la acción depurativa de la alcachofa.
Deliciosas recetas
Ensalada de alcaucil con jamón crudo
Ingredientes:
4 alcauciles grandes
Jugo de 2 limones
Sal y pimienta
50 g de harina
1 planta de lechuga
100 g de nueces
100 g de jamón crudo
Ciboulette picada, a gusto
180 cc de crema de leche
40 cc de vinagre de manzana
Preparación
Quitar las hojas externas de los alcauciles y dejar solo el corazón. Sumergirlos en agua con jugo de limón.
Aparte poner agua y sal en una olla. Hidratar la harina con 1 taza de agua y sumarla a la cacerola. Incorporar los corazones de alcaucil y llevar al fuego. Cocinarlos 20 minutos. Cuando estén tiernos, dejarlos enfriar dentro de la misma agua.
Escurrirlos, abrirlos un poco y, con una cucharita sacar la pelusa interior. Dejarlos enfriar por completo.
Poner en una fuente, rodear con hojas de lechuga, trocitos de jamón y nueces picadas.
Batir la crema de leche, incorporando el vinagre y la ciboulette picada. Distribuir la salsa de crema sobre los corazones de alcaucil y servir.
Alcauciles al vino blanco
Ingredientes
12 alcauciles
1 cebolla
1/2 taza de vino blanco
1/2 cucharada de harina
3 cucharadas de aceite de oliva, sal y pimienta c/n.
Preparación:
Quitar las hojas exteriores a los alcauciles dejando sólo los corazones. Cortar las puntas de las hojas. Picar la cebolla y rehogarla. Incorporar los alcauciles y la harina. Revolver y agregar el vino. Salpimentar. Cocinar durante 10 minutos. Servir.
Tortilla de alcauciles
Ingredientes: 1 kg de alcauciles, 5 huevos,1 diente de ajo
Sal, aceite y pimienta c/n.
Preparación
Pelar los alcauciles y cortar los corazones en juliana
En una sartén con aceite de oliva, freír los alcauciles y el diente de ajo. Cuando están tiernos, añadir los huevos batidos, sal y pimienta. Dar vuelta cuando empiece a cuajarlos huevos y luego de unos minutos. Servir.
Tarta
Ingredientes: 4/5 alcauciles, 100 gramos de queso, un puñado de queso rallado, media cebolla, ajo, dos huevos, sal y pimienta a gusto.
Rehogar el ajo y el perejil y hervir los alcauciles. Separar el corazón y la parte tierna de las hojas. Mezclar todo en un bowl con los huevos crudos, el queso, el queso rallado.
Poner toda la mezcla en una masa de tarta a horno medio durante media hora.
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