La llamaron «Operacion Primicia» y fue la mayor acción de la guerrilla en la historia argentina. El 5 de octubre de 1975, la organización Montoneros atacó el Regimiento 29 de Formosa.
El hecho ocurrió en pleno gobierno constitucional de Isabel Perón, cuando unos 70 guerrilleros intentaron copar el Regimiento de Infantería de Monte 29, el segundo en poder de fuego de todo el país. Era el bautismo de fuego de la agrupación, que al mando de Raúl Clemente Yaguer, alias «Roque» y vestidos con uniforme azul, fueron en busca de armamento.
Pero lo que se había planeado como un accionar rápido, para ejecutar en las horas apacibles de la siesta de un día domingo, encontró la inesperada resistencia de los soldados que defendieron el cuartel. Como resultado del enfrentamiento, murieron unas 30 personas: 12 integrantes del ejército -10 de ellos soldados conscriptos formoseños, un policía y al menos 16 guerrilleros.
Enseguida, los medios se hicieron eco de la llamada “Operación Primicia”, en especial porque los militares que murieron en el cuartel eran jóvenes formoseños, la mayoría de familias muy pobres, que cumplían con el servicio militar obligatorio. Eran los soldados conscriptos Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales, Alberto Villalba y Hermindo Luna, como así también el subteniente Ricardo Massaferro y el sargento Víctor Sanabria.
El soldado santafesino Luis Mayol resultó ser un entregador. Actuaba como un espía que operaba para Montoneros, le arrebató el fusil a un compañero y abrió los portones para permitir el ingreso de las cinco camionetas que trasladaban un comando fuertemente armado. Una de las primeras víctimas fue el sargento Víctor Sanabria, quien fue acribillado mientras intentaba dar aviso por radio. Otro grupo mató a los cinco conscriptos que dormían dentro de la habitación de la Guardia y varias granadas arrojadas hacia las ventanas del baño alcanzaron a otros soldados mientras se duchaban.
El soldado entregador los guio hasta los depósitos de armas, pero se acercó el subteniente Massaferro y cuando el conscripto le apuntó, su FAL se trabó y el oficial no dudó en matarlo. Pero esa tarde, entre esos conscriptos veinteañeros, hubo un héroe. Hermindo Luna, con apenas 20 años, no dudó en hacer frente a los cinco guerrilleros que descendieron de una camioneta fuertemente armados. Los montoneros le gritaron: – «Rendite ‘Negro’, que con vos no es la cosa». A lo que Luna respondió: – ¡Acá no se rinde nadie, mierdas! ¡Y…le dispararon!
Su hermana Jovina Luna que en ese momento tenía 11años y fue quien trato de reivindicar todos estos años, a estos héroes y repudiaba las indemnizaciones recibida por quienes mataron. Esto hasta hace unos meses que desgraciadamente murió por Covid.
Luego de hacerse con unas 200 armas entre FAL y FAP, emprendieron la retirada. Al encontrarse con semejante reacción militar, los miembros de Montoneros huyeron en un Boeing de Aerolíneas Argentinas, el vuelo 706, que previamente habían secuestrado, con 102 pasajeros y 6 tripulantes a bordo y en un avión Cessna 182.
Por esos días Maria Estela Martínez de Perón estaba de licencia médica, recluida en las sierras de Córdoba, y el entonces senador Italo Lúder, a cargo de la presidencia provisional, dictó los llamados Decretos de aniquilamiento, 2771/75 y 2772/75, extendiendo a todo el país la orden de «aniquilar el accionar de los elementos subversivos», ya establecida con el Operativo Independencia para la provincia de Tucumán.
Genteleza
Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.
Puerto Madryn – Chubut.
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