El nivel general del Índice de Precios al Consumidor para el Gran Mendoza registró una variación de 0,3% inferior a junio. A pesar de esto el 3,6% fue superior al promedio nacional.
Debido a un error de tipeo, la DEIE informó ayer una variación interanual de precios de 57,3%. El dato correcto es 54%. De todas maneras, resulta un número más alto que el índice nacional, ya que el INDEC informó una suba del 29,1% entre enero y julio, con lo que se superó la proyección oficial del 29% para todo 2021, y registró un alza del 51,8% en los últimos 12 meses.
De todas maneras, los aumentos no dan tregua en Mendoza. Según el último informe publicado por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó otro 3,6% en julio. Si bien se trata de un valor inferior al del mes anterior (3,9%), viene acompañado de una inflación interanual del 54%, el valor más alto registrado desde abril de 2019 (57,5%).
Cabe aclarar, que el término “inflación interanual” hace referencia a cuánto han subido los precios en los últimos doce meses, en este caso, de julio de 2020 a igual mes de 2021. Si se hace un repaso de los datos históricos de Mendoza, se encuentra que en todo 2020 y el primer semestre del año, el IPC interanual nunca alcanzó el 52%.
De hecho, para encontrar un valor más alto al acumulado de julio (54%) hay que remontarse a abril de 2019, cuando la DEIE midió un avance anual de los precios del 57,5%.
“No deberían sorprendernos estos números, porque la medición implica la consideración de un proceso que es acumulativo. Como mes tras mes las cifras se han mantenido por encima del 3%, no es de sorprender los guarismos que se están dando, influidos por la emisión monetaria”, explicó el economista Carlos Rodríguez.
La suba por rubros
A la hora de analizar la inflación, siempre es interesante observar en detalle cómo se comportó cada rubro en particular. En este caso, se observa que entre julio de 2020 y el séptimo mes de 2021 el rubro que más subió fue el de indumentaria, con un incremento del 72,2%.
Sin embargo, el que mayor incidencia ha tenido en el avance del IPC general es el rubro de “alimentos y bebidas”. Los productos medidos dentro de ese ítem subieron en promedio 61,1% en los últimos doce meses. Como se trata de productos esenciales, con un alto peso en el gasto mensual de cualquier familia, tienen un impacto muy fuerte en la inflación total.
“En el mundo, a causa de la demanda, hubo un incremento de los comodities y los alimentos en nuestro país sufrieron un shock externo”, destacó el economista y ex ministro de producción local, Raúl Mercau. El aumento de los alimentos fue acompañada también por un empobrecimiento de la población en general. Mercau agregó que “gran parte de los ingresos medios han caído por debajo de la línea de la pobreza y hay una demanda relativa más intensa sobre lo alimentos que sobre el resto de los bienes de consumo”.
Otro rubro que merece ser destacado es el de “atención médica y gastos para la salud”, que en medio de la pandemia aumentó un 68,9%. Como también se trata de productos y servicios esenciales, los incrementos en ese ítem suelen tener un fuerte impacto sobre el bolsillo de la población en general.
Un dato llamativo, es que si se estudia lo ocurrido únicamente en julio (un mes en el que la actividad estaba restringida a causa de las medidas sanitarias), se encuentran una situación similar. Atención médica (5,7% de aumento), indumentaria (4,5%) y alimentos y bebidas (3%) se encuentran entre los rubros que más se incrementaron. Eso quiere decir que, lejos de revertirse, la tendencia de una inflación concentrada en los rubros esenciales continúa.
Un dato a tener en cuenta, para la economista Paula Pia Ariet, es el congelamiento de los precios de bienes y servicios. “Los seis precios más importantes de la economía están frenados y esto agrava aún más la situación, porque tenemos una inflación alta con precios congelados y sin una devaluación previa”, puntualizó Ariet.
Muy lejos del objetivo
Cuando el Gobierno Nacional elaboró el Presupuesto 2021, utilizó como parámetro una inflación anual estimada del 29%. Mendoza, como todos los años, tomó el mismo valor para la elaboración de su propio Presupuesto. Ya en los primeros meses se podía anticipar que la meta no se cumpliría, pero ayer se terminó de confirmar con una acumulado anual del 30,7%.
Con el aumento del IPC de julio (3,6%), Mendoza alcanzó una inflación acumulada del 30,7%, superando por 1,7 puntos porcentuales la inflación que supuestamente se daría entre enero y diciembre. Si los precios siguieran avanzado al mismo ritmo (el IPC promedio mensual es de 4,38%), el año terminaría con una inflación total de 52,6% en la provincia, más de 20 puntos por encima del objetivo propuesto por Nación.
“La inflación se mantiene en niveles elevados, pero se consolida un proceso paulatino de desaceleración mensual, y es un paso importante. La posición de reservas del banco central permite tener un control de la tasa de devaluación y en épocas electorales eso es algo difícil de lograr”, detalló Nicolás Aroma del equipo económico del Frente de Todos. “En nuestra economía sigue impactando el shock que sufrieron los precios internacionales, un incremento que afecta a muchos países en el mundo y a los que Argentina no escapa”, agregó.
Un contexto complicado
Por su parte, el economista y asesor del gobierno provincial, Sebastián Laza recordó que en los primeros meses de pandemia la inflación se desaceleró, pero cuando se liberaron las actividades -en Mendoza antes y en la Nación un poquito después- los precios empezaron a acelerarse, debido al contexto macroeconómico complejo del país”.
El economista Walter Carvalho se mostró de acuerdo con Laza y señaló que el efecto de la pandemia ha impactado en la inflación por los elevados niveles de emisión monetaria que se produjeron para financiar el parate que provocó la crisis. “La emisión, como política monetaria ha sido el único recurso para afrontar el freno de la actividad económica a causa de las restricciones sanitarias. El año pasado, en julio, estábamos en plena pandemia y los programa de ayuda como los Repro o los ATP, palearon en forma artificial la caída de la producción”, señaló Carvalho.
En tanto, el contador y especialista en administración estratégica, Juan Pablo Díaz Marilli, remarcó que “la inflación afecta en mayor medida a la clase baja, porque la clase media y alta tienen acceso a otras posibilidades (a descuentos y promociones) que les otorgan marcas, bancos, tarjetas de crédito, que licuan en parte el fuerte impacto de la inflación”.
Fuente:https://www.losandes.com.ar/economia/la-inflacion-de-julio-experimento-una-leve-desaceleracion/
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