“En materia hídrica este año pinta mal. La última nevada fue la primera significativa de este invierno y en la cuenca del río Mendoza, por ejemplo, ha nevado menos de la mitad de lo que había nevado hasta fines de junio del año pasado.

Y si consideramos las cuencas del centro y sur mendocino, en el invierno de 2020, para esta fecha había nevado 10 veces más que ahora. Tendríamos que tener 5 veces más de nieve de la existente hoy, en general, en toda la provincia. Estamos por debajo del 10% del total anual en un año medio. O sea, tendría que haber una nevada como la del fin de semana del 26 y 27 de junio pasado, todas las semanas que quedan del invierno, hasta principios de septiembre”, afirmó el Jefe de Irrigación en alusión a la crisis hídrica, después de reunirse en San Rafael con prestadores turísticos preocupados por el caudal del río Atuel.

Apoyado en el desalentador pronóstico para esta temporada, Sergio Marinelli remarcó que “hay que prepararse muy bien y sobre todo llegar a acuerdos para que el agua, que va a seguir siendo escasa, la distribuyamos de manera razonable y todos puedan trabajar. Con la Cámara de Turismo hemos tenido mucho diálogo, mucha vocación de arreglar las cosas, se han ido adaptando a esta nueva realidad, han empezado a navegar con poca agua, han adaptado sus vacaciones, han invertido”.

“Hubo una reunión más técnica con la Subdelegación del río Atuel hace un par de días. Hoy yo vine a formalizar esto y también vamos a comprometer a la Dirección de Hidráulica, que tiene máquinas más aptas para acomodar el río en determinados sectores. Lo que hagamos será de común acuerdo y estaremos prevenidos. Esa es la idea”, sostuvo.

“Por el lado de las obras, ya están en ejecución con un 30% a 80% de avance. Hoy recorrí 6 de las 19 previstas en esta cuenca. En un mes estarán todas terminadas. Son 90 millones de pesos de inversión. Tenemos dos tipos de obra: algunas de impermeabilización y otras que tienen que ver con una forma distinta de manejar el agua. Estoy muy contento con los avances en el Diamante, trabajando en conjunto con los Inspectores de Cauce y en muchos casos con todos los regantes”.

“Con los prestadores turísticos del sur de nuestra provincia tenemos un acuerdo tácito. Siempre lo hemos tenido. A comienzos de este año hubo algunos enojos. Hubo muchísima lluvia y frente a una sequía como la que tenemos, lo lógico es no largar agua para que esa lluvia haga la tarea del regado. Es más, gracias a la lluvia hemos podido completar el año agrícola. De lo contrario, hubiéramos tenido problemas muy serios económicos en muchas fincas. La lluvia ayuda y cuando llueve no se larga agua por el río. Esa es la forma de aprovechar el agua de lluvia”, enfatizó Marinelli.