El misterio crece. El Gobierno de Estados Unidos no puede afirmar que los objetos vistos por pilotos de la Armada en vuelos de noviembre de 2004 y marzo de 2015 sean naves extraterrestres, pero tampoco puede explicar qué son.
Esta es la principal conclusión del muy esperado informe que las agencias de inteligencia de Washington elaboraron meses después de desclasificar tres vídeos en los que se aprecian estos fenómenos, que tras ser filtrados alimentaron durante años las teorías sobre la existencia de vida inteligente en otros planetas. El documento en manos de altos funcionarios de la Administración, sin embargo, sí elimina uno de los principales rumores que rodearon estos avistamientos: la gran mayoría de los 120 incidentes no pertenece a proyectos militares de pruebas de tecnología o armamento de Estados Unidos clasificados como de alto secreto.
Los últimos meses han sido fructíferos para algunas teorías especulativas. Desde hace algunas semanas, la hipótesis de que el coronavirus surgió por un contagio dentro de un laboratorio ha dejado los márgenes de internet para convertirse en un tema a investigar. Lo mismo ha sucedido con los ovnis, que durante décadas han sido la obsesión de los estudiosos de lo paranormal. Ahora se ha convertido en uno de los escasos temas en los que coinciden republicanos y demócratas. Desde el expresidente demócrata Barack Obama hasta el senador ultraconservador Marco Rubio. “No podemos permitir que el estigma de los ovnis nos impida investigar seriamente esto. El informe es un paso hacia ese proceso, pero no será el último”, dijo recientemente el legislador republicano.
Una versión del informe, que ya ha sido revisada por miembros de alto nivel del Gobierno de Joe Biden, debe ver la luz antes del 25 de junio. Se espera que el documento, que tendrá un apéndice con información clasificada, aporte certezas después de las grandes expectativas que ha creado la investigación llevada a cabo por el Pentágono. Los pilotos que presenciaron los fenómenos aéreos al oeste de la ciudad californiana de San Diego, sobre las islas de San Clemente, describieron un comportamiento errático y luces que desafiaban las reglas de la física provenientes de un objeto con forma de píldora. De acuerdo a los testimonios, las naves no tenían motores o escapes visibles y fueron registradas a más de 9.000 metros de altura y a una gran velocidad. Uno de estos objetos hizo vuelos diarios entre el verano de 2014 y marzo de 2015. “Aceleraba como nunca he visto”, juró David Fravor, uno de los pilotos de la Armada en una entrevista.
Uno de estos objetos hizo vuelos diarios entre el verano de 2014 y marzo de 2015. “Aceleraba como nunca he visto”, juró David Fravor, uno de los pilotos
El documento, afirma The New York Times, sostiene que muchos de estos avistamientos son difíciles de explicar. Elimina la posibilidad de que hayan sido producto de objetos como globos sonda o meteorológicos, pues sus trayectorias no respetaban los cambios de velocidad del viento. Algunas fuentes han afirmado al diario que existe preocupación porque se trate de experimentos llevados a cabo por potencias rivales como Rusia y China con tecnología supersónica para evadir radares antimisiles.
Hay un responsable del nuevo furor por los ovnis en Estados Unidos. Se llama Harry Reid y fue el líder de los demócratas en el Senado durante 12 años, desde 2005 y hasta 2017. Originario del Estado de Nevada, fue el encargado de financiar desde 2007 y durante una década un proyecto secreto del Pentágono para investigar si los supuestos avistamientos de ovnis representaban un riesgo para la Tierra. El senador se ha convertido en un importante defensor de la necesidad de invertir en la investigación científica de estos fenómenos. Y ha declarado públicamente haber quedado “fascinado” con las cosas que vio en una visita a la legendaria Área 51, donde los hallazgos sobre la supuesta vida extraterrestre son guardados bajo el más estricto secreto. Recientemente, Reid ha dicho a The Guardian que el Congreso debe liderar los esfuerzos de investigación. “No creo que el informe vaya a decirnos mucho”, afirmó el expolítico, de 81 años, con algo de desconfianza hacia el Pentágono.
No es la primera vez que la política estadounidense tiene preocupaciones galácticas. El presidente Jimmy Carter, convencido de haber visto un ovni a mediados de los años setenta, pidió a la NASA que llevara a cabo una investigación sobre el fenómeno. La agencia espacial rechazó la sugerencia del demócrata adelantando que esta probablemente iba a ser muy cara y tendría resultados poco aprovechables. Algunos años atrás, la fuerza aérea había invertido millones de dólares en un programa de vigilancia de los cielos con escaso éxito. Barack Obama ha sido uno de los últimos en sumarse a esta tendencia. “Fuera de broma, hay vídeos y registros de objetos en los cielos que no sabemos exactamente qué son”, dijo el exmandatario en el programa de James Corden. Washington aún no puede despejar esa duda. O no quiere hacerlo.
Fuente:https://elpais.com/ciencia/2021-06-04/un-informe-de-inteligencia-de-ee-uu-no-descarta-la-existencia-de-objetos-voladores-extraterrestres-pero-tampoco-los-confirma.html
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