San Rafael, Mendoza martes 26 de noviembre de 2024

Galletas para lobos de mar – Por:.Beatriz Genchi

La empresa que hizo estas galletas estaba a punto de convertirse en la mayor fábrica de galletas del mundo, con más de 5.000 empleados. Estaba en Reading (Inglaterra), conocida como “la ciudad de las galletas”. Hasta a los jugadores de su equipo de futbol se les llamaba los Biscuitmen (los “hombres galleta”).

Seguro que las galletas estaban deliciosas, pero buena parte del éxito de la fábrica fueron los envases. Es precisamente lo que ha llegado hasta aqui. El fundador, Joseph Huntley, abrió una pequeña panadería en 1822. Tenía dos hijos: de ellos, Thomas fue el que siguió con la fabricación de galletas junto a un pariente, George Palmers, y juntos dieron un gran impulso a la empresa. El otro hijo, Joseph, tenía una ferretería, así que empezó a fabricar cajas de hojalata para exportar las galletas, aprovechando la buena comunicación de Reading por ferrocarril. Esta segunda empresa, Huntley Boorne & Stevens, con el tiempo también se convirtió en la principal fábrica de hojalata británica.

Desde 1877 adquirieron derechos exclusivos de Bryant & May (una empresa de fósforos) para el nuevo proceso de ‘litografía offset’ para imprimir en metal. Por eso en una de las caras de esta pieza vemos la marca B&MsPAT (“Patente de Bryant & May”). Y también cambios de diseño: las cajas pasaron de ser cuadradas a rectangulares para encajar mejor en los espacios del tren.

El éxito de las cajas fue doble: las galletas llegaban intactas a cualquier lugar, y cuando se consumían, el envase tenía una utilidad decorativa. Para no restarle belleza, desde la década de 1880 el nombre del fabricante se eliminó de las caras visibles y pasó a la base.

La decoración de la caja de la Barbera dels Aragonés son escenas de barcos con banderas de diferentes nacionalidades. En la imagen frontal un velero a vapor americano, cerca de los acantilados blancos de Dover, en Inglaterra. No en vano el modelo se llama “sea dogs”, que podemos traducir como “lobos de mar”. Y es que las galletas tienen mucho que ver con la alimentación de los marineros.

Galleta en inglés es biscuit, del latín “bis coctus” (como bizcocho) y que significa “cocido dos veces”. En origen eran unas tortas que se cocían dos veces para que duraran más, aunque quedaban más secas. El bizcocho o “galleta de mar” era una especie de pan cocido no dos sino cuatro veces, para alargar su caducidad y procurar alimento a la tripulación en las largas travesías. Los ingleses también las llamaban hard tack (literalmente “tachuela dura”) o sailor biscuit (“galleta de marinero”).

Su consumo por la Marina en la Península Ibérica está documentado desde el siglo XIII. Aparecen en toda documentación que hable de víveres de las embarcaciones desde el siglo XVI. A cada marinero se le asignaba diariamente una libra y media de bizcocho, unos 680 gramos. Pero como dice el refrán, no sólo de pan vive el hombre… y también se les asignaba (al menos en teoría), un litro de vino, casi un kilo de arroz o garbanzos y carne o pescado en salazón en días alternos hasta completar unas 4.000 calorías al día, lo suficiente para un trabajo tan duro. Decimos en teoría porque si se alargaba el viaje o tenían cualquier incidente, los lobos de mar podían pasar días y días a base de solo galletas secas.

A través de los años y años, quien no tubo o tiene una de esas cajas en su casa? Y si la vio con galletitas…me lo cuenta??? Yo siempre la vi con botones y ahora con bijouterie!

Gentileza:
Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga – Gestora Cultural – Artista Plástica.

Puerto Madryn – Chubut.

 

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