Abril terminó con una variación de 4,8% en Mendoza. En lo que va de 2021, acumula 17,3%. Los alimentos, por encima del promedio.
Pese a la cuarentena estricta decretada a nivel nacional por la pandemia de coronavirus, que provocó que el consumo se desplomara (salvo en productos esenciales) y la actividad económica se contrajera a valores impensados, la inflación de Mendoza de los últimos doce meses fue de 46,6%.
Así lo demuestra el último informe de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) de Mendoza. El estudio indica que, en abril, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó 4,8%, llevando la inflación acumulada anual al 46,6% mencionado anteriormente, que determinó una fuerte caída del poder adquisitivo de los salarios.
Por otro lado, en lo que va de 2020 los precios ya crecieron 17,3%. Se trata del valor más alto para un primer cuatrimestre en los últimos 30 años.
Si se analiza el IPC en detalle, se encuentra que hay varios ítems que subieron por encima del promedio general en el último año. El rubro que más varió es el de indumentaria (62,9%), que superó por 16,3 puntos porcentuales al IPC total.
Sin embargo, el aumento más significativo -por su incidencia en el bolsillo de las familias- es el de alimentos y bebidas. Según informó la DEIE, entre abril de 2020 e igual mes de este año, los productos alimenticios subieron 52,5%, es decir 5,9 puntos porcentuales más que el IPC general.
Esto pese a los programas implementados por el Gobierno nacional para frenar la escalada, como Precios Cuidados, Precios Máximos y los acuerdos con proveedores puntuales, como es el caso de la carne.
En el otro extremo, hay rubros que tuvieron variaciones inferiores al 46,6%, como “vivienda y servicios básicos”, que avanzó “sólo” 25,1%, aunque con las tarifas congeladas.
Por qué se acelera el IPC
Hay múltiples causas detrás de la aceleración de la inflación. Para los economistas de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), el problema principal es el elevado ritmo de emisión monetaria.
“Cada vez necesitamos más pesos para comprar el mismo kilo de pan, el mismo litro de nafta o la misma remera. No tenemos un problema de precios, tenemos un problema macroeconómico. Gastamos más de lo que nos ingresa (déficit fiscal) y financiamos eso emitiendo pesos. A eso se suma la falta de confianza sobre la moneda, lo que la hace valer cada vez menos”, destacaron.
Se mostró de acuerdo Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, quien subrayó que la dinámica inflacionaria del país va más allá del nivel de actividad. “Hay desajustes estructurales en materia de política monetaria y falta de confianza. Por eso la inflación se aceleró aun en un escenario recesivo”, señaló. “La crisis es grande y los formadores de precios reaccionan así, aumentando en la medida que puedan”, subrayó.
Por su parte, la economista Carina Farah explicó que en los últimos meses han tenido impacto los aumentos de los combustibles. A su vez, advirtió que hay problemas estructurales que conducen a una mayor inflación. “Hablamos de mercados muy concentrados, que venden productos necesarios y difíciles de sustituir. Esto hace que los oferentes tengan más libertad para trasladar los aumentos de costos a los precios”, subrayó.
Para el economista Carlos Rodríguez, la inflación se explica en gran parte por la expansión monetaria de dos billones de pesos que se ejecutó el año pasado. “Una parte fue absorbida, pero hubo una expansión de los pases y las Leliqs de $700.000 millones, que tarde o temprano se convertirán en más inflación”, comentó.
El economista Walter Carvalho advirtió que el país ya vive una estanflación. “Se incentivó la demanda inyectando efectivo y no se tomaron las medidas necesarias para que la oferta acompañara. La baja en la actividad afectó directamente el ritmo de producción. La demanda, principalmente alimentos y bebidas, no fue cubierta del todo por la oferta. Y un bien escaso se hace caro”, alertó.
En tanto, el economista Raúl Mercau atribuyó las subas de alimentos y bebidas a la alta incidencia de los precios externos (commodities), a que dentro de la canasta de los argentinos pesan mucho algunos productos con precios que son fijados por las grandes empresas y a que la pandemia y los bajos ingresos han privilegiado la compra de alimentos, que han subido impulsados por la demanda.
Alerta
A nivel país, fue de 4,1% en abril
El Indec informó que el Índice de Precios al Consumidor creció 4,1% en abril a nivel nacional, algo menos que el 4,8% de marzo. La inflación acumulada de 2020 ya alcanzó el 17,6%, 0,3 punto porcentual más que en Mendoza. En lo que va del año, el rubro que mayor incremento ha tenido es educación, con 32,6%. Le siguen indumentaria (22,4%), bebidas alcohólicas y el tabaco (19,3%), restaurantes y hoteles (19%) y alimentos y bebidas, con 18,7% entre enero y abril.
Fuente:https://www.losandes.com.ar/economia/pese-al-impacto-de-la-cuarentena-hubo-46-de-inflacion-en-un-ano/
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