Prensa del Senado
La polémica por la prórroga del régimen de promoción golpea en tres provincias claves en la elección nacional y de cara a la renovación de la Cámara alta
La feroz pelea económica que rodea a la inminente caída del régimen de promoción de los biocombustibles, cuya continuidad las provincias petroleras rechazan, se ha traducido en una crisis política al interior del Frente de Todos en el Congreso.
En el Senado, la negativa del Gobierno a prorrogar el régimen, que vence el mes próximo, provocó malestar al interior de la bancada oficialista. Pero también encendió las alarmas sobre el impacto electoral que la decisión del Gobierno podría tener de cara a la renovación de un tercio de la cámara en los comicios de octubre.
Es que la producción de biocombustibles se ha convertido en uno de los pocos sectores que generan mano de obra en tres de las ocho provincias que renuevan su representación en el Senado este año. Se trata de Santa Fe, Córdoba y Tucumán, distritos que figuran entre los más poblados del país y en el que una caída electoral del peronismo podría terminar por inclinar la balanza a nivel nacional en contra del Gobierno de Alberto Fernández.
Como si fuera poco, la onda expansiva impactaría de lleno en las pretensiones de Cristina Kirchner de alcanzar los dos tercios en el Senado; un sueño casi imposible.
“Ese es el nivel de daño que están generando al responder al lobby petrolero y dejar caer el régimen de biocombustibles”, se quejó amargamente un senador oficialista al hablar con este diario sobre los alcances políticos del conflicto que mantiene en vilo al oficialismo desde hace varias semanas.
Sin embargo, el lobby petrolero se impuso en la Cámara de Diputados y en el Gobierno que, a pesar de haber empeñado su palabra, omitió incluir el proyecto en las sesiones extraordinarias. Con el acercamiento de la fecha de vencimiento del régimen sin avances y en un intento por terminar con la crisis, Máximo Kirchner intervino en el conflicto con un proyecto alternativo, aún no presentado de manera oficial, que reduciría el porcentaje de los cortes en las naftas y diésel y solo garantizaría los cupos para la colocación de biocombustibles para los pequeños productores.
Sin embargo, parece que al jefe de los diputados oficialistas no le alcanzaría con su apellido para contener el malestar en el oficialismo. Si bien pudo impedir una rebelión pública en la Cámara baja, cuando la oposición intentó sesionar sin el oficialismo para aprobar la prórroga, en el bloque oficialista del Senado el clima es cada vez más tenso.
Una señal de esa tensión se pudo ver en el pronunciamiento público del senador Roberto Mirabella (Santa Fe), de habitual bajo perfil, poniéndole el cuerpo a la polémica.
“Mi posición política frente a este tema es votar la prórroga”, afirmó el senador la semana pasada, durante una reunión de la que participó junto a funcionarios del gobierno de Omar Perotti y en la que representantes de cámaras y federaciones industriales de Santa Fe exigieron la sanción del proyecto aprobado en el Senado.
Para los oficialistas santafecinos y cordobeses la polémica por los biocombustibles se suma a la empinada cuesta que deberán remontar en sus distritos en las elecciones de medio término.
“Sobre llovido, mojado”, se lamentó un histórico dirigente peronista luego de recordar que, además del difícil panorama electoral que enfrenta el peronismo, Sacnun y Mirabella deben cargar con el desgaste que les provocó el frustrado intento de intervenir Vicentin y sus apoyos al proyecto del ultrakirchnerista Oscar Parrilli (Neuquén) para hostigar a la cerealera con la creación de una comisión investigadora de los créditos otorgados por el Banco Nación.
En Córdoba, en tanto, el affaire podría significar un golpe fatal a las aspiraciones de reelección de Carlos Caserio. Enfrentado al gobernador Juan Schiaretti, el senador buscará renovar su banca con la escudería kirchnerista en una contienda que, según indican las encuestas, será por la banca de minoría ya que las dos por la mayoría quedarían en manos de Juntos por el Cambio.
La provincia donde menos impacto electoral tiene el incidente es Tucumán, en donde el Frente de Todos tendría garantizado el triunfo y la renovación de las dos bancas que pone en juego en octubre.
Más aún, los dos representantes oficialistas de la provincia tienen los días contados en la Cámara alta. La carrera política de José Alperovich quedó herida de muerte tras las denuncias por violación de su sobrina. En su caída, el exgobernador arrastrará a Beatriz Mirkin, su prima, que no tendría chances de renovar su escaño.
Sin embargo, Mirkin también dejó al desnudo el malestar que impera entre los oficialismos de ambas cámaras legislativas. Mujer de pocas pulgas y respuestas con cajas destempladas, propuso en un debate en comisión “devolverle a Diputados con la misma vara con la que actúan”. Se refería a proyectos aprobados por el Senado que perdieron vigencia por falta de tratamiento en la Cámara baja, pero a un experimentado senador oficialistas no se le escapó que el enojo de la tucumana también aplica al tema biocombustibles.
Sé el primero en comentar en «Senado: malestar y crisis interna en el oficialismo por los biocombustibles»