En estas, nuestras “charlas” hoy quiero hablar de un huevo de pascua muy original, realmente exótico y muy llamativo del que seguramente tienen alguna información. Es el huevo de pascua hecho en oro y piedras preciosas del famoso joyero ruso Peter Carl Fabergé.
Voy a detenerme en la pascua de aquel 1.885, en el que reinaba el Zar Alejandro III, y su esposa era la Zarina María. Momento en que el Zar visita a un muy conocido joyero ruso de nombre Peter Carl Fabergé, un artista que en 1.882 había recibido la medalla de oro por sus exposiciones de joyería y a quien se le conocía como el orfebre y joyero de la Corte Imperial Rusa. Alejandro III para esta pascua quiere regalar a su distinguida esposa la Zarina María un huevo especial. Algo así como un huevo (de platino) que abre otro huevo (de oro) y cuando se abre este último, hay una gran sorpresa…aparece una gallina de oro en miniatura muy curiosa, porque lleva en su cabeza una minúscula réplica de la corona imperial rusa.
Vale marcar dos puntos, en decir que Rusia era y es una nación cristiana pero de origen ortodoxo y para ellos es una de las más importantes tradiciones de su calendario, regalar un huevo en tiempos de pascua, un huevo coloreado a mano, la mayoría de estos huevos son llevados a la iglesia donde se bendicen, para ser regalados a familiares o amigos, esta tradición podemos decir que es centenaria, que ha pasado de generación en generación y caracteriza aquellos momentos más emblemáticos de la cristiandad.
El segundo es que esta tradición de regalar huevos de pascua hechos en oro comenzó con el zar Alejandro III y fue seguida por su hijo, el último Zar de Rusia, Nicolás II, quien decidió regalar huevos de pascua Fabergé a su madre y esposa, hasta la última pascua de su reinado, que fue considerada después de la ejecución de la familia imperial rusa en 1.918.
40Después del asesinato de la familia imperial a manos de Lenin, la revolución rusa acabó con la firma del señor Fabergé, los bolcheviques nacionalizaron la casa y la familia Fabergé tuvo que huir y refugiarse en Suiza, donde en el año de 1.920 el señor Fabergé murió. Considerado en la historia universal como uno de los orfebres más destacados en el mundo por sus obras hechas en piedras preciosas y materiales de metal, muchas de estas obras presentan estilos griegos, renacentistas, barroco, Art Nouveau, naturalista y muchas otras son caricaturas, con tanta influencia que podemos ver el paso del tiempo y la historia reflejados en sus creaciones, en el estilismo de sus joyas.
La historia cuenta que el señor Fabergé confeccionó 57 huevos, pero existen catalogados 69. La familia imperial Romanov ordenó 52, a estos los conocemos como los «huevos imperiales», seis de ellos después de la II guerra mundial fueron subastados, el más nombrado por los expertos en arte, joyería y estética tiene fecha 2.007, subastado a la familia Rothschild, una familia muy conocida en el mundo de las finanzas, quienes pagaron una suma alrededor de 18 millones de dólares por una sola pieza. También llegan informes en los que podemos leer que Joseph Stalin para adquirir dinero vendió algunos de los huevos de pascua hechos para la zarina María Fiodoróva en 1.927. En la actualidad se encuentran 10 huevos en la Armería del Kremlin, 9 en el museo Fabergé de San Petersburgo, 5 en el museo de Bellas Artes en Virginia (USA), mientras que la reina de Inglaterra, posee tres entre sus tesoros. Los demás se han repartido en diferentes museos o colecciones de algún histórico o amante de la joyería.
Solo me queda una reflexión:
¡Ojalá este año encontremos alguno de chocolate a menor precio que los Fabergé!
Gentileza:
Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.
Puerto Madryn – Chubut.
Sé el primero en comentar en «Huevo de pascua imperial – Por:.Beatriz Genchi»