De 20 años e hijo del checo Petr Korda, número 2 en 1998, sigue evolucionando: alcanzó por primera vez los cuartos de final de un Masters 1000, en Miami; desde el año pasado cuenta con el Kid de Las Vegas como consejero dentro y fuera del court
Antes del Miami Open, el tenista estadounidense Sebastian Korda (20 años) nunca había ganado partidos en torneos de Masters 1000, la categoría más destacada después de los Grand Slam. Ni en singles ni en dobles. Sin embargo, el hijo del checo Petr Korda, el recordado ‘Pájaro Loco’, número 2 del mundo en 1998, no sólo rompió ese registro sino que, después de vencer por primera vez a un Top Ten (a Diego Schwartzman, 9°), alcanzó los cuartos de final del mismo certamen donde su padre llegó a las semifinales de la edición 1993.
Si los Cerúndolo son una familia argentina que late por y para el deporte, se podría decir que los Korda son la versión estadounidense: además de los varones de la casa, mamá –Regina Rajchrtova– fue 26° de la WTA en 1991 y las dos hijas mujeres del matrimonio son destacadas golfistas, Nelly Korda (4ª en el ranking mundial del LPGA Tour; 22 años) y Jessica Korda (18ª; 28).
Sebastian, nacido en Bradenton, en la Florida estadounidense, aunque fiel a sus orígenes checos dio sus primeros pasos en el deporte entre el hockey (uno de los deportes más populares en la República Checa y Estados Unidos) y el tenis. Pero cuando tenía diez años decidió dejar el hockey para, únicamente, empuñar una raqueta. “Fui al US Open con mi padre y Radek Stepanek en 2009. Creo que llegó hasta la cuarta ronda. Jugó contra [Novak] Djokovic en el estadio Arthur Ashe a las 10:30 de la noche, totalmente lleno. Me di cuenta de que era lo mejor que había. Me fui a casa, volví al año siguiente y dije que eso era exactamente lo que quería hacer”, contó Korda -en atptour.com-, actual 87° y que este jueves se medirá con el ruso Andrey Rublev, buscando un lugar en las semifinales. Ya se aseguró irrumpir, desde la semana próxima, en el Top 65 del ranking.
Sebastian tiene una suerte de arma secreta en su raquetero: los consejos de una leyenda como Andre Agassi. “Tenemos una relación realmente especial. La construimos entre noviembre y diciembre pasado. Pasamos un par de semanas juntos y simplemente fue un rato y hablamos. Es una persona especial para mí. Realmente ayuda para mi juego, especialmente en lo mental, viendo la cancha y ciertas situaciones en las que me demostró lo que no debería estar haciendo. Es un gran tipo. Es una persona muy positiva a mi alrededor y me encanta la positividad”, explicó Korda en Miami, tras vencer a Schwartzman.
Korda, potente, diestro, con revés de dos manos y de 1,96 metro, comentó que recibió los consejos del Kid de Las Vegas antes del match con el argentino. “Me senté con todo mi equipo, mi papá, mi entrenador Dean (Goldfine), con Andre, y decidimos cuál sería la estrategia, con qué me quedaría, cómo sería el partido. Tenía que pensar en ser yo quien marcara el ritmo y dictara, y luego se trataba de comprometerme conmigo mismo y mantener la calma. Esas fueron probablemente las cosas más importantes para mí. Creo que ejecuté muy bien en los puntos importantes y estoy muy contento con cómo terminó”.
¿Cómo nació el vínculo entre Korda y Agassi? Fue el año pasado, por ocurrencia de Petr Korda, en Las Vegas, donde residen Agassi y su esposa, la alemana Steffi Graf. Así lo contó Sebastian, en febrero pasado, tras llegar a la final del ATP 250 de Delray Beach, en el sitio tennismajors.com: “Empecé a hablar con Andre. Mi papá lo instaló. Pensó que sería algo genial. Estábamos en cuarentena en casa… y él pensó que sería algo diferente aprender e intentar hablar con alguien más y aprender algunas cosas. Y construimos una relación realmente buena. Y hemos estado hablando desde que tuvimos nuestra primera llamada. Luego (Agassi) nos preguntó a mi papá y a mí si nos gustaría ir después de la temporada. Pasamos dos semanas con él, Steffi, mi papá y mi preparador físico. Aprendí mucho y pasé mucho tiempo en la cancha y en las cenas. Fue un privilegio y un honor ser recibidos en la familia de ellos. Y estoy muy agradecido de tener a alguien con él en mi equipo”.
Korda, que este año ganó el Challenger de Quimper, Francia, reveló haber jugado contra Graf y sentido intimidado por la ex número 1 del mundo. “Le pegué con Steffi dos veces y ella es una atleta increíble. Da miedo lo buena jugadora de tenis que es, todavía se puede ver que tiene ese fuego cuando pisa la cancha. Fue un gran privilegio golpear algunas bolas con ella”, dijo sobre la ex jugadora nacida en Mannheim hace 51 años. Y apuntó, al ser consultado sobre si estaba nervioso de pelotear con la histórica rival de, entre otras leyendas, Gabriela Sabatini: “Sí, estaba intimidado. Quiero decir, ella dio un paso hacia afuera y su juego de pies estaba disparando desde la primera pelota y yo estaba como…: ‘Tengo que dar un paso adelante ahora’. Quiero decir, ella estaba jugando increíble y fue muy divertido tenerla en la cancha”.
Korda, una de las mejores piezas de la nueva generación de tenistas, ganó el Abierto de Australia junior en 2018, veinte años después de que su padre lo hiciera en mayores. Por entonces de 17 años y número 7 del mundo en ITF, celebró dando el salto en tijera con el que solía festejar su padre, cuya carrera se fue apagando luego de dar positivo por nandrolona en Wimbledon 1998
Sebastian tiene todo para seguir progresando. Porque además de su talento natural y disciplina dentro del court, se formó en una familia que respira deporte las 24 horas y, además, ostenta el plus de tener como guía a uno de los mejores de todos los tiempos como Agassi.
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