El oficialismo logró avalar la proyección de gastos y recursos para el año próximo, así como las prórrogas del impuesto al cheque, al adicional de cigarrillos y la emergencia económica. Se opuso todo el arco opositor.

Tras una discusión de más de dos horas en la que la oposición se quejó por la celeridad del trámite y la ausencia de más funcionarios, el Frente para la Victoria consiguió el dictamen de mayoría sobre el proyecto de Presupuesto 2014, que se tratará en el recinto el miércoles próximo.

En una reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, que preside el kirchnerista Roberto Feletti, el oficialismo logró aprobar también otros tres proyectos: las prórrogas de la emergencia económica, el impuesto al cheque y el adicional a la venta de cigarrillos.

Todos los bloques de la oposición se alzaron en contra y presentaron sus propios dictámenes en rechazo a la “ley de leyes” propuesta por el Gobierno, que sufrió modificaciones relativas a obras en algunas provincias.

Al iniciar la reunión, Feletti rechazó un pedido del radical Miguel Giubergia para citar a la comisión a los ministros de Planificación, Julio De Vido; de Transporte, Florencio Randazzo; y de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.

“No comparto que todo el Gabinete desfile por la comisión, porque la responsabilidad es del Ministerio de Economía”, recalcó el diputado, al recordar que en 2010, hacer eso resultó “infructuoso”. “No dimos vuelta ni un voto”, advirtió, en alusión a su pasado como secretario de Política Económica.

A su vez, recordó que el jueves pasado, cuando el equipo económico del Gobierno explicó el Presupuesto en ese mismo ámbito, “había sólo cinco diputados de la oposición y tres secretarios de Estado, y no eran las 3 de la mañana”.

“Yo recuerdo cómo se trataban antes los presupuestos. Los técnicos del FMI definían los números, se votaban a libro cerrado y no se citaba a los funcionarios”, enfatizó Feletti, y agregó: “No construyamos visiones idílicas sobre debates de presupuestos que nunca se dieron”.

El legislador remarcó que “este es un presupuesto con alto nivel de obra pública y en su armado participan las gobernaciones”. El delasotista Francisco Fortuna recogió el guante: “A mi gobierno no lo han convocado nunca”, replicó.

La oposición insistió con rechazar el tratamiento: “Estamos perdiendo la oportunidad de tratar el Presupuesto como corresponde”, se quejó Miguel Bazze (UCR). “No hay vocación de debatir ni mucho menos de consensuar”, se sumó Roberto Mouillerón, flamante líder del bloque massista.

Alfonso Prat-Gay (CC-ARI) advirtió que “solo trancurrieron cinco días” entre la presentación del Presupuesto y el debate en comisión, cuando antes “el promedio era de 48 días”.

Sobre el proyecto, Claudio Lozano (Unidad Popular), quien firmó un dictamen alternativo, apuntó a las mediciones del Indec e indicó que “estamos ante un enredo estadístico donde es muy difícil discutir”, ya que “no hay un piso común para el debate”.

“Es imposible discutir el Presupuesto si no hay una base estadística”, coincidió Eduardo Amadeo (Frente Renovador), al señalar que “la proyección de la inflación demuestra que el Gobierno no quiere cambiar nada”.

Del mismo modo, Prat-Gay opinó que «la mitad de los que están acá cree que los números están dibujados» y sostuvo que la iniciativa oficial «propone un ajuste fiscal fenomenal».

“No es posible acompañar un Presupuesto confeccionado en base a datos y variables falsos. Es preciso sincerar la economía, hacerse cargo del real y grave problema de los pagos por la deuda externa e interna”, abundó el macrista Jorge Triaca al adelantar su dictamen de rechazo.

Al cierre del debate, Feletti rechazó los planteos de «ajuste» y afirmó que «la política presupuestaria de este gobierno ha sido consistente, permanente y segura en cuanto a la presión fiscal y el gasto público como factores de redistribución social».

Además, pronosticó que, de repetirse el resultado de las PASO en octubre, «el Frente para la Victoria va a tener cuatro o cinco bancas más, o sea que tampoco existe la urgencia que la oposición marca».

Los otros proyectos

La oposición rechazó de plano una nueva prórroga de la Ley de Emergencia Económica, sancionada tras la crisis de 2001, que lo otorga facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo y que, de sancionarse, vencería en 2015.

“No existen condiciones para seguir hablando de emergencia económica”, aseveró Lozano, al tiempo que Prat-Gay pidió derogar la norma.

Por otra parte, los bloques exigieron que el impuesto a los créditos y débitos bancarios sea coparticipado en su totalidad a las provincias, que hoy reciben el 15 por ciento. Prat-Gay también propuso reducir el tributo “por lo menos a la mitad” para las pymes.