Nacida en alta mar a la altura del Golfo de Vizcaya, en 1870, a bordo del Barco Myfanwy, cuando viajaba desde Gran Bretaña hacia Puerto Madryn. Hija de Lewis Jones, uno de los líderes de la colonización galesa en el valle del Chubut. Pese a que su apellido debía ser Jones y fue nombrada Morgan, que significa «nacida en el mar». Criada en el valle inferior del río Chubut, fue educada en una escuela galesa. Fue una figura destacada en la vida cultural y literaria de la Colonia, autora de diversos ensayos y libros sobre literatura y la vida en el valle.
Uno de sus libros, “Hacia Los Andes”, nació en forma de notas que tomó en su recorrido hacia la cordillera que luego fueron publicadas en el diario Cymru de Gales. Fumaba en pipa, montaba y cruzaba la provincia del Chubut entre caballos y carretas, escribió seis libros, publicó columnas en periódicos de Europa, manejó un diario local, nunca se casó y viajó por el mundo. Fue la versión feminista de la Colonia Galesa, entre dos siglos, allá lejos y hace tiempo.
En el libro mencionado, conto como al pasar, su afición a fumar: “Allí había un primitivo banco colocado debajo de la placentera sombra e instintivamente supe que era éste un rincón para ser profanado por el humo de la seductora pipa”, apuntó en el relato de un encuentro con lugareños a mitad de camino hacia el oeste profundo. En esas páginas dejo una crítica lapidaria a la campaña del desierto y una defensa de los pueblos originarios, con quienes ella mantuvo desde siempre una gran relación, acaso desde que fue compañera de banco durante todo un año escolar de quien luego fuera el Cacique Kankel.
Además de estudiar y trabajar, en Gales dedicó buena parte de sus esfuerzos a promocionar el idioma y las bondades de la colonia, realizando giras por todo el país y dando conferencias sobre la identidad galesa. Al regresar de su primer viaje a Gales lo hizo con la idea de mejorar la educación de los jóvenes en la Colonia. Así fue que creó, a mediados de 1890, la Escuela Secundaria con Internado para Señoritas, que instaló en la casa de su padre, en la ciudad de Trelew.
Aunque el proyecto educativo fue de avanzada, en 1892 el establecimiento cerró sus puertas. El gobierno nacional había creado escuelas públicas gratuitas que beneficiaron a la enseñanza oficial en la Colonia. No obstante, ella siguió con su lucha por una escuela para adolescentes. En 1904 nació la Sociedad Camwy de Educación Intermedia que buscaba crear un instituto secundario para mayores de 14 años en donde se impartiera el idioma galés. Fue protagonista, recorrió pueblos gestionando donaciones para construir el edificio escolar y dos años después se inauguró el Colegio Camwy. La mayoría de los bancos de los alumnos habían pertenecido a la Escuela fundada por Eluned en Trelew.
Como escritora se enroló en la línea del Romanticismo Galés y fue partícipe, desde muy joven, de actividades culturales. Tanto en la Patagonia como en Gales participo de Eisteddfod, ciclos literarios y musicales de origen celta. Su primer libro de relatos data de 1891. Y aunque rompió con todos los paradigmas de mujer de la época escribió, junto a Esther Emmet y T. Williams, un ensayo sobre la organización familiar que, sin embargo, ella no siguió con demasiado rigor.
En “Algas Marinas”, para muchos su mejor obra, relató un episodio singular que marca, no obstante, su particular temperamento: El barco en el que se trasladaban hacia Sudamérica cruzaba una tempestad en el Canal de la Mancha por lo que el capitán ordenó a todo el pasaje abandonar la cubierta. Pero ella, que se reconoció siempre como hija del mar, quería presenciar lo que entendía como un gran espectáculo de la naturaleza. Discutió hasta que consiguió que la amarraran a un mástil. Y se dio el gusto.
Eluned Morgan fue eso, una mujer libre que nunca dejó que se le escaparan sus sueños sin importar demasiado lo que se necesitaba para lograrlo.
Se ubicó entre los escritores del Romanticismo Galés, un movimiento iniciado casi cien años antes, en Anglesey, que se dedicó a la búsqueda de antiguos manuscritos. Desde allí, ella convivió con prosistas focalizados en revivir la cultura galesa publicando narrativas de viaje, ensayos históricos, biografías y documentos de esa índole.
En el Centenario del Desembarco en Puerto Madryn (1965), Lewis Saunders la refirió en el periódico galés, Western Mail de Carfiff: “Ella vive y seguirá viviendo como escritora. Ese período comenzó con el memorable Eisteddfod de Bangor, en 1902 y concluyó con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Fue una etapa de oro en la restauración de la poesía galesa, iniciada por T. Gwynn Jones, W. J. Griffydd y Silyn Roberts hasta R. W Parry y el joven T. H. Parry Williams. En todos estos excitantes años, sólo existió alguien, escritora de prosa creativa cuyo trabajo puede compararse con aquel de los poetas. Es el de la galesa-sudamericana Eluned Morgan”.
Si bien falleció en la localidad de Gaiman Chubut, el 29 de diciembre de 1938 por aquí, todos los días viendo su legado nos dice: ¡Presente!
Gentileza:
Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga – Gestora Cultural – Artista Plástica.
Puerto Madryn – Chubut.
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