Hubo una reunión de vecinos, sin banderías políticas ni ideologías definidas, simplemente vecinos que han vivido hechos de inseguridad o que simplemente, no tienen mayores anhelos de vivirlos. No descartan el “escrache” como una alternativa.

La cita fue este miércoles en el Jockey Club, donde un grupo de vecinos hartos de vivir una “sensación de inseguridad”, discutieron qué hacer para al menos, menguarla. No hubo políticos ni miembros de fuerzas de seguridad.

 En un profundo instante de autocrítica, todos estuvieron de acuerdo en que quien roba una computadora o un celular, lo hace para luego venderlo. Por lo tanto, el comprar cosas caras a bajos precios, indica claramente que esos objetos son robados y quienes compran en definitiva, son tan delincuentes como quienes venden ya que entre otras cosas, fomentan el delito.

 Jorge Martínez, uno de los vecinos convocantes, expresó que si bien los damnificados en San Rafael son muchos más que los que estaban presentes, sí hubo quienes fueron en representación de otros grupos de personas. “La gente se ha demostrado muy desconforme con todo, con todo lo que está pasando, cansados de la inseguridad, cansados de mentiras”, aseguró y explicó “hemos decidido empezar nosotros a ver de qué forma nos vamos a empezar a defender y vamos a salir a protestar, y vamos a salir a la calle”.

  Critican la velocidad con la que delincuentes peligrosos recuperan su libertad. Aseguró que se les pedirá explicaciones a jueces y legisladores. “Si las leyes tienen que ser cambiadas, que sean cambiadas, porque es inexplicable que se encuentre al culpable de haber robado el trabajo de toda una vida de dos personas mayores y a los cuatro meses esté en libertad”, dijo.

 Se habló de manifestarse en la casa de jueces y abogados. Critican a aquellos que defienden a delincuentes que no pueden pagar sus honorarios “obligando a su familia a seguir delinquiendo para conseguir ese dinero”. “No nos vamos a manifestar con un abogado que está defendiendo los derechos de un trabajador o un divorcio, sino al abogado que está defendiendo al que delinque, al que saca presos”, expresó Martínez. “Puede ser como un escrache, algo que duela. Ellos no pueden permitir que vengan a mi casa, me peguen a mí, mi mujer y mis hijos y que a ellos no les pase absolutamente nada, ni un escrache. No con agresión, pacíficamente, pero van a sentir el rigor y el enojo de la gente”, señaló.

Pidieron la presencia del gobernador porque “él es quien tiene que garantizar seguridad”.

Criticaron duramente a las agrupaciones de derechos humanos que “nunca se acercan a preguntarle a las víctimas de la inseguridad si necesitan algo, aunque sea una ayuda psicológica”.