Las instituciones que frecuentan nuestros niños, niñas y adolescentes hoy en día se encuentran cerradas, por la situación de pandemia, si bien la tecnología nos permite que nuestros hijos sigan recibiendo las tareas escolares en diversos niveles educativos, algunos clubes deportivos y gimnasio manda sus rutinas y entrenamientos,  las escuelas artísticas comparten coreografías o técnicas de pintura a través de videos,   las academias  música envían a sus alumnos partituras de algún instrumento que estén aprendiendo e incluso los institutos de idiomas continúan con sus programas para cada nivel, casi ningún niño, niña o adolescente se queda sin realizar sus actividades cotidianas de cualquier índole. Pero hay algo que les falta a los infanto juveniles, y es que todas estas actividades mencionadas anteriormente, tiene un función muy importante más allá del objetivo principal, y esto es la función socializadora.

El Hecho de ir a la escuela es mucho mas que aprender contenidos académicos, si no también cumple con el hecho del aprendizaje social, esto lo podemos ver también, en los clubes deportivos, si bien la meta es aprender un deporte determinado y poder desarrollarnos en ello, también nos es mucho mas placentero y estimulante cuando lo practicamos con nuestro grupo de pares, por que con ellos compartimos ese gustos por aquel deporte, y es el compartir con otros, lo que nos motiva a tener mayor sentido de pertenencia a un club deportivo. La mayoría de los niños, niñas y adolescentes asisten a institutos de idiomas, esta comprobado que cuando practicamos un idioma con otros en una misma aula nos es mucho más fácil adquirir dicho idioma, que si lo hiciéramos solos, el mismo ejemplo lo podemos llevar a una academia de música donde un grupo de pares se reúnen a un horario y en un lugar a practicar un instrumento, es la pasión por aquel instrumento o por la música lo que los lleva a concentrarse determinados días de la semana, y eso es por la función socializadora, que nos lleva a reunirnos e interactuar con otros a través de gustos e intereses compartidos, y a que a su vez nos lleva a entablar nuestras primeras relaciones sociales a través de las actividades cotidianas que empezamos hacer en nuestra primera infancia y fortalecemos en la adolescencia y maduramos en la adultes.

Ir a la escuela es mucho mas que aprender conceptos adámicos, es también aprender a desarrollarnos en nuestras primeras instituciones formales, donde hay reglas y normas que cumplir, y figuras de autoridad que hay respetar, aprender un deporte o tocar un instrumento es mucho mas que desarrollar algún tipo de inteligencia, es también compartir con otro aquello que nos gusta, aprender un idioma es más que  simplemente pensar en un futuro, si no también la posibilidad de poder comunicar con otros que hablan en otra lengua.

En tiempos de pandemia esta función no se puede cumplir, si bien gracias a las nuevas tecnologías seguimos recibiendo todo el contenido para seguir aprendiendo, no podemos (a modo preventivo y por nuestra salud) compartir con el otro como lo hacíamos antes a la hora de desarrollar cualquier actividad.

Por eso es muy importante que nuestros niños, niñas y adolescentes, no pierdan ese contacto con su grupo de pares, con el cual comparten diversas actividades, que si bien continúen realizando tareas escolares en casa, aprendiendo un idioma o realizando una rutina de gimnasia lo puedan compartir aunque sea una hora con algún amigo/a, a través de distintas plataformas digitales, que busquemos la manera de seguir fomentando el contacto virtual con los compañeros de escuela, de clubes o de distintas academias, porque cuanto esto pase, y podamos volver a las instituciones,  las relaciones personales que fueron construyendo va a seguir estando, por que aprendimos a mantenerlas en aun en tiempos de pandemia.

Lic. Luis Andres Apatye Fornes

Psicologo  Mat 3775

lic.luisapatye@gmail.com

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