El ministro de Salud, Ginés González García , se reunió ayer durante casi cuatro horas y de manera virtual con sus colegas y titulares del área de las 24 provincias . Durante el extenso cónclave, en el que cada distrito explicó su estrategia de flexibilización de actividades en esta fase de la pandemia y en las próximas, el ministro nacional transmitió buenas noticias: habrá más fondos para las provincias en el combate contra el coronavirus .

Prometió poner la atención en una «mayor protección» para los médicos y profesionales de la salud, un sector que está en la «primera línea de batalla» y es afectado de manera directa, con contagios y las consiguientes bajas en el sistema de salud.

Según contaron a LA NACION tres ministros que participaron en la reunión del Consejo Federal de Salud, los fondos irán de manera directa a tres planes nacionales de salud que ya existen en el área: Sumar (capacitación a distancia), Redes (atención primaria de salud) y Proteger (protección de grupos de riesgo contra enfermedades). Cada provincia recibirá un porcentaje adicional al que ya percibe, de acuerdo con el cumplimiento de «objetivos» en esas áreas, y podrá derivarlos a la lucha contra la pandemia.

Otra de las novedades que comunicó el ministro de Salud es acelerar la «actualización» del protocolo que rige para los trabajadores de la salud, actualmente en revisión y que será más rígido. El porcentaje de personal de la salud contagiado en relación con el total es alrededor del 14% en el país, unos puntos por encima del promedio global, aunque más bajo que el que tuvieron otros países con altísima tasa de contagios y fallecidos, como España. También confirmó la incorporación de los trabajadores de salud primaria (unos 120.000) que fueron excluidos en primera instancia del cobro del bono de $5000 mensuales, que ya comenzó a cobrar todo el sector y se extenderá durante cuatro meses.

Salida programada

Más allá de los anuncios puntuales, cada provincia expuso su realidad en relación con la pandemia y el esquema de trabajo de «salida programada de la cuarentena» que viene llevando adelante. Abundaron los llamados a la «moderación» y a la continuidad de las políticas restrictivas, dejando «para más adelante» -siempre dependiendo de la zona geográfica- jugadas arriesgadas.

En la provincia y en la ciudad de Buenos Aires advirtieron sobre la necesidad de continuar con la cuarentena. El aumento de casos encendió las alarmas en ambas jurisdicciones. «Son momentos difíciles y de dilemas de decisión», sostuvieron cerca del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, para quien este es el «peor momento» para relajar los controles. Su par bonaerense, Daniel Gollán, mencionó que la «curva de casos» tiene un «comportamiento bastante estable» y que el sistema de salud en su distrito se prepara para un «eventual incremento de casos».

De hecho, son muy pocas las provincias -Jujuy, Mendoza y Tierra del Fuego- que adhirieron a las «salidas recreativas» propuestas por el Gobierno y efectivizadas por decreto, el domingo pasado. «El equilibrio epidemiológico y la necesidad de la reactivación de la economía es una combinación muy delicada y se debe realizar de a poco y escalonado, monitoreado y dinámico», dijo a LA NACION el ministro de Salud de Jujuy, Gustavo Bohuid. El gobernador de esa provincia, Gerardo Morales, autorizó los paseos en bicicleta, en una estrategia audaz.