Para los economistas, el aumento de la emisión monetaria y la crisis de oferta provocarán mayores subas durante abril.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Mendoza tuvo un incremento del 3,2% en marzo, el valor más alto en lo que va del año. La suba fue impulsada por los rubros de indumentaria, educación y fundamentalmente de alimentos y bebidas.
A la hora de analizar el comportamiento de los precios durante el mes pasado, es imposible dejar de lado la incidencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio, que comenzó a regir a partir del 20 de marzo y revolucionó la economía nacional y provincial. Es que los costos de algunos productos se dispararon de forma inmediata y el gobierno debió salir a intervenir para cuidar el bolsillo de los ciudadanos, especialmente de los hogares más vulnerables. Aun así, la inflación se aceleró y de acuerdo a los economistas, las condiciones están dadas para que se mantenga la misma tendencia en abril.
Las subas más marcadas
De acuerdo al estudio de la DEIE, 1,3 puntos porcentuales de la inflación de marzo se explican solo por el rubro de alimentos y bebidas. Si bien los valores relevados tuvieron una variación menor a la de otros ítems (3,3%), su incidencia sobre el IPC es muy grande y por tanto, es siempre determinante. Además, se debe mencionar que el Gobierno Nacional incidió de forma directa sobre los precios de mercado, frenando subas que en algún momento se ejecutarán.
“El rubro de alimentos y bebidas siempre tiene mucha incidencia. El año pasado estuvo muy por arriba del índice general y terminó el 2019 cerca de 10 puntos por encima de la inflación anual. En marzo, a pesar de que hubo mucha demanda por el pánico pre cuarentena, ese ítem no ha mostrado un incremento abrupto, sino que se ha estado en línea con el IPC General. Por supuesto, la ampliación del programa de Precios Cuidados y la incorporación de una lista con precios máximos ayudó a amortiguar el incremento”, explicó Nicolás Aroma, contador y asesor técnico del justicialismo provincial.
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, destacó que los aumentos en alimentos y bebidas se han mantenido constantes con respecto a los porcentajes de los meses anteriores. “Eso es lo más importante porque es lo que realmente influye en el bolsillo de la gente”, señaló.
Fuera de los alimentos y bebidas, se destacó el rubro de “indumentaria”, que se encareció 5,5% en marzo.
El economista Carlos Rodríguez, consideró que esta suba, al igual que las registradas en los productos alimenticios, están dentro de lo esperado. “La gente no tiene muchas opciones de gasto y ha concentrado la demanda en la alimentación y los textiles, porque son las necesidades básicas (al haber mayor demanda, los precios tienden a subir). Esto ocurre cuando cae el nivel del ingreso, porque mayor cantidad de gente cae a los conceptos más básicos para resguardar su subsistencia”, apuntó.
Escenario desfavorable
En lo que va del año, la inflación de Mendoza acumula un aumento del 8,3% (2,5% en enero, 2,3% en febrero y 3,2% en marzo), un valor más bajo que en igual período del año pasado, cuando acumuló un incremento de 11%. Sin embargo, el panorama no es muy alentador.
Carlos Rodríguez, destacó que la emisión monetaria se está acelerando y, remarcó que, en el marco de la pandemia, está creciendo la demanda de productos en un escenario de menor producción, lo que impulsa los precios hacia arriba.
Tuvo cierta coincidencia Sebastián Laza, quien advirtió que en abril se va a notar el impacto del aislamiento. “Hay dificultad para abastecer a los mercados, por el hecho de que es más difícil desplazarse y hay restricciones en la oferta (se cortan cadenas de producción)”, comentó.
Fuente: https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=la-inflacion-se-acelero-en-marzo-impulsada-por-los-alimentos
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