Hay dudas en el Gobierno respecto a cuánta inversión local podrá salir de los colchones y volcarse a activar el mercado interno. La desconfianza y la alta carga impositiva, aún pesa en los empresarios.
Con relación a la deuda externa, analistas financieros advierten que la Argentina, un “defaulteador serial”, tiene como punto en contra la baja incidencia de los papeles del país en la cartera de los fondos de inversión. Dicho de otra forma, apuntan a que estos fondos podrían tener una posición negociadora dura ya que, ante un eventual fracaso, la pérdida no tendría una incidencia significativa en sus resultados globales.
Otros analistas y desde ya en el Gobierno, en cambio, son optimistas en cuanto a que se logrará un acuerdo con los acreedores privados. Sostienen que el Fondo Monetario Internacional está apoyando la estrategia argentina y que hoy hay más margen para un acuerdo en un contexto mundial en el que las tasas de interés por el temor que despierta el coronavirus, se han derrumbado hasta mínimos sin precedentes. “Si la Argentina presenta una oferta razonable, estará en el interés de todos llegar a un entendimiento”, se comenta entre los banqueros.
En fuentes del Gobierno se considera fundamental llegar a un acuerdo lo antes posible para despejar la incertidumbre y consolidar una “incipiente recuperación” que muestran algunos números que circulan en despachos oficiales.
En esta suerte de carrera contra el tiempo, hay un dato que preocupa particularmente al Gobierno: han circulado informes reservados en los que se señala que más de una empresa estaría esperando al vencimiento del período de 180 días en el que rige la doble indemnización por despido para recortar la cantidad de empleados. Esa fecha es el próximo 10 de junio.
Ya antes de asumir en el gobierno eran conscientes de que la posibilidad de que viniera inversión era bastante difícil, es que de venir estarían circunscriptas básicamente a dos sectores: Minería y Vaca Muerta, que hoy ante el complicado escenario internacional, incluso esos sectores tampoco parecen muy pocos entusiastas en invertir. Además, desde el sector privado, argumentan: “¿Quién va a venir a invertir trayendo dólares a unos $63 pesos y que encima no los puede girar?”. Por esta razón, se espera ver la letra de los proyectos de ley tanto para Vaca Muerta como para Minería, pero hasta el momento, esto está bastante demorado.
Dudas
Aunque, últimamente también se comenzó a tener dudas respecto a cuánta inversión local podrá salir de los colchones y volcarse a activar el mercado interno. Es que comenzaron a llegar a los despachos oficiales informes que señalan que muchas empresas que tomaron créditos en la banca tanto privada como pública, están con serias dificultades de continuar pagando sus deudas. A modo de ejemplo, la caída de Vicentin que arrastra a casi 1.900 proveedores.
En este sentido, se observa desde el sector privado, preocupación por la demora en avanzar en políticas más activas al maltrecho sector productivo y del comercio. “No hay actividad que esté bien”, se lamentan.
La desconfianza, el temor, la alta carga impositiva, aún pesa mucho en el ánimo de la gente y de los empresarios. Una prueba de ello, es la respuesta que reciben los estudios contables cuando les preguntan por el impuesto de Bienes Personales en el exterior.
La opción para pagar menos impuestos es repatriar parte de los fondos exteriorizados y dejarlos inmovilizados hasta fin de año en una cuenta en un Banco, también se había previsto que puedan ser colocados en algún fideicomiso, pero por el momento, aún no se han implementado. De todas maneras, “La mayoría prefiere pagar mucho más y dejarlos en el exterior porque lo que prevalece es el temor”, comentan los principales estudios contables.
Cabe recordar que para aquellos que no piensan repatriar se establece un pago anticipado que, en la escala más alta, llega al 0,5% de los bienes al exterior.
Es más, la Cámara de la Construcción, un sector muy afectado por la crisis, le acercó al Gobierno una propuesta para que dichos fondos puedan ser colocados en proyectos inmobiliarios en “pozo” para la adquisición de una vivienda. Sin embargo, por el momento, esta iniciativa, que, por un lado, permitiría reactivar a un sector de alta demanda de mano de obra y, por el otro, daría más tranquilidad para aquellas personas que se decidan a traerá fondos del exterior, no parece, por el momento, tener muchas posibilidades de prosperar.
Unidad
Con el resurgimiento del conflicto entre el Gobierno y el campo, tras la suba de las retenciones a las exportaciones de soja, en medios empresarios se volvió a discutir sobre la orientación política de la actual administración.
Para algunos el presidente Alberto Fernández representa un ala más moderada, si se quiere más “market friendly”, que la liderada por la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, en medios de la Casa Rosada se desmiente esta interpretación. “No hay dos modelos, hay uno sólo y Alberto y Cristina forman una sociedad perfecta” señaló uno de los hombres más cercanos al primer mandatario a Ámbito.
“No piensan en todo igual, pero sí coinciden el rumbo del gobierno y del país y, además –aunque no lo quieren – no tienen posibilidades de pelearse porque la sociedad argentina no aguanta un nuevo enfrentamiento del peronismo en el gobierno”, sostienen en medios oficiales.
“Hemos aprendido de la experiencia de (Sergio) Masa” afirman en referencia a la división que sufrió el kirchnerismo a fines del segundo mandato de Cristina. Admiten que las diferencias internas y el “cerrarse” fue lo que llevo a la fractura del peronismo dando lugar a que surja con fuerza un partido político que impidieron que la señora de Kirchner pudiera lograr un tercer mandato.
Admiten que Cristina – la dirigente que más sabe sobre el manejo del poder en la Argentina tras dos presidencias, una extendida trayectoria legislativa y una vida dedicada a la política – ha “rodeado” a Alberto de tropas leales en áreas clave de la gestión.
Particularmente, destacan la presencia de “fieles” de la vicepresidenta en organismos clave como la Anses (Alejandro Vanoli) la Procuración del Tesoro, Carlos Zanini, Luana Volnovich. directora ejecutiva de PAMI o la AFIP (Mercedes Marcó del Pont), Aduana, entre otros.
Pero, también funcionarios de menor jerarquía que supieron acompañar a Cristina hasta sus últimos días en la presidencia han retornado a los despachos. Y ni que hablar del manejo del mayor territorio del país, la provincia de Buenos Aires, a cargo de Axel Kicillof.
De todas maneras, en la Casa Rosada, descartan que “exista doble comando”. Es más, recuerdan que fue Cristina quién decidió convocar a Alberto para ofrecerle la presidencia.
Enfatizan que, junto con Néstor Kirchner, Cristina “tenía un diálogo de igual a igual” con Alberto Fernández cuando el actual presidenta ocupaba la jefatura de Gabinete haciendo referencia a la relación de “mutuo respeto” entre Cristina y Alberto.
“Aquellos que apuestan a que pueda haber una ruptura entre Alberto y Cristina, no los conocen” al tiempo que consideran que estas teorías son “divagues” de una oposición está debilitada, tras el fracaso de gestión y la derrota en las últimas elecciones de Cambiemos.
La consigna sigue siendo “la unidad porque fueron nuestras divisiones que nos dejaron fuera del poder”, argumentan. Y esta línea de acuerdos continúa más allá del espacio gobernante, como lo fue la incorporación al Gobierno de figuras de la oposición, como es el caso de Raúl Alfonsín y Pino Solanas, designados embajadores ante España y la UNESCO, en ese orden.
Pero para consolidar su poder, el Gobierno necesita resolver problemas urgentes. “Sabemos que la sociedad está golpeada, empobrecida y en buena medida decepcionada de los políticos”, dicen en la Casa Rosada. Desde esta perspectiva interpretan las palabras del presidente Alberto Fernández cuando señala en sus discursos que viene a hablar a los argentinos con “la verdad”. Y también se intenta que un eje sea la “conciliación”.
Por esta razón, explican, es que el presidente agradeció al campo por el esfuerzo que viene realizando. Así lo dijo días atrás en un discurso ante los empresarios reunidos en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP). Los dirigentes rurales – presionados por las bases -negaron que hubiera un acuerdo con el Gobierno, pero – según pudo saber Ámbito – la directiva emanada desde la Casa Rosada fue “no salir a confrontar con el campo” y seguir trabajando en medidas como el otorgamiento de nuevas líneas de crédito blandas para los productores.
Fuente:https://www.ambito.com/economia/casa-rosada/casa-rosada-alegria-baja-la-inflacion-preocupa-parate-n5087415
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