En una semana donde los estafadores han sido noticia, ahora trascendió que una mujer dedicada al tarot se encargó de engañar a una abuela de unos 75 años. Habría más casos de personas engañadas aunque aún no hay más denuncias policiales.
Según confirmó el blog Al Filo De La Ley, la falsa tarotista vivía con su pareja en un departamento que alquilaba en avenida El Libertador al 900. Allí captaban clientes a quienes les prometían mejoras en su vida a cambio de dinero en efectivo.
Si bien se cree hubo más damnificados, la única denuncia la radicó una septuagenaria, quien aseguró haber sacado un préstamo superior a los 20 mil pesos para pagar a la tarotista que había prometido “sanarle” la pierna, ya que se encontraba en muy mal estado de salud.
Sin embargo, esa suma no le alcanzó a la engañadora y así acompañó a la anciana a una casa de electrodomésticos donde sacaron a crédito una computadora portátil, una Play Station y reproductores de DVD. Lo insólito del caso es que la tarotista le aseguraba a la víctima que “esos elementos eran necesarios para completar el tratamiento de sanación”.
En total, se cree que la pareja de estafadores se alzó con más de 40 mil pesos, entre el efectivo y los objetos electrónicos.
Extraños inquilinos
Por los testimonios que recogió Al filo de la Ley, la mujer tarotista aseguraba ser de México y su pareja tenía acento chileno aunque decía ser de San Luis. Hace un tiempo llegaron junto a dos niños (que serían sus hijos) y le consultaron sobre la disponibilidad de un departamento en El Libertador al 900 al dueño del mismo. Habrían alquilado por 6000 pesos el mes, una suma nada módica si tenemos en cuenta los precios del mercado.
En ese entonces, el nuevo inquilino le comentó al propietario del inmueble que su mujer (quien se hace llamar “María”) se dedicaba a “tirar las cartas”, por lo que serían visitados por algunas personas, a lo que accedió. Sin embargo, con el correr de los días, eso significó un desfiladero importante de personas, por lo que el propietario decidió prohibir la presencia de visitantes, que aun así, no dejaron de llegar.
Al poco tiempo, comenzaron a llegar damnificados, personas presuntamente estafadas, que exigían la presencia de la tarotista y su pareja, pero estos ya no estaban.
Se pidió la intervención de la Justicia ya que se necesitaba una orden de allanamiento para ingresar al departamento teniendo en cuenta que había sido alquilado por esta familia. Cuando se consiguió la autorización, la Justicia ingresó y encontró una suerte de “santuario” armado en una de las habitaciones, con velas y vírgenes.
La investigación de estos hechos cayó en el Segundo Juzgado de Instrucción a cargo del Dr. Pablo Peñasco.
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